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opinIÓN Y ANÁLISIS

Jubilarse por castigo

ALEJANDRO SÁNCHEZ SUSTAETA *. 23/05/2013 "El sistema funciona igual que una fábrica que no para de vender, pero lo hace por debajo del coste"

VALENCIA. Desde el año 2008, llevamos escuchando constantemente malas noticias sobre el Sistema de Pensiones español. Esto no es algo nuevo para los que nos aventuramos a estudiar ciencias actuariales a principios del siglo XXI. De hecho, recuerdo las palabras de un profesor, y cito textualmente, que decía: "El sistema funciona igual que una fábrica que no para de vender, pero lo hace por debajo del coste".

En este contexto, el pasado mes de abril se produjo la primera reunión del Comité de Expertos para la reforma del Sistema de Pensiones cuyo informe se espera esté finalizado a finales del mes de mayo. Con tantas noticias sobre dicha reforma, no extraña que el ciudadano medio se pregunte qué le pasa al sistema y, sobre todo, cómo puede mejorarse.

Una descripción: ¿qué le pasa al sistema de pensiones?

Muchas han sido las eventualidades que han afectado a nuestro actual del sistema de pensiones. Empecemos por identificar cuáles son sus principales amenazas. No hace falta ser un gran observador de la realidad para apuntar, a grandes rasgos, las siguientes: 1º Los españoles son cada día más longevos (7,88 millones de personas mayores de 64 años en la actualidad, 17.07% de la población y proyección para 2021 de 9,28 millones de personas, 20.35% - Fuente INE). 2º Los años de cotización tenidos en cuenta para la pensión son escasos. 3ª Una tasa de desempleo de más del 25% y Un IPC real elevado. Pues bien, pasemos ahora a analizar uno a uno estos problemas.

Longevidad y años cotizados

La edad real de acceso a la jubilación en España está en torno a los 63,5 años. (Fuente: Seg-social.es) y la vida laboral tenida en cuenta para calcular la cuantía de la pensión es de 15 años. (RD Legislativo 1/1994 vigente hasta el 1 de enero de 2013). El Gobierno quiere alargar tanto el período de cotización, algo lógico y justo, como la edad de acceso a la jubilación, algo ilógico, injusto y cruel. Realmente, lo que se busca es reducir la cuantía de la pensión y la duración de la misma. Según el INE con datos de 2011, nuestra esperanza de vida al nacer es de 82.1 años (ambos sexos).

La cuantía de la pensión usando toda la vida laboral reduciría dicha pensión a la mayoría de los cotizantes; todo dependerá de la "volatilidad" sufrida durante la vida laboral de cada uno de nosotros; por poner un ejemplo: si alguien con 50 años se quedara desempleado hasta los 56, es muy probable que teniendo en cuenta 15 años de cotización para el cálculo de su pensión, ésta vaya a ser menor que si tenemos en cuenta 25 años de cotización.

Me parece que esta parte de la Reforma genera justicia actuarial para el futuro pensionista. Sin embargo, para la ampliación de la edad de jubilación, lo principal sería intentar hacer cumplir la Ley actual (jubilarse a los 65 años). No tiene sentido penalizar a los futuros pensionistas con la futura nueva reforma si se jubilan entre los 63 y 66 años. Las prisas no nos van a ayudar. Nuestros vecinos suecos tardaron una década en crear un sistema viable y creíble, que hay que estudiar para entenderlo.
Desempleo mayor del 25%.

Las cotizaciones a la Seguridad Social incluyen un porcentaje de desempleo, (1.55% que paga el trabajador y 5.50% que paga la empresa; tipo general), que se ha quedado corto con la tasa de paro actual. El Sistema hoy día no puede soportar estas tasas fijas sin financiación externa; el planteamiento de la cobertura del desempleo ha de enfocarse a la realidad de cada momento; cuando una actividad económica deja de ser rentable, el desempleo debería ayudar al reciclaje; se puede crear un fondo de desempleo que facilite la formación permanente de la población y no sólo sirva para mantener un cierto nivel de consumo.

Inflación

Es uno de los mayores enemigos de los economistas; décadas luchando por controlarla y llega el barril de Brent, y nos hace añicos la política económica; solución propuesta, pese a que mucha gente se quede ciega del susto al leer esto, es no tenerla en cuenta; la productividad del trabajo y el crecimiento real del PIB serían parámetros más eficientes para la evolución del crecimiento de las pensiones que la propia inflación, ya que son los cotizantes quienes pagan las pensiones, y la evolución salarial, tarde o temprano se desligará de la inflación.

Una reflexión crítica: seamos realistas

Las pensiones públicas españolas son elevadas en relación a las cotizaciones. Antes de que se dirijan a mi yugular, permítanme explicarlo con un ejemplo de reducidos fundamentos económicos y matemáticos. Para el año 2013, la base máxima de la Seguridad Social asciende a 41.108,40€ y la pensión máxima de la Seguridad Social, asciende a 35.673,68€. Ello supone una tasa de sustitución del 86,78%. La Seguridad Social ingresa, en el mejor de los casos, de la primera cuantía citada, el 4,70% por parte del cotizante, y el 23,6% por parte de la empresa.

Supongamos que esta persona ha cobrado durante toda su trayectoria laboral esta cuantía (41.108,40€ durante cada uno de sus 35 años cotizados) y la Seguridad Social ha ingresado el 28.3% del mismo, es decir, 407.178,70€ (28.3% x 41.108,40€ x 35 años).

Permítanme que insista pero anulo fundamentos económicos y probabilidades de supervivencia tales como: inflación; tipo de interés cero para las cotizaciones y para las pensiones; cambios salariales; cambios de base de cotización o actualizaciones.

El futuro pensionista cobrará, por tanto, asumiendo que viva hasta los 82 años, 606.452,56€ [35.673,68€ x (82 años - 65 años)]. Recuerden lo que recaudó la Seguridad Social (407.178,70). Vemos que existe un "ligero" desfase de 199.273,86€, generado para toda su jubilación. Este pequeño ejemplo evidencia una "característica definitoria" de nuestro sistema de pensiones.

La Seguridad Social es un pacto intergeneracional; unos cobran hoy por lo que pagaron ayer. Como dice la página web de la Seguridad Social, en su comentario al artículo 87 de la Ley General de la Seguridad Social, "el sistema financiero de la Seguridad Social es el de reparto, es decir, que impone sacrificios a los jóvenes respecto de los viejos; a los sanos respecto de los enfermos; a los ocupados respecto de los que se hallan en situación de desempleo; a los vivos respecto de las familias de los fallecidos; a los que tienen cargas familiares respecto de los que no las tienen; a los de actividades económicas en auge y prosperidad, en fin, respecto de los sectores deprimidos". Y eso está muy bien, no me mal interpreten, pero el problema, es que tal como está planteado el Sistema está siempre a expensas de la población que cotiza en dicho momento y el desfase anteriormente citado se ha de solucionar.

Ahora pensarán, usted critica, pero no propone; se necesitan soluciones y no más problemas. Tienen toda la razón y a continuación les dejo mi propuesta.  Una propuesta: legislemos pensando en solucionar los problemas actuales y futuros del Sistema.

En primer lugar, se debe dotar a la Seguridad Social de mecanismos estabilizadores de control eficaces que mantengan la esencia con la que fue creada; si el Estado tiene estabilizadores automáticos, (impuestos progresivos y cobertura de desempleo), la Seguridad Social debería poseer de mecanismos de control de las prestaciones y de las cotizaciones, es decir, parámetros que permitan un equilibrio en el tiempo entre cotizaciones y prestaciones; estos parámetros deben tener en cuenta proyecciones de envejecimiento de la población, productividad del trabajo, tasa de actividad y de desempleo, crecimiento o decrecimiento del PIB, edad media de la población en activo, esperanza de vida al nacer...

La Seguridad Social debe ser la base de un Estado del Bienestar consistente, es decir, que evite la marginación social, que ayude a mantener un nivel de vida digno de los ciudadanos y por supuesto que permita a sus cotizantes jubilarse con garantías. Asimismo, utilizar medidas de concienciación de la población, sobre todo a los más jóvenes, para que tengan en cuenta que ellos también cumplirán 65 años, o introducir vehículos fiscales que animen al ahorro y a la cobertura de riesgos deben ser complementos necesarios de dichas políticas.

En segundo lugar, tenemos que reducir la cuantía de las pensiones, desafortunadamente esa es la realidad pero ¿cuánto y cómo? Los que somos más jóvenes, no pensamos constantemente en nuestra pensión a la jubilación, y se lo dice un actuario que vive de esto. Pensamos en la de nuestros padres, quienes escuchan, queramos o no, comentarios lanzados sin ton ni son que en vez de aliviarles no hacen sino preocuparles aún más. En la España actual, éste es el verdadero problema. ¿Qué pasará con la generación del baby boom? ¿Cuántas personas mayores de 50 años disponen o dispondrán de un vehículo de ahorro para su jubilación complementario del público? Estamos viviendo una época difícil y volvemos a cometer los mismos errores.

El Estado prohíbe, ordena y tutela, pero ha de ser consciente que no ha de hacer pensar a los cotizantes que "nos jubilaremos por castigo". Desconozco cuántas unidades familiares dependen de la pensión de los abuelos, pero no deben ser pocas teniendo en cuenta que hay muchos hogares españoles con todos sus miembros desempleados sin derecho a prestación; ¿cuántas dependerán de nuestros padres cuando estos se jubilen?

Soy consciente que la futura pensión de la Seguridad Social que cobraré (sí, confío en que tendré una pensión pública contributiva), será mucha más reducida que la que disfrutaron mis abuelos, pero espero que esta diferencia no sea tan grande entre mis abuelos y mis padres. Las generaciones que tenemos más lejana la jubilación disponemos de más tiempo para afrontarla y planificar el futuro y es comprensible que el grueso de la futura Reforma nos afecte en mayor medida que a generaciones anteriores.

Si el Gobierno quiere hacer un sistema más justo, que lo haga, está en su obligación, pero que sea sin lanzar globos sonda, como por ejemplo decir retrasar la edad de jubilación antes de lo previsto en la actual Ley, y siendo consciente que actualmente hay mucha población esperando llegar a la jubilación para tener un sustento tras muchos años de cotización.

Que sean responsables es lo que deseamos todos. Hay medidas que se deben tomar cuanto antes, como tener en cuenta toda la vida laboral, homogeneizar regímenes y sustituir la inflación por otra tasa menos volátil y más acorde a la evolución económica como ya he citado antes. El resto de estabilizadores comentados se deben incorporar paulatinamente observando que tienen un efecto beneficioso para los actuales cotizantes y futuros pensionistas. Lo que deseamos todos es cobrar a la jubilación disminuyendo el riesgo de la pirámide poblacional invertida.

Como ya les he dicho, el mes pasado se produjo la primera reunión del Comité de expertos que preparará un borrador de reforma del Sistema de Pensiones Español. Entre sus miembros se encuentran dos reputados profesores que tuve en mi época universitaria. Conociéndoles, sólo espero que les dejen trabajar.
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* Alejandro Sánchez Sustaeta es economista y actuario.

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1 comentario

carla escribió
22/06/2013 16:27

c.c.s.periodico@hotmail.com

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