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MADRID (EP/VP). El escritor Álvaro Pombo considera que actualmente "la mayoría de la gente en España está viviendo novelas intensas, económicas y sociales, y cada uno de nosotros está viviendo una narración dramática si tiene una hipoteca", por lo que ha recalcado que "la religión es casi el único árbol que nos queda para ahorcarnos, es como el opio del pueblo en el buen sentido de la palabra".

Durante la presentación este miércoles de su último libro, 'Quédate con nosotros, Señor, porque atardece', ha señalado que se trata de "una novela con personajes católicos, con unos monjes que se encierran para buscar unas cuantas cuestiones esenciales, y que está dentro del esquematismo católico, a pesar del laicismo reinante hoy en día".

La trama se sitúa en un pequeño convento con solo seis monjes al sur de Granada en la actualidad. Uno de ellos aparece ahorcado y, a pesar de que ha sido un suicidio, el prior ha tomado la decisión de declarar el hecho como muerte accidental. El impacto de lo ocurrido se verá agravado por la determinación de un intelectual mediático granadino de ahondar en la verdadera naturaleza del suceso.

En esta línea, Pombo ha remarcado que los monjes de su libro "se dedican a esa cosa terca y difícil de entender, que es la oración institucional". "Es vigoroso tratar el tema religioso desde gente que se dirige a Dios de manera institucionalizada, pues estamos acostumbrados a una religiosidad más personal", ha argumentado.

Para Pombo, este 'Quédate con nosotros, Señor, porque atardece', "es una novela optativa, como la asignatura de religión, y quien no quiera leerla puede optar por ética o manualidades". "Pero quien la lea alcanzará la summa cum laude en el reino de los cielos", ha sentenciado entre risas.

FUTURO DE LA NOVELA COMO GÉNERO

Defensor de la novela, del ensayo y de la prensa escrita, el escritor cántabro ha rechazado que la novela "haya entrado en decadencia, como dice Luis Goytisolo", y ha añadido que le parece "una gansada decir que ésta se acabó después de James Joyce".

"Otra cosa es que las novelas ya no actúan sobre la sociedad como cuando Charles Dickens escribía novelas de tres pisos, pero ahora hay por ejemplo novelas hispanoamericanas espléndidas de escritores jóvenes", ha defendido.

Por último, ha recalcado que, a su juicio, "ahora las novelas no afectan igual porque hay otras infinitas maneras de relatar historias". "Como los seriales de televisión, que son mucho mejores que lo que yo hago", ha sentenciado.