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"En plena melé de imputados y sospechos autóctonos al ritmo de tribunales, fiscales y abogados, solo faltaba que Bernie, el gran Bernie, se sumara a la nómina de sospechosos habituales..." 

VALENCIA. Si es que se veía venir. Podría ser que finalmente el boss Bernie Ecclestones fuera declarado inocente por el tribunaal alemán que le va a juzgar por presunto soborno, pero a todas luces queda claro que el 'modelo Ecclestone', es decir, su modelo de negocio, tiene más peligro que... (cite aquí sus terrores más intimos).

El escándalo ha estallado en Alemania, en donde se viene fraguando 'la película' desde hace años sin que la parte contratante de la parte española, o sea, las Administraciones autonómicas que durante la gran burbuja y cual virreyes dispuestos a saciar la sed de circo y espectáculos de su pueblo contrataron a fuerza de millones de dinero público los servicios de tan viscoso personaje y su espectáculo de bólidos/branding.

En fin (¿a quién no le gusta ver de vez en cuando una carrera de bólidos), todo iba bien hasta que llegó la maldición biblica que nos aplasta en forma de crisis económica -total y perfecta- y estos mismos virreyes, los suyos, los nuestros, quisieron quitarse de encima el baldón de millones comprometidos por la organización en territorio propio de las costosas carreras. En el caso valenciano, para mayor escarnio, el compromiso insoslayable era, es, que la carrera discurriese en circuito urbano por algunas avenidas emblemáticas de la ciudad, destruyendo durante meses, puede que años, cualquier intento de estabilizar urbanísticamente su litoral marítimo, el puerto y alrededores (con lo que le ha costado a la ciudad hacerse con el control del anillo de la dársena, 'pa ná').

Ahora, en plena melé de imputados y encausados autóctonos al ritmo de tribunales, fiscales y abogados, solo faltaba que Bernie, el gran Bernie, se sumara a la nómina de sospechosos habituales. Bienvenido, pues. Y ojalá que sus (carísimos, probablemente) abogados logren demostrar que nuestro hombre no es culpable y así evitarnos a todos, administradores y paganos, el bochorno de tener cuentas -y deudas- con un delincuente.

"COGE EL DINERO Y CALLA, FUNCIONARIO"

Esta es la historia: tras una investigación de más de dos años, la Fiscalía alemana ha trasladado su acusación a Bernie Ecclestone, que habría sobornado al banquero alemán Gerhard Gribkowsky durante el proceso de venta de la participación que tenía el BayernLB en el negocio de la Fórmula 1.

Ecclestone, que deseaba librarse del socio germano, consiguió con la ayuda de Gribkowsky que el banco vendiera su participación al inversor que él quería, la empresa CVC. Y para ello, según la acusación, pagó 44 millones de euros a Gribkowsky a través de una fundación a nombre de su esposa y vía empresas fantasma domiciliadas en países del Caribe y el Océano Índico.

En el caso será decisivo que se pueda probar que Ecclestone sabía que Gribkowsky, que se encuentra en prisión desde el año pasado por cohecho, desfalco y fraude fiscal por no haber declarado el dinero percibido, era empleado de un banco público y que, como empleado público, no podía recibir dinero.

Los fiscales se apoyan para procesar a Ecclestone en unas declaraciones despectivas del jefe de la Fórmula 1 hacia Gribkowsky, en las que le calificó de "civil servant" es decir, "funcionario". Ecclestone, por su parte, rechazó desde un principio las acusaciones de soborno, asegurando que había sido chantajeado por el banquero.