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MERCANTILES

El colapso de los juzgados valencianos complica la viabilidad de las empresas

E.PASTOR/ MADRID PLAZA. 08/06/2013 Valencia es provincia española con los juzgados mercantiles más atascados ya que los casos concursales tan sólo se reparten en tres de ellos

MADRID. Valencia es la provincia española con los juzgados mercantiles más colapsados por los concursos de acreedores. Hasta 207 se aglomeraron en cada uno de ellos en 2012. Y no es que tenga uno de los números totales de procedimientos concursales más altos, ya que Madrid y Barcelona los superan con creces, sino que tan sólo dispone de tres juzgados mercantiles para poder repartirlos. Esta situación afecta a las empresa que se presentan con viabialidad, ya que la inmediatez necesaria para mantenerla acaba perdiéndose. 

Según estos datos, recogidos por ILP Global Abogados, en Alicante se declararon 264 procedimientos concursales pero la ciudad tres juzgados, los mismos que Valencia. En Castellón se registraron muchos menos, 164, pero tiene un único juzgado mercantil, por lo que la media sale más alta. En el caso Madrid, se registraron 955 concursos de acreedores, pero se repartieron en 12 juzgados, con una media de 79 por cada uno. Mientras que en Barcelona se declararon 1.442, pero dispone de 10 juzgados, por lo que salen a 144. 

La abogada concursal María Sanz explica que solo atienden a temas mercantiles las capitales de grandes provincias y afirma que pocos concursos se presentan con capacidad de viabilidad, ya que las empresas llegan agotadas, pero un juzgado colapsado perjudica al proceso. La espera hace que en muchas ocasiones se pierda esa poca viabilidad que quedaba aunque, teniendo en cuenta las mínimas que llegan este estado, no es una regla general. 

No obstante, Sanz explica que en los juzgados mercantiles se intentar dar "un poco de mano" a las pocas que pueden acabar sobreviviendo. "Al final si es una empresa constituida, que está en funcionamiento y puede salvar cinco puestos de trabajo, la posición del juez es hacer todo lo que pueda para salvar la compañía" explica la abogada Ascensión Furió. Las provincias menos colapsadas son Guadalajara, Zamora y Cáceres, que a pesar de sólo tener un juzgado cada una, solo han registrado 10, 12 y 26 concursos de acreedores respectivamente.

EL CONCURSO DE ACREEDORES, UN "HOSPITAL DE EMPRESAS" 

Furió califica el concurso como un "hospital de empresas", al que llegan cuando está heridas. "Lo malo es que llegan cuando prácticamente están en coma". Las empresas pueden optar para curarse por dos caminos, por un lado, liquidarse y morir o aprobar un convenio y sanarse. Pero las cifras no incitan al optimismo,y es que la mayoría de estas acaban en liquidación. 

No obstante, Sanz recalca que no entran en liquidación por la legislación vigente, sino por la situación económica. "En un momento normal, la ley concursal ampara todos los casos posibles y da margen a cualquier tipo de operación" explica. Pero apunta a que actualmente es una pescadilla que se muerde la cola, ya que unas van cayendo y se ve reflejado en las otras, ya que si el principal cliente de una compañía entra en concurso es probable que ésta también entre. 

"La gente es muy reacia a entrar en concurso y esto no debería ser así" explica Ascensión. "Lo que te dice la ley concursal es que tú, en el momento en el que no puedes afrontar los pagos, entras en una situación de insolvencia y debes presentar  concurso. Lo cierto es que lo presentan tarde y ya están muy mal, por lo que cuando llegan al concurso no tienen posibilidad de viabilidad" sentencia. 

"La realidad es que al concurso hay que presentarse cuando tu creas que vas a ser insolvente" explica Sanz. Pero ni ella misma tiene claro como determinar este punto. "Es difícil saberlo, y más cuando suelen ser empresarios que lo han dado todo en esa empresa". No obstante, apunta a que el límite se suele dar cuando ya no se puede renegociar más con los proveedores o no pueden pagar a la Agencia Tributaria y a la Seguridad Social. 

Sanz explica que la primera etapa del concurso es la fase común donde se cuantifica lo que tiene la empresa. Cuando se cuantifica la masa activa y la pasiva, es la misma compañía la que solicita la liquidación. Bien porque ya no tenga actividad, porque no tiene un plan de viabilidad sostenible. El otro escenario es el convenio, pero exige muchos requisitios para llevarlo adelante. Hay que realizar un plan de viabilidad y un plan de pagos y por lo general conllevan una quita y una espera de la deuda. Pero este debe ser aceptado por los acreedores que sumen más del 50% de la deuda.

Este estudio realizado por ILP Global también arroja datos sobre la destrucción del tejido productivo para el que han realizado un ratio con el total de empresas constituidas en 2012 y los concursos presentados. La provincia de Valencia es una de las que más ha perdido ya que solo obtiene 278 empresas, mientras que provincias como Alicante estarían en las 491 y Madrid en las 522. No obstante, la peor parada es Castellón, con 242 empresas. 

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