Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El Tribunal de las Aguas se suma al 125 aniversario de Aguas de Valencia
• Grezzi quiere Metro nocturno y más bus para desterrar el coche privado del ocio
• La reparación de la climatización recupera la mayoría de cuadros del San Pío V afectados

VALENCIA. En Irak hay en marcha un proyecto para construir a lo largo de dos millones de metros cuadrados un gigante complejo de ocio que incluirá un parque de atracciones, un parque acuático y un parque de animales, encaminados a reactivar la maltrecha (por decirlo de alguna manera...) actividad lúdica de su población.

El desarrollo integral de la iniciativa llevará la 'marca Valencia', porque es una empresa valenciana, Amusement Logic, fundada e impulsada por el empresario Juan Enrique Zamora Pérez y con sede en el polígono Vara de Quart, la encargada de diseñar, planificar y levantar el entramado. Aunque pueda sonar excéntrico, para Zamora y sus colaboradores lo rutinario es actuar en suelo asiático y dar respuesta a peticiones de este calibre. Lo llevan haciendo desde su fundación, en 1997, y en cartera acumulan hasta 300 parques acuáticos o temáticos a los que dieron forma en cualquier lugar del mundo.

Su objeto como empresa 'es de categoría': "Empresa especializada en el diseño, arquitectura, ingeniería, y construcción de parques acuáticos, parques temáticos, parques de animales (tales como zoológicos y acuarios), parques de aventura, parques extremos, piscinas tematizadas MultiAction, tematización y decoración, desarrollos especiales de resort hoteles, proyectos turísticos y urbanos".

Kish Island es una isla resort en Irán con un imponente 'waterpark' singular por su bicefalia: un parque para hombres a un lado, y un parque para mujeres al otro, sin posibilidad de coincidencia. Dino Beach, con una playa 'fake' y decenas de toboganes y tirabuzones asociándose en cielo chino, es el centro de ocio más destacado en las guías turísticas sobre Shanghai. Perm es una ciudad cercana a los montes Urales que planea el parque zoológico más grande de Rusia, a ubicar en 34 hectáreas. Los tres casos tienen en común la paternidad valenciana, porque han dejado sus respectivos desarrollos en manos de esta compañía originaria de Torrent.

‘Silenzio stampa' y olas artificiales en Azerbaiyán

Desde Torrent, donde nació, Amusement Logic ha acabado trasladándose a Valencia por la necesidad de ampliar su sede y dar cobijo a una plantilla que crecía y crecía. Se refugian en el polígono Vara de Quart y no les gusta demasiado contestar preguntas. La última vez que aparecieron en un medio se les llenó la oficina de llamadas de bancos, curiosos ante el buen músculo empresarial, y con un surtido de ofrecimientos. No quieren aparecer ante la prensa ni tampoco se promocionan apenas en España.

Acaso porque en torno al 90% de sus ventas trasciende al mercado nacional. Sus cuarteles están en Valencia, pero su completa viabilidad depende, por ejemplo, de proyectos que cuajan a 4.227 kilómetros, que es la distancia con Bakú, la capital de Azerbaiyán, donde idearon piscinas de olas artificiales. El paradigma de la internacionalización.

Han aprovechado el fulgor de unos cuantos países emergentes, cuya pujanza, invariablemente, siempre acaba produciendo -sea donde sea- parques de ocio. Y entre toboganes y cataratas artificiales, Amusement Logic ha dado el salto hasta facturar el pasado año en torno a los 5 millones de euros y conformar una plantilla de 50 trabajadores, la mitad de los cuales, como un pequeño ejército, componen el departamento de diseño e I+D.

Toboganes con adrenalina

Son quienes pergeñan los nuevos productos lúdicos del futuro, como las dos últimas invenciones: los toboganes-queso y los árboles de sombra húmeda, con paneles solares fotovoltaicos que suministran energía para que bajo las ramas se difunda una niebla de agua. También tienen la responsabilidad de crear rampas y deslizaderos cada vez más vertiguscan intensas cargas de adrenalina y algún que otro desafío a la gravedad. Y si de lo que se trata es de tematizar, recrean ambientes distintos como ya hicieron para el Bioparc de Valencia, transformando estructuras metálicas recubiertas de hormigón y modeladas por artistas, en grandes rocas de apariencia natural.

A la vera del departamento de diseño, se encuentra el departamento de viabilidad, una de las partes que marcan la diferencia respecto a otros competidores. Se dedican a obtener datos demográficos y psicológicos de los consumidores potenciales para emparentarlos con los costes del proyecto, y hacerle parte del trabajo previo a su cliente.

La importancia de ambos departamentos encaja con el yin yang de Amusement Logic: fantasía creativa y racionalidad. Enrique Zamora suele completarlo sobre tres principios: 1) "no olvidar nunca los inicios", 2) "ir paso a paso como una apisonadora", y 3) "ser implacables en la gestión de cuentas".

El secreto de tener una estructura ligera

Fue él quien en 1997, tras dejar su cargo en la dirección de la filial español de la firma canadiense de parques acuáticos White Water, dio de alta en Torrent una compañía que nació de forma discreta aunque con la mirada, desde el minuto uno, a miles de kilómetros. De hecho los primeros contratos le llevaron a China y a los Emiratos Árabes. Embarcó a Amós Casas y a Mercedes Ferrús, dos jóvenes licenciados en administración de empresas ajenos al mundo de los toboganes y las cascadas artificiales.

En ese momento el tridente de propietarios pudo decidir entre ser como otras empresas del sector y encargarse no sólo de la planificación de parques acuáticos y temáticos, sino de la propia construcción y fabricación de los mismos, con grandes estructuras empresariales; o tener una estructura ligera y subcontratar las construcciones. La mayoría de firmas que optaron por el primer modelo se han acabado despeñando. Ellos apostaron por la segunda opción, y ganaron. Aunque no les gusta hablar de ello...