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MADRID. La lupa con la que Bruselas está siguiendo el devenir del sistema financiero español y en particular la situación de las entidades nacionalizadas para la que aprobó las ayudas del MoU, así como la propia evolución de los mercados con tipos de interés a la baja, lo que reduce los márgenes de las hipotecas de estas entidades, están enfriando los planes del Gobierno sobre la posibilidad de integrar de alguna forma la actual banca pública, ha sabido este diario de fuentes solventes.

No obstante, las consultoras Nomura y McKinsey siguen peparando un estudio que les ha sido encargado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sobre las mejores fórmulas, si es que las hay, para integrar operativamente la banca nacionalizada, Bankia, Novagalicia y Catalunya Banc.

QUE FLUYA EL CRÉDITO

Pero hay demasiados obstáculos ahora mismo para pensar que al final se vaya a decidir una integración profunda entre las nacionalizadas, aseguran las fuentes. Aunque no se puede descartar nada al cien por cien sobre todo por dos motivos. Primero, por el interés de Economía en que el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, pilote el posible proyecto. Y segundo, por las necesidades de política económica de hacer que fluya el crédito a empresas y familias, a lo que podría ayudarse con algunas fórmulas desde la banca nacionalizada, que acaba de ser recapitalizada con 40.000 millones de euros.

Sin embargo, también hay dos problemas fundamentales para ello. Bruselas, explican las fuentes, que nunca daría vía libre a una fusión por las buenas ya que además recuerda que las experiencias hasta ahora nunca han sido buenas y hay casos para aburrir, empezando por la de las cajas que dieron lugar a Bankia, sobre todo Caja Madrid y Bancaja y terminando por las gallegas que formaron Novagalicia y muchísimos más ejemplos recientes.

RECORTES DE MÁRGENES DE SUS CARTERAS

Y también, añaden las fuentes, la propia coyuntura del mercado, con una tendencia a rebajas de tipos, que irán consumiendo los recursos de las nacionalizadas a través de los recortes de margen de sus carteras inmobiliarias, lo que provocará una pérdida de su valor, son los dos principales elementos que desaconsejarían ahora una integración excesiva de estas entidades.

De manera que las primeras impresiones que están saliendo del citado estudio son por ahora reticentes respecto a las bondades de agrupar en exceso a las entidades nacionalizadas, es decir, ni holding ni fusión fría ni nada parecido a una integración profunda. Por el contrario, hablan más de seguir saneando y limpiando Novagalicia y Catalunya Banc y venderlas cuanto antes, enteras si es posible y si no a trozos.

HABRÁ ‘COCINA POLÍTICA'

No obstante, el estudio de Nomura y McKinsey, como todos los anteriores encargados por el FROB, llevarán al final una buena parte de ‘cocina política' y hay existe un amplio margen para todo tipo de matices y cabe la posibilidad de hacer algún tipo de integración de servicios comunes y de determinadas políticas, bajo la tutela de un Goirigolzarri con capacidad de encontrar sinergias, aunque cada una siga manteniendo sus propios equipos.

Por ejemplo, y lo ha insinuado recientemente el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, sin dar demasiados detalles, no sería nada descartable que dado que la cartera industrial de Bankia es la mayor de toda la banca nacionalizada y que como el resto de entidades tiene que venderla en un plazo de cuatro años, sea Goirigolzarri y su equipo quienes coordinen o centralicen la venta de empresas de todas las nacionalizadas, a la que están obligadas por Bruselas.

COORDINAR LA VENTA DE LAS PARTICIPADAS

Bankia controla desde el 15% de la aseguradora Mapfre hasta el 13% de International Airlines Group (IAG) la holding de la fusión entre British Airways (BA) e Iberia, casi el 5,5% de Iberdrola, el 19% de Metrovacesa, el 28% de Realia, el 20% de Indra, el 18% de Deoleo y hasta el 16% de NH Hoteles, entre otras participaciones empresariales. Algunas de ellos de auténtico carácter estratégico para el Gobierno de Rajoy en estos momentos como la de IAG, por la que tiene una oferta del fondo público del Emirato de Qatar.

Sin embargo, Novagalicia ya se ha desprendido de bastantes participaciones importantes en Pescanova o Calvo, aunque le quedan otras en Sacyr, Tavex, Adolfo Domínguez y NH Hoteles, entre otras, y Catalunya Banc es entre las nacionalizadas, la que menos acciones de empresas tiene tras su salida de Gas Natural Fenosa.

RETICENCIAS DE LA BANCA SANA

Las llamadas entidades sanas, es decir los grandes bancos españoles, es decir, BBVA, Santander, Popular, Caixabank y Sabadell, están siguiendo con mucha preocupación todo este proceso y los estudios para una integración de la banca pública, y opinan lo mismo que ya dijeron cuando la creación de la Sareb, que se puede provocar un cruce de negocio muy peligroso.

Hay que recordar que fue el ministerio de Economía y su titular, Luis de Guindos, fueron los que tuvieron la idea de coordinar a estas entidades en algunas de sus actividades y otorgar más responsabilidad al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y a su equipo, para liderar la iniciativa propuesta.

GUINDOS LO TIENE CLARO: GOIRIGOLZARRI

Tras el fracaso de la subasta de CatalunyaCaixa, y ante las reiteradas negativas de la Comisión Europea a nada que sonase a fusión entre Bankia, Novagalicia y la catalana, fue el propio Guindos quién impulsó el estudio encargado por el FROB a Nomura y McKinsey con un nombre en la portada: José Ignacio Goirigolzarri.

Luis de Guindos siempre ha mostrado su confianza y un decidido apoyo a la gestión que está llevando a cabo Goirigolzarri en Bankia, única de las entidades nacionalizadas que aspira a devolver el dinero de su saneamiento, y por eso le cree el gestor idóneo para liderar esa posible iniciativa una banca pública más coordinada que se va descafeinando.

Por otra parte, según ha sabido este diario, los drásticos ajustes de plantilla que han provocado cierres de oficinas de la banca que ha recibido ayudas y también de la sana en sus procesos de reestructuración, están provocando la aparición en mercado inmobiliario de algunos agentes que representan importantes paquetes de sucursales bancarias.

CASI 2.000 SUCURSALES CERRADAS EN 2012

Solamente en 2012, la banca cerró 1.961 sucursales en España, lo que provocó una reducción de oficinas bancarias en España de 40.103 a 38.142, según los últimos datos del Banco de España. Si los datos se comparan con el cierre de 2010, el número de oficinas de la banca se ha reducido en 5.022, lo que supone un 11,6% menos.

La Comisión Europea obliga a todas las entidades que han recibido ayudas a vender las sucursales en las regiones que no son su origen.

Estos intermediarios inmobiliarios han recibido el mandato de las entidades para la comercialización de los inmuebles, que se están agrupando por paquetes, dependiendo del gusto de los posibles interesados, ya que vendidas en bloque podrían ser muy atractivas para el propio sector financiero, además de para los habituales inversores de este tipo de producto.