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Valencia o la diferencia entre esperar un milagro y hacer algo

JOAQUIM CLEMENTE . 13/05/2013

VALENCIA. Les voy a poner dos imágenes, así, para empezar, porque me vienen muy bien para ilustrar lo que quiero explicarles. La primera, la que va justo debajo de estas líneas corresponde a la conocida nave de Cross, ubicada en Valencia, un edificio que fue de la empresa química del mismo nombre y que dejó de tener actividad ya hace décadas: 

La siguiente es otra nave industrial. En este caso está en Madrid y corresponde a la vieja nave de Boetticher, una empresa de ascensores. También dejó de tener actividad hace años:

¿No aprecian ciertas similitudes arquitectónicas? Esas nave central con el techo curvo... No sé. Yo descubrí la segunda hace unos días gracias a un reportaje de este periódico y su visión me evocó a la primera. 

Como les explicaba, ambas dejaron de ser fábricas ya hace tiempo. Y ambas han sido restauradas para otros usos. El Ayuntamiento de Madrid invirtió para convertir este inmueble considerado como patrimonio industrial en lo que se conoce como la Catedral de la Innovación, un centro donde se reúne a emprendedores para que puedan poner en marcha sus proyectos. Alrededor de ese proyecto hay formación, orientación laboral y empresarial... Lo típico que según los expertos es necesario para hacer crecer negocios, algo tan necesario en esta época de crisis.

En Valencia, no hicimos una catedral. Hicimos una iglesia. Pero sin más. Una iglesia católica. No de emprendedores. Vamos, que hay misa los domingos. No recuerdo, y no me voy a poner a buscarlo porque no es el objetivo de esta columna, las condiciones en que se cedió ese espacio a la iglesia de Roma para levantar un templo en recuerdo de las víctimas católicas de la Guerra Civil. Pero la cuestión es que mientras que en Madrid pensaron en transformar aquella vieja fábrica de ascensores en un espacio para el emprendedurismo en Valencia hicimos una iglesia.

Les pongo dos fotos más para que vean el resultado final. La primera es de la Catedral de la Innovación:

La segunda de la Parroquia Santuario de los Beatos Mártires Valencianos:

¿Qué quieren que les diga? Dado que en ambos casos ha intervenido un poder municipal que ha sido quien ha decidido el uso de este patrimonio municipal (en el caso de Valencia, se cedió al Arzobispado de Valencia a cambio de la plaza de L'Almoina, con valiosos restos arqueológicos) creo que en este caso el PP de Madrid estuvo más acertado que el de Valencia, por decirlo de manera suave. 

O por decirlo como toca: en Madrid apostaron por el emprendedurismo y aquí nos encomendamos a la Mare de Déu dels Desemparats para que nos saque de este agujero en el que estamos inmersos. Después nos quejaremos de que nuestros mejores valores se van al extranjero para intentar salir adelante. Cerca me parece.

Ustedes pueden pensar que el caso de la nave de Cross fue un caso aislado. Razón no les falta, porque, solo faltaría, creo que el Ayuntamiento no ha cedido más espacios propios para construir iglesias. Campos de fútbol inacabados sí, pero iglesias no. Por cierto, y ya que la cosa va de fotografías, no se pierdan el nuevo uso que la serie de ficción (menos mal) Cabanyal Z le ha dado al viejo-nuevo Mestalla:

Sí, es un refugio antizombis. Pero retomemos el hilo: ¿Qué ha hecho Valencia con su patrimonio industrial? Pues destruirlo, que es muy del estilo de Rita Barberá. Así, la antigua Tabacalera, las viejas naves de Macosa y la fábrica de cervezas El Túria, anejas a la playa de vías que algún siglo será un parque central, serán arrasadas para convertirlas en pisos (en Madrid, de nuevo, convirtieron el viejo Matadero en un centro cultural). De igual forma que las viejas naves de la calle Jacinto Verdeguer, junto al puerto, también acabarán en su mayor parte destruidas para construir más pisos.

En los tres casos mencionados han dejado en pie un par, unos trozos, para que quede constancia de que allí hubo otra cosa. En las del puerto, han abierto Las Naves, un espacio de creación al que le falta presupuesto y voluntad política para lanzarlo de verdad. Y mientras, la basura se acumula en la parte donde supuestamente irán esos pisos que nos sacarán de la ruina, ante unas naves condenadas a la excavadora:

No entiendo el modelo de ciudad que tiene Rita Barberá. Lo juro. Me esfuerzo pero no lo comprendo. No sé en qué espera basar la recuperación económica. Ni por qué tiene esa obsesión enfermiza por las calles anchas llenas de coches y los rascacielos frente a las casas bajas y las calles de siempre.

El Cabanyal o el Carmen son partes de la ciudad que marcan la diferencia entre Valencia y otras ciudades. Sin embargo, hay en la política urbanística e incluso económica del Ayuntamiento de Valencia, un ansia por anular esa idiosincrasia. Como si molestase. Como si los vecinos de siempre no pudiesen protagonizar el cambio necesario y fuera necesario entregar la ciudad a los turistas o a los especuladores del ladrillo. Ellos nos sacarán de esto, ¿no?  

Creo que no. En un territorio como el nuestro, el peso de las ciudades es esencial para el desarrollo común. El papel que juegue Valencia va a ser clave. Pero nada parece moverse de Cruces adentro. El gobierno local sigue mirando a la dársena como solución de todo, cuando el modelo de explotación de la zona interior del puerto ya se ha demostrado fracasado. 

Dijo Rita Barberá cuando el Gobierno cedió al ayuntamiento la dársena que era la noticia que todos los valencianos estaban esperando. No sé de qué valencianos hablaba la alcaldesa, aunque eso es algo que me ocurre con frecuencia. La cuestión es que no estoy muy seguro de querer que el consistorio local gestione esa zona del puerto si lo va a hacer como ha hecho con otras zonas de la ciudad.

Porque el 'qué bonita está Valencia' no es suficiente. El modelo urbanístico de Valencia es esencial para definir el modelo económico de la ciudad y va mucho más allá de maceteros de flores multicolores. Un diseño que debe conformar una ciudad amable, primero con sus habitantes y después, con sus visitantes. Una ciudad que dé trabajo y genere expectativas. Y una ciudad que sea respetuosa con ella misma. Porque de lo contrario solo nos quedará por encomendarnos a los milagros. Y yo, qué quieren que les diga, no creo en los milagros. 

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10 comentarios

PAra Enrique escribió
15/05/2013 12:05

Aquí los únicos que denostan nuestra tierra son los peperos y sus afines que habéis esquilmado la administración hasta lugares insospechados. Que habéis sido incapaces de conseguir para nuestra tierra una financiación justa y acorde a nuestras necesidades. No supisteis/quisisteis con Aznar, ZP ni con Rajoy. Que habéis hipotecado nuestro patrimonio y encima, cuando alguien duda de vuestro modelo, propone alternativas, visiones, sinergias y, en definitiva, progresar como tierra vuestra reacción es la de tierra quemada: o con nosotros o contra nosotros. Yo lo tengo claro. Estoy con Valencia y con los valencianos, no con el PP.

Francisco Sanz Sánchez escribió
15/05/2013 10:37

Imprescindible reflexión. La derecha no tiene proyecto de ciudad, bueno su proyecto es el no tenerlo, tras 25 años habrá que "deconstruir" ese pensamiento que hace una ciudad sin ciudadanía, un falso mercado, una mal llamada "mano invisible", cuando es una "mano negra". Enhorabuena por este gran trabajo, Joaquim.

adolfo jose escribió
14/05/2013 21:27

los ultimos de la fila asi nos trata a los minoristas del banco de valencia la caixa lo que no saben es que los ultimos seran los primeros,no estamos dispuesto a que nos pagen la accion a medio centimo si fueran listos que no lo son?

Pedro escribió
13/05/2013 20:29

Si ahora Lerma igual lo hizo mejor y toda la colla de izquierdosos arruinapaises

Boro Inot de las Marismas escribió
13/05/2013 16:49

No es cierto, sí que lo sabe, sí lo comprende, es pura matemática: a más obra, más ingresos para la administración y más comisiones para conseguidores, técnicos, políticos y partidos; llámese contratista de obra pública, llámese concesionario de autopista, llámese agente urbanizador, llámese constructora, llámese como se llame, ni un metro cuadrado sin pavimentar. Y cuando ese tipo de obra se degrada.... asco.

jose escribió
13/05/2013 13:07

artículo con un punto frisante y que no se pierde en ensoñaciones. Desgraciadamente, hay más: se va a derribar el edificio municipal de Pérez Casado (horroroso pero de reciente construcción)? Qué hay de la ampliación del Palacio de Congresos? Otra, la destrucción del panóptico de La Modelo (gracias Camps!). Habría que imputarlos a todos por malversación!, p.e.

Tomas escribió
13/05/2013 09:50

Lo mejor de todo es que tu ahora sales a la calle a preguntar por la ciudad y su alcaldesa y la gente te dirá lo "bonica " que la ha dejado, osease, maceteros, farolas y eso si un puente de la flores "presioso". Sra? ha gobernado durante 17 años exclusivamente para sus intereses y el de sus amigos, desde un odio y rencor a todo aquel que no la adulase. Esta ciudad, Rita, provincia, Rus, comunidad los Fabra, esta gobernada por el prototipo caciquil medieval mas oscuro y retrogrado que puedas encontrar en la península, pues pasados los pirineos ya dejaron atrás la edad media ultra católica, donde se quemaban a los científicos, astrónomos y gentes del saber. Aquí lo importante es ofenderse con los catalanes e insultar a todo aquel que no reverencie a la virgen. Así nos va. Y para rato. Ojo, que los del PSPV son mas de lo mismo, pero por lo menos implica renovación, aire fresco a esa cueva llamada ayuntamiento.

carlos escribió
13/05/2013 09:45

Creo que la cosa queda más equilibrada si pensamos en la relación entre los medios y el fin. El fin público está muy bien, pero no hay medios económicos, por lo que ceder bienes a quien pueda mantenerlos me parece perfecto. Hay miles de espacion públicos que no se mantienen. No creo que la falta de emprendedores venga por la falta de espacion para desarrollar su actividad. Dicho esto, soy el primero que le gustaría una cambio de personas en el ayuntamiento, y en general en todo el panorama político Velenciano. Un saludo.

Enrique escribió
13/05/2013 09:36

Creo que estos articulos tendenciosos muestran hasta donde va la deriva del periodismo valenciano que sólo intenta denostar nuestra tierra. Valencia tiene sus viveros de empresas, y muchos, en lugares públicos, uno de ellos hasta sale en la última foto que han puesto, pero les mando otros también http://www.lasnaves.com/espacios_lasnaves.php http://www.ayto-valencia.es/ayuntamiento/empleo.nsf/vDocumentosTituloAux/Vivero%20Municipal%20de%20Empresas?opendocument&lang=1&nivel=8_1 http://inndeavalencia.com/conocenos/quienes-somos http://www.valencia.es/ayuntamiento/empleo.nsf/vDocumentosTituloAux/Vivero%20de%20Empresas?opendocument&lang=1&nivel=7_10 Y no pongo mas por no aburrir, com la Berklee Valencia, etc. Ahora lo censuran si quieren.

mercedes navarro escribió
13/05/2013 07:56

sobre patrimonio industrial de calidad en Valencia sabemos mucho. de tenerlo totalmente infrautilizado tambien. el caso de Sagunto es flagrante. a veces hago responsables a mis compañeros de profesion, arquitectos, y a mi misma por no gritar más alto que lo que tenemos aqui vale mucho la pena y que no hace falta irse fuera para ver cosas que valen la pena.

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