LUIS A. TORRALBA. 05/10/2010 El presidente de Grupotec se ha marcado como objetivo cotizar en este mercado antes de junio de 2011. Habla con Valenciaplaza.com sobre su empresa, la cultura directiva y empresarial local e incluso sobre la Ley de Economía Sostenible, entre otros aspectos

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VALENCIA (VP). Tras finalizar en 1987 sus estudios de ingeniería agrónoma por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) inició su andadura profesional dedicándose al ejercicio libre de la profesión, fundando el despacho profesional que fue el germen de lo que hoy es Grupotec. "Un apasionante proyecto empresarial al que he dedicado toda mi vida", apunta el propio Olallo Villoldo, del que es presidente ejecutivo y el principal accionista. Asimismo, es miembro de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y miembro de la cátedra de Cultura Directiva de la UPV.

 -¿Para cuándo esperan estar cotizando en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)?
-En el primer semestre de 2011. Nos gustaría ser la primera empresa valenciana que sale a cotizar en ese mercado.

-¿Van a echar mano de un asesor registrado valenciano para ello?
-Por supuesto que esa es nuestra primera opción, aunque no la única.

-¿Han encontrado ya el socio institucional que están buscando?
-Tenemos negociaciones abiertas y avanzadas con socios potenciales.

-¿Por qué una comunidad con tanta pyme como ésta todavía no tiene ninguna cotizando en el MAB?
-Por una cuestión meramente estadística: son pocas las empresas que están cotizando actualmente y el hecho de que ninguna de ellas sea valenciana no significa nada. A medida que el MAB se vaya consolidando, espero que el ritmo de incorporación de empresas valencianas se corresponda con el peso de la economía valenciana. Para que esto ocurra, muchos de nuestros empresarios tendrán que cambiar de mentalidad. En lugar de ver la entrada de nuevos accionistas como una pérdida de autonomía y control, ver el lado bueno. Cotizar en el MAB puede ser una potente palanca para el desarrollo de las empresas en crecimiento y, además, dotarlas de los recursos necesarios para su expansión, mejorar la notoriedad y reforzar la imagen de la compañía.

Otro aspecto importante es el apoyo de la administración autonómica. En Cataluña, por ejemplo, cuentan con exenciones fiscales para aquellos particulares que inviertan en empresas, con CIF catalán, que coticen en el MAB. Este es un mercado joven que intenta arrancar en un contexto económico muy difícil, por lo que cualquier medida que contribuya a reducir los costes de salida o a fomentar la inversión en las empresas que coticen en este mercado tendrá un gran efecto movilizador. Si se quiere dar un impulso al MAB, la Generalitat Valenciana tendría que poner en marcha medidas parecidas.

-¿Qué le falta a la plaza financiera valenciana para ser un referente a nivel nacional? ¿A qué atribuye la pérdida de protagonismo de la Bolsa de Valencia?
-No conozco demasiado el funcionamiento de los mercados financieros, ni de la bolsa, y no estoy en condiciones de contestar a estas preguntas.  Sin embargo, la existencia en nuestra comunidad de un denso tejido formado por empresas de pequeña capitalización, es una gran oportunidad para la Bolsa de Valencia, que podría llegar a jugar un papel destacado como bolsa regional especializada en el Mercado Alternativo Bursátil.

-¿Cómo valora la cultura directiva y empresarial valenciana?
-Los empresarios valencianos somos emprendedores, dinámicos, muy activos en el ámbito internacional y en materia de exportación, etc. En el lado negativo, pienso que lo que más nos perjudica es el individualismo que nos lleva a crear empresas a nuestra propia medida. La consecuencia es un grado de atomización alto, en comparación con el resto de España, y altísimo en comparación con las economías de nuestro entorno. Las empresas pequeñas son muy importantes, pero para que una región como la nuestra avance es necesario que haya empresas de mayor dimensión capaces de competir a largo plazo en un escenario de globalización de la economía, y que ejerzan un efecto arrastre sobre las más pequeñas.

-Díganos algún motivo de esperanza para salir de la actual crisis.
-Soy un optimista nato, pero creo que todavía nos queda mucho que sufrir. Los españoles todavía no nos hemos quitado la venda de los ojos. Después de esta crisis, el entorno económico internacional será mucho más competitivo y en España no estamos adoptando ninguna medida de calado encaminada a mejorar nuestra competitividad. Por supuesto que terminaremos saliendo de la crisis, pero más por el efecto de arrastre de las economías de nuestro entorno que por méritos propios.

-¿Cómo está capeando Grupotec la crisis actual?
-La manera en que Grupotec está afrontando la crisis tiene que ver más con las cosas que hicimos en 2008, que con lo que estamos haciendo ahora. Reorganizamos algunas de nuestras divisiones de negocio, eliminamos negocios no rentables, hicimos un ajuste de plantilla y costes. Asimismo, rediseñamos nuestra estrategia, aprovechando nuestras ventajas competitivas, centrándonos en los negocios con mayor proyección y más rentables... Anticiparnos y tomar las medidas oportunas contando con el apoyo y el fuerte compromiso de nuestro equipo en todo este proceso ha sido la clave. A consecuencia de ello, en 2009 tuvimos muy buenos resultados y esperamos mejorarlos en 2010. De manera que más que capear la crisis, considero que estamos superándola con nota y esperamos salir reforzados de ella.

-Ingeniería, consultoría y energías renovables, ¿la diversificación es la clave del éxito?
-La diversificación puede ser la clave del éxito para muchas empresas, aunque en nuestro caso no ha sido así. Una de las decisiones estratégicas que adoptamos fue abandonar determinados negocios y mercados para concentrarnos en aquellos en los que tenemos una posición competitiva más fuerte y mejores expectativas de crecimiento. Hoy estamos mucho menos diversificados que hace tres años y más concentrados en aquello que sabemos hacer mejor.

-¿Por qué los procesos de internacionalización no siempre son sinónimos de éxito?
-Antes de aventurarse en el mercado exterior es necesario tener una posición sólida en tu mercado de referencia, contar con un know how que transferir, elegir adecuadamente los países objetivo, etc. Por otro lado, la internacionalización es un proceso complejo, dado que hacer lo mismo que estamos haciendo en España en otro país entraña un riesgo mucho mayor. La internacionalización es una de las decisiones más importantes que puede tomar una empresa y como tal debe obedecer a una estrategia reflexionada y suficientemente sólida. Lo que ocurre actualmente es que muchas empresas se están lanzando a la internacionalización simplemente porque las cosas en el mercado español están muy difíciles, y ese no es un argumento suficiente.

-¿Cuál es la salud de la industria fotovoltaica española en general y la valenciana en particular?
-La industria fotovoltaica española compite en un mercado muy convulso, marcado por la errática política del gobierno central en materia de energías renovables. Pasamos de escenarios de una demanda desaforada en 2008, cuando se instalaron en España 2633 Mw -más de la mitad de las instalaciones que se hicieron en todo el mundo-, a 79 Mw instalados durante el año 2009. En este contexto es muy difícil que las empresas españolas se consoliden para crear un tejido industrial competitivo y sostenible a largo plazo.

Por suerte, a nivel internacional la tendencia es otra bien distinta. La capacidad mundial de energía fotovoltaica creció un 47% en 2009 y continúa su tendencia alcista durante 2010. En este contexto, las empresas fotovoltaicas más sólidas han iniciado procesos de internacionalización orientados a seguir creciendo y ser menos dependientes del mercado español. A las empresas que consigan afrontar con éxito la internacionalización, pienso que tienen por delante un futuro muy prometedor, mientras las que se queden solamente en el mercado español o no consigan internacionalizarse, les auguro un futuro muy incierto.

-¿Qué le parece la Ley de la Economía Sostenible?
-Sin entrar a fondo, ya que el tema da para una entrevista, me parece una contradicción que los políticos pretendan arreglar la economía de un país y a la vez se muestren absolutamente inoperantes a la hora de poner orden en aquello que gestionan directamente, me refiero a la administración pública. Para que la economía española sea sostenible, necesita una profunda reforma de la administración pública. La ineficiencia, las funciones innecesarias, los gastos superfluos, el derroche... lo pagamos los trabajadores y las empresas, y son un tremendo lastre para nuestra economía,. ¿Qué puede ser más sostenible que dejar a nuestros hijos un nivel de endeudamiento bajo y unos mejores hábitos en las gestión de los recursos públicos?

Otro de los grandes déficits de nuestro país es el sistema educativo y la ley de economía sostenible tampoco aborda esta cuestión a fondo. Por no hablar de política energética, ámbito en el que las actuaciones del gobierno están llenas de contradicciones. En definitiva, la Ley de Economía Sostenible me parece más el titular de una campaña de publicidad que un intento serio por crear las condiciones en las que las empresas -verdadero motor de la economía-, puedan mejorar su competitividad y afrontar con mayores garantías los retos del futuro.

-¿Por qué las empresas renovables que cotizan en bolsa siguen de capa caída?
-El mercado de las energías renovables es muy joven y se mueve en base a apoyos instituciones de los diferentes gobiernos. En este contexto, las expectativas, rumores, cambios legislativos... afectan a este sector mucho más que a otros. Habría que preguntarse si los precios de colocación de las compañías del sector eran razonables o incorporaban una fuerte componente de especulación con respecto a las expectativas de negocio. En sentido contrario, en estos momentos de incertidumbre por los cambios regulatorios, los valores estén excesivamente castigados. Sin embargo, el sector de las energías renovables avanza de una manera imparable y no para de crecer a nivel mundial. En 2009, la demanda de energía en el mundo se redujo a consecuencia de la crisis; sin embargo, la energía procedente de fuentes renovables creció un 15,8%.

El sector avanza creando un tejido industrial cada vez más denso y competitivo, que reduce sus costes de producción a pasos agigantados, con un horizonte cada vez más cercano en el que las energías renovables podrán sobrevivir por sí mismas, sin necesidad de apoyos institucionales. Desde esta perspectiva, considero que las expectativas del sector de las energías renovables son muy halagüeñas, con independencia de situaciones coyunturales y de la evolución a corto plazo de las compañías en bolsa.

-Por cierto, ¿qué opina sobre la huelga general del pasado 29S?
-Personalmente no estoy de acuerdo con las medidas adoptadas por el Gobierno. Antes de reducir el sueldo de funcionarios o congelar las pensione se debería haber hecho un gran esfuerzo en la reforma de la administración pública, que se tradujera en un recorte del gasto público. Tampoco estoy de acuerdo con la reforma laboral promovida por el Gobierno. En un momento en el que el problema es el desempleo, el Gobierno facilita el despido, cuando lo que realmente habría que hacer es reducir los costes del trabajo, reduciendo las cargas sociales y demás impuestos que gravan directamente el empleo.

A pesar de que comparto con los sindicatos la oposición a las medidas adoptadas por el gobierno, la huelga general me parece una medida absolutamente equivocada. Si los sindicatos no están de acuerdo con las políticas del gobierno, lo que deberían hacer es fomentar un voto de castigo. Sin embargo, promueven una huelga que sólo servirá para empeorar la situación de la economía, perjudicará a las empresas y no favorecerá en absoluto la creación de empleo.