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VALENCIA. Todos podemos aprender de todos, y en ocasiones da la sensación de que, si no llega un gurú internacional, no podemos avanzar o aportar una solución innovadora. Sin embargo, en muchas ocasiones tenemos muy cerca de nosotros a empresas y directivos realmente innovadores, que aplican formatos y procesos de los cuales podemos alimentarnos, estudiando cómo podemos implementar esas ideas en nuestras empresas y la conveniencia de hacerlo.

Está claro que, en la situación actual, compartir es ganar. Es un momento propicio para que los directivos y empresarios introduzcamos en nuestros hábitos de trabajo la dedicación de una parte de nuestro tiempo a contar lo que hacemos y a participar en foros donde otros cuentan lo que hacen. Este intercambio de know-how poco a poco va dando su fruto, y vemos que cerca de nosotros puede estar la solución que por sí solos no encontramos.

La situación actual es propicia para la innovación. Está claro que la innovación tiene un componente económico importante, en cuanto a que requiere inversión y dotación económica en los presupuestos, pero la actitud de las personas que están detrás (o al frente, según se mire) de las empresas es fundamental para romper moldes y buscar nuevos enfoques y soluciones que superen situaciones actuales. Desde luego, cuando el escenario económico se vuelve tan adverso deben aflorar todas estas actitudes con ansia de cambio, de mejora y de creer que se puede mejorar y avanzar.

La innovación  es un concepto que abarca todas las áreas de la empresa, pero siempre desde un punto de vista de "aplicabilidad" y "mejora". Es decir, aportar nuevas soluciones que son aplicadas dando resultados positivos, bien porque se mejora un proceso de trabajo, se optimiza la organización del equipo humano, se encuentra una nueva forma de presentar el producto, de fabricarlo, de comercializarlo, o se incorporan soluciones novedosas en la logística. Desde la forma de reorganizar el área de compras, hasta los procesos de fabricación de un producto, todo puede ser susceptible de acciones innovadoras que nos lleve a resultados excelentes.

La innovación puede surgir por el azar, pero también puede producirse por crear unas condiciones favorables para que se produzca, o por aplicar unas metodologías de trabajo y organización que crean el marco adecuado para que fluya y la empresa se convierta en hervidero de mejoras constantes. Está claro que una organización orientada a la innovación es y será poco a poco más competitiva, aunque solo sea por esa mentalidad de adaptación permanente que requiere el escenario actual.

Si la innovación es necesaria para evolucionar en este escenario, puede abarcar todas las áreas de la empresa y puede, además, surgir de una metodología de trabajo propicia para que así sea, quienes toman decisiones en cualquier área de la empresa deberían participar en los foros adecuados e introducir en sus hábitos de trabajo, en su propia agenda semanal, un tiempo destinado a cruzar información, a observar a otras divisiones de la propia compañía, a otras empresas, otros sectores, donde estén ocurriendo cosas dignas de ser observadas. Seguramente, en algunas de ellas encontrará de forma natural ideas o soluciones que puede importar a su propia empresa, o a su propia parcela de trabajo.

No estamos aislados. Muchas otras empresas están pasando por circunstancias similares a las nuestras y algunos han dado con ideas o enfoques muy interesantes para resolverlas. Con la colaboración, la constancia y el esfuerzo, los resultados tarde o temprano llegarán.

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Juan Manuel Baixauli es presidente del Grupo Gheisa y del Club de Innovación de la Comunidad Valenciana, que fomenta el intercambio de experiencias, conocimientos y buenas prácticas en gestión empresarial entre compañías.