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VALENCIA. El pasado martes tuvo lugar una reunión en la Liga Nacional de Futbol Profesional llamada a ser calificada como de histórica por sus asistentes. El objetivo "solidario" básico del señor Florentino Pérez y el señor Sandro Rosell era doble, y en dos direcciones. Volver a la negociación conjunta de los derechos de retransmisiones deportivas frente a las televisiones y reequilibrar las distancias entre el tándem Real Madrid-Barcelona y el resto de equipos de la Liga BBVA.

La propuesta de estas dos ONG's del fútbol español al resto de equipos de primera se ha basado en sus lineas maestras en los actuales modelos de reparto implantados en la Premier League inglesa y en la Liga Calcio italiana. Sólo recordaré un dato, la diferencia de ingresos entre el primer clasificado de la competición inglesa y el último es tan sólo de 22 millones de euros aunque ya tendremos oportunidad de valorar la propuesta definitiva.

¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Es posible mantener una competición donde para la temporada 2009/2010, en la ventana veraniega de transferencia de jugadores, Barcelona y Real Madrid (primero y segundo respectivamente de la Liga BBVA esa temporada) se gastaron más de 380 millones de euros y el Valencia (tercero, siempre en discordia) invirtió 6,5 millones de euros en fichajes? ¿existe el equilibrio deportivo? o, más grave, ¿está adulterada la competición? Hay quienes reclaman, incluso, la intervención de las autoridades de defensa de la competencia.

Ya en su día y con motivo de la medidas de financiación del saneamiento del futbol profesional (y demás beneficios) previstas en la Ley 10/1990, del Deporte, quedaron condicionadas a que durante el período de vigencia del convenio de saneamiento, y hasta la total extinción de la deuda, la Liga profesional percibiría y gestionaría los derechos económicos que generaran las retransmisiones por televisión de las competiciones organizadas por la propia Liga, por sí misma o en colaboración con otras asociaciones de clubes.

Una década más tarde se liberalizaría esta obligación dando lugar al actual modelo de negociación individual de Real Madrid y Barcelona frente al resto de equipos de la liga además de convertirse en la principal palanca generadora de ingresos para los clubes de futbol pero al mismo tiempo una inflación brutal de los costes salariales de los futbolistas colocando prácticamente a la mayoría sociedades anónimas deportivas al borde del abismo.

Hoy parece que a través de esta nueva propuesta solidaria de negociación y distribución de los derechos audiovisuales se podrá acometer una especie de plan de saneamiento "privado" para las finanzas de los clubes.

La temporada pasada, la 2009/2010, los ingresos derivados de la venta de derechos de retransmisiones deportivas supusieron unos ingresos de entorno a 40 millones de euros para el Valencia SAD, tres veces y media inferiores a los del real Madrid (entorno a 140 millones de euros) y al triple de distancia del FC Barcelona (120 millones de euros).

Señor Llorente, una buena propuesta para el Valencia SAD, sus accionistas, acreedores y aficionados, debe partir de varias premisas. La primera es que la distancia en términos relativos entre el Valencia SAD y el Real Madrid y FC Barcelona debe rebajarse significativamente. No es concebible que estos dos equipos más que tripliquen sus ingresos por la venta de derechos audiovisuales.

Y, por otro lado, en términos absolutos debe producirse un aumento cuantitativo, también sustancial, de ingresos por esta partida. La de mayor impacto en la cuenta de resultados del club. De hecho, como bien sabemos y recordamos los chés, solo el Valencia CF SAD (el único) ha sido capaz de ganarle dos ligas a Real Madrid y al FC Barcelona en la última década y eso debe pagarse.

Señor Llorente, estos derechos son un "producto perfecto" para su venta: pasión, drama, singularidad y recurrencia. No lo estropee. Seguramente Real Madrid y FC Barcelona no sean buenos compañeros de viaje pero también, seguramente, necesitan más del Valencia CF que del resto de equipos para acallar muchas voces.

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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)