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EL CABECICUBO

'Tu casa a juicio': especuladores, decoradores new age y Vaginesil

ALVARO GONZÁLEZ. 03/08/2013 El canal femenino Divinity emite un concurso de decoración y compra venta de casas que sirve para conocer de primera mano las manías más ridículas de las parejas canadienses

MADRID. Si viven en una comunidad de vecinos vigilen que la gente que tenga niños pequeños no haga migas. Suelen juntarse en grupitos, hablan de las cacas de los críos, de otros temas de interés como Cristiano Ronaldo, pero cuando se acaban los datos que compartir sobre el portugués y a las heces con forma de melena como las del Caudillo de sus hijos no dan para más metáforas, dirigen la vista como poseídos al portal de casa. Dicen que está viejuno, que luce poco, que a mí es que me da vergüenza y, zas, en la próxima junta votan todos unidos y te meten una derrama de cien euros para poner sillones de cuero y renovar los cuadros con escenas de caza o cambiarlos por algún mondongo moderno.

¿Por qué sucede esto? No se sabe. Redecorar parece una necesidad instintiva de las gentes. Muy bien podrían adornar su interior leyendo a Corín Tellado, pero no. Lo tienen muy claro: quieren comprar muebles, subirlos, bajarlos, pintar aquí y barnizar allá, iluminar acullá, poner una fuente con chorrito en mitad del salón.... Prueba de todo esto es que hasta tienen un programa de televisión, 'Tu casa a juicio' (Love it or list it).

Lo emite cada día Divinity después de comer. A veces no sabes qué es más curioso, si el programa o la publicidad. Hay spots de Fave de Fuca, los típicos, y algún otro que parece de Martes y 13. Por ejemplo, el de Vaginesil, un lubricante vaginal que se anuncia para un modelo de mujer que está atareada con las labores hogareñas, acuesta a los niños también, y lo que se da a entender es que al final del día necesita esta ayudita por ahí abajo para que su marido pueda aliviarse con ella y que "no se pierda la pasión". Es escalofriante.

Pero lo importante es que 'Tu casa a juicio' va sobre decorar. Concretamente sobre redecorar una casa o mudarse. Hay dos presentadores. Una mujer británica que te redecora la casa y un caballero, típico vendedor a domicilio que lejos de avergonzarse de ello se enorgullece de serlo, que dirían Faemino y Cansado, que te consigue una casa nueva para que te mudes. La gracia está en lo que elija la pareja, si la redecoración de su hogar o irse porque al final del programa, un presentador le paga los margaritas al otro según la elección.

¿Sirve para algo esta tontuna? Sí. Para empezar gracias a la TDT este programa se puede seguir en inglés, de modo que usted ya no tiene excusa para no saberse el nombre de todas partes de una casa, además de todo lo relacionado con las reformas, en la lengua de Shakespeare. Si es usted una víctima del reventón de la burbuja inmobiliaria y le gustaría seguir poniendo ladrillos por el mundo entero como un curri de los Fraggle fuera de control, empiece sintonizando Divinity.

Luego también pilla uno conceptos de antropología. Por ejemplo, son canadienses y hay varias obsesiones reflejadas en este programa que llaman la atención. La principal es la que denominan "Master bedroom". La habitación de matrimonio tiene que tener un baño y el armario, el "walk-in-closet", ser del tamaño de otra habitación adyacente. Una habitación toda llena de ropa es muy útil si perteneces al mundo del circo o si en sus ratos libres el hombre de la casa se dedica al travestismo, pero en otras circunstancias resulta llamativo que no puedan conformarse con un armario normal y corriente.

En el caso de las reformas, no suelen tener mucho secreto. La presentadora va por ahí con el Autocad en una tablet y lo que mejor sabe hacer es echar tabiques abajo. Te lo pone todo diáfano y los americanos aplauden, aúllan y agitan el puño. Se observa también, en este aspecto, una obsesión considerable de las mujeres de la casa por tener el salón y la cocina sin estar separados por una pared. Eso es el colmo de la elegancia. Y quién sabe si en el país de la libertad hay algún tipo de creencia sobre que la familia que huele a fritanga unida permanece unida o algo así.

Hubo un caso que clamó al cielo. El de una señora que quería el salón y la cocina diáfanos y un horno doble. Se gastó tanto dinero en ese horno que luego no le llegó para reformar el baño, pero igual no le bastaba con hacer una pizza en el microondas y otra en el horno a la vez, necesitaba más. Así es la libertad. En Europa son detalles que no podemos entender porque tuvimos a Hitler y Stalin.

Por otro lado, la de las reformas también hace a los matrimonios la trece catorce de una manera escandalosa. Para ejecutar sus reformas tiene un presupuesto. Ella propone una serie de cosas y promete llevarlas a cabo. Sin embargo, si al empezar se encuentra algo raro, como que una instalación eléctrica no está bien, coge y la arregla. Y si se pule todo el presupuesto en eso, pues no hay más reformas. Luego llega la pareja todo contenta a ver su casa puesta a punto para poder rodar en ella películas porno presentables y, vaya, no hay nada, sólo le han cambiado las cañerías. En una de éstas, una mujer que estaba embarazada tuvo que ser hospitalizada de urgencia del disgusto.

También es bonito comprobar cómo se escuchan las parejas. Al final de cada episodio, tienen que decidir lo dicho, si se quedan con la reforma o con la casa nueva. Pues el otro día, después de parlamentarlo durante un buen rato, al ser preguntado -¿qué habéis decidido?- contestaron a la vez, él: "¡la casa nueva!"; ella: "¡la reforma!". Suponemos que esa noche tuvieron que recurrir al Vaginesil.

En otro orden de cosas, llaman mucho la atención unos rótulos que aparecen cuando se reforma una casa. Son parecidos al 'españolisto' de Ana Pastor, pero se podrían llamar "El especuleitor" porque lo que indican es cómo se sobreprecia la casa conforme se tiran tabiques y se ilumina el salón con suficiente estilo como para que Luis Cobos pueda tocarse. El rótulo es impagable, dice como palpitando: "¡ahora cuesta 50.000 dólares más!".

Pobres ingenuos, aquí en España pones en un descampado al director de una caja de ahorros, un concejal de urbanismo y un honrado trabajador del crimen organizado, los tres jugando a los chinos. ¡Tres! ¡dos! ¡cuatro! Y el rótulo bien podría salir con "¡Ahora cuesta siete millones de euros más!" Y todo sin moverse del sitio.

Pero a ese nivel no llega 'Tu casa a juicio'. Y eso que los precios de las viviendas cambian de un barrio a otro cosa mala, aunque nunca sabemos en qué ciudad se encuentran. Por lo pronto, recomendamos el programa al menos para aprender a poner ladrillos en inglés, que falta hace.

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20 comentarios

estherLOVEITcan escribió
27/07/2014 19:44

El que ha escrito este resumen o lo que sea sta mierda es gilipollas o tonto el culo. Eres un pringao xaval me das pena este articulo t lo as invntao ntero mas anormal e hijo d la gran .... no se puede ser. Sque d verdad m das asco. Sq eres un cabronazo

Ania escribió
14/10/2013 20:15

Respecto a los a mi modo de ver, pocos y pequeños armarios. Y ridículos vestidores que no se corresponden con semejantes casoplones y mucho menos las necesidades de zapateros, bolseros, roperos, ni de cama ni ropa de mesa de cualquier familia normal. Tampoco entiendo por qué no me lo quereis publicar. Todos los campos en rojo completados. Y no tengo pag. web.¿O es obligado?

Ania escribió
14/10/2013 20:04

Yo justo veo lo contrario, con respecto a los vestidores. En casoplones como nos enseñan, lo suyo sería que al menos el dormitorio principal tuviera vestidor y grande. Es decir una habitación hermosa llena de armarios abiertos. Y aquí como mucho hay algún minivestidor. Y a veces a compartir. Yo, mujer ( y decoradora ) lo veo imprescindible: ¿donde meten los zapatos, los bolsos y todo lo demás?. Así que en Canadá, fatal de roperos. ¿Y la ropa de cama, edredones incluidos, y la de mesa? ¿Y la marabunta de abrigos que tienen que tener? Yo sola ya necesito un armario grande!!!. En fin chicos, alguno ni idea.

Judas escribió
12/08/2013 17:04

¿Alguien podría decir si se sabe cuantos de estos dementes que han pasado por el programa, endeudandose hasta las cejas con precios estratosfericos están ahora viviendo en tiendas de campańa? Busco información y no encuentro

Anonymous Coward escribió
07/08/2013 20:24

En España, en cuanto te metes con el Pisito, cuidadín ¿eh?

Perepunyetes Joe escribió
05/08/2013 22:17

No ningú més troba que el presentador és molt paregut a l'exhonorable Camps?

eva lopez escribió
05/08/2013 20:17

desde luego se nota ke el "comentarista " es un hombre y ademas con con complejos varios ( lo ke viene siendo criticar por criticar ) por su parte claro¡ ....( se ve ke tenia un mal dia) pues se mete hasta con la publicidad , en fin ...sera el calor

E. Martín escribió
05/08/2013 12:15

Te has dejado lo mejor: esas escenas en que la pareja se retira a discutir si se mudan o se quedan mientras una inuqientante cámara en mano a lo plano subjetivo de Viernes 13 les graba sin que (se supone) ellos se den cuenta. Que sólo falta el "chss-ss-ss ahh-hh-hh" de fondo.

galaico67 escribió
04/08/2013 22:39

"Una habitación toda llena de ropa es muy útil si perteneces al mundo del circo o si en sus ratos libres el hombre de la casa se dedica al travestismo, pero en otras circunstancias resulta llamativo que no puedan conformarse con un armario normal y corriente. " Alvaro, o no tienes pareja o esta es espartana. ¿ Un armario normal y corriente? ¿Para la ropa de una mujer? Bromas aparte, en España existe eso y se llama vestidor. En las reformas se suele usar uno de los microdormitorios del desarrollismo

Carles Sirera escribió
04/08/2013 22:28

Vicente, has comentado exactamente las mismas observaciones que pensaba hacer. Este artículo rebosa machismo intelectualoide elitista, algo típicamente spanish. Recuerda a la misoginia de Pio Baroja, otro que no debía preocuparse de las cosas mundanas que ocupan a los insignificantes mortales, gracias al apoyo familiar. Sólo añadir que lo más interesante del programa es el código deontológico de los albañiles: las normativas se cumplen y se hace el máximo posible con el dinero disponible. Siempre me ha sorprendido cómo otras sociedades logran a través de sus instituciones o del mercado expulsar a los defraudadores o los incompetentes. Cómo existen señalizaciones negativas operativas que protegen a los ciudadanos o a los consumidores de los tramposos o los inútiles. Hay confianza, porque los que no son merecedores de ella son expulsados o quiebran. Lástima que en España no ocurra lo mismo en todos los niveles: desde políticos o intelectuales a fontaneros y electricistas.

Kalifa escribió
04/08/2013 11:38

Los artículos de Álvaro tanto en ValenciaPlaza como en PlazaDeportiva son lo más..., me parecen didácticos y graciosos a la par. La calidad de los mismos están muy por encima de la media del periodismo español. Cada semana disfruto de sus análisis y espero que pese a los amargados que no tienen sentido del humor, siga así por mucho tiempo....

luiis escribió
04/08/2013 00:47

Sociedades con mas cultura?Voy a seguir el ejemplo de Goebbels y coger la pistola...Me gustaria saber aparte del culto anglofobo de algunos que tiene que ver la cultura con la fritanga...

jose escribió
03/08/2013 18:46

¿Saben como detectar si un arquitecto está hablando con ustedes? Les doy las claves: Para decir "vivir" dicen "habitar" Para decir "sitio" dicen "espacio" Para decir "tirar tabique" dicen "integrar" Saludos rurales

keenan escribió
03/08/2013 15:31

Mis padres están enganchadisimos a este, y otro programa de reformas donde una simpatica pareja gay proyecta y reforma (en este el morbo está en las broncas que los simpaticos gays les echan a sus subordinados, y en ridiculizar amigablemente a los propietarios). A mi estos programas me gustan, la verdad, para que nos vamos a engañar -aunque por motivos ajenos a la decoración, eso sí-. Es curioso que los dos o tres programas que hay de este tipo se rueden en la zona algofona de Canadá. La verdad es que Alvaro ha dado en el clavo; las cosmopolitas mujeres canadienses no dejan de ser visilleras como la que más en España, y los supuestos machos alfas de Vancouver, calzonazos como el que más en la piel de toro. Que sí, que en terminos globales seguro que les preocupa más la cultura (entendida como ocio y sobre todo, como gasto, claro) que lo que nos preocupa aquí, y socialmente estan muy acostubrados al mestizaje y tal. Pues enhorabuena. @vicente En España oleremos a ajo y afritanga, pero oiga, hay mas variedad. Yo estoy desarrollando una sana alergia a ciertos paises de la commonwealth (especialmente Australia y Canadá), donde gastan una versión descafeinada del american dream. Y por cierto, el modelo urbanístico de USA y Canada me resulta horrendo. Poco transporte público, coche para todo, ciudades dormitorio sin ningún tipo de interés en la orbita de las ciudades ... en fin, en los 50 se cargaron lo mejor de los Estados Unidos, que eran los barrios con fuertes lazos culturales e identitarios, mucho sentido de comunidad, etc, para cambiarlo por el sueño del palacio familiar con jardín y garage.

Álvaro escribió
03/08/2013 14:08

Ya está corregido

Álvaro escribió
03/08/2013 13:54

Gracias Jg

Maria escribió
03/08/2013 13:27

Siento fastidiarte el articulo, pero como bien ha dicho Jg es un programa canadiense xD, y bueno sabrás que eso no es USA jaja

Artsandcrash escribió
03/08/2013 12:22

Lleva más de un año de emisión el programa "canadiense". Niguna novedad, vaya noticia.

vicente escribió
03/08/2013 12:01

Lamentablemente no me gusta el sentido del humor que nos presenta Alvaro. Prteende ser sarcástico y tan sólo suena a comlejo de superioridad desde la ignorancia. El "walking closet" no es un "closet walking/caminando" si no un "walk-in closet" es decir un armario en el que puedes entrar "to walk into". Que les gusten es por que son muy prácticos y si no han llegado a España o a Europa es por la ridiculez de espacios urbanos que habitamos. Debido a lo gigantesco que es USA los apartamentos y las casas son como el doble o triple de grandes que las europeas. El metro cuadrado allí no se tiene en cuenta salvo en excepciones como Manhattan o LA. Que la cocina y el comedor estén unidos es fundamental para integrar a los que cocinan (no es necesario ni tener la pata quebrada ni ser mujer) participen de la conversación. La cocina USA (al igual que la europea, en general) no recurre a las fritangas como sucede en España y los olores de los guisos forman tanto parte de la buena comida misma como del disfrute de la buena compañía. SI en lo que queremos insistir es en que la dieta española consiste en fritangas y los machitos que no pisan una cocina prefieren no ver a sus féminas, pués allá ellos, sociedades con más cultura y civilizadas integran la cocina y el salón. Así ya era hasta en las cuevas de Altamira. salut vicente

Jg escribió
03/08/2013 10:29

Para empezar..son canadienses.

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