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La Seu d'Urgell, LLEIDA (EFECOM). El presidente del Banco Popular español, Ángel Ron, cree que España sigue teniendo un exceso de capacidad bancaria y que las entidades financieras continuarán cerrando oficinas durante los próximos dos o tres años para adaptar sus estructuras a la realidad económica del país.

Durante su intervención en la jornada inaugural del Encuentro de Empresarios en el Pirineo, que se celebra en La Seu d'Urgell, Ron ha asegurado que España ha sido y es aún un país "sobrebancarizado", con un excesivo número de cajeros y oficinas por cada mil habitantes.

"España no es el mejor país del mundo en cuanto a su situación económica y, por lo tanto, hay que ajustar las redes a esta situación", ha señalado.

Ante unos 600 empresarios, Ron ha comentado que esta reestructuración "va a depender de la recuperación económica", aunque se ha mostrado convencido de que el proceso no ha hecho más que empezar.

"Aún estamos en el comienzo del proceso; vamos a tener cierres para los dos o tres próximos años porque todavía estamos lejos del número ideal de sucursales", ha dicho.

El presidente del Popular ha agregado que la banca va a tratar de llevar a cabo estos cierres "de forma progresiva y con el menor impacto posible" sobre los trabajadores, apostando por reducir plantillas con medidas no traumáticas, como prejubilaciones o bajas incentivadas.

Ángel Ron, por otro lado, ha defendido la necesidad de que Europa avance "hacia el sueño del euro", lo que implica apostar por una verdadera unión bancaria y fiscal y también política.

El presidente del Banco Popular español ha reprochado a los países del centro y norte de Europa que "entorpezcan" esta unión fiscal y financiera, a la vez que ha emplazado a los del sur, entre ellos España, a no "echar la culpa" constantemente a los del norte por las medidas de ajuste que hay que tomar.

"Si gastamos más de lo que ingresamos, la culpa no es del norte, sino una obligación nuestra", ha apostillado.

El presidente del Popular ha reclamado, asimismo, unas instituciones europeas "que funcionen de verdad y que sean efectivas y eficientes" para hacer frente a la situación "insostenible" en la que se encuentra Europa.

Ron ha comentado que la unión bancaria requiere de tres patas: la creación de un supervisor único, en el que ya se ha avanzado, un fondo de garantía de depósitos y un organismo de resolución también únicos.

Ángel Ron también ha lamentado las diferencias existentes en Europa en el acceso a la financiación, lo que se conoce como fragmentación financiera, que provoca que dos compañías que son igual de solventes tengan costes de financiación diferentes sólo en función del país en el que están radicadas.

"Eso introduce una desventaja competitiva para las empresas de los países del sur, que han de hacer superiores esfuerzos para vender a precios competitivos", ha afirmado.

"Y eso es así por un prejuicio centroeuropeo", ha denunciado Ron.