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PORQUÉ SE RETRASÓ EL PAGO A LA UNIVERSIDAD

El retraso de las nóminas a la Universidad, el tropezón de un Consell en el filo de la navaja

A. MOHORTE. 04/05/2013 La demora en el pago para los salarios de las universidades públicas ha sido un error inesperado dentro del complejo sistema de distribución de los fondos de la Generalitat para llegar a fin de mes
Juan Carlos Moragues y Cristóbal Montoro

VALENCIA. Las facturas y los vencimientos van cayendo y el Consell encaja los más urgentes como puede con los recursos a su alcance. Esa es la realidad que tiene que gestionar el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, desde que asumió su cargo el pasado mes de diciembre.

Sin embargo, en este Tetris no siempre se consigue hacer línea. Esta es la razón aludida desde la Generalitat para explicar los impagos y, en abril, el retraso de las nóminas de los trabajadores de las universidades de Alicante y Valencia que han tenido que esperar hasta el 2 de mayo para recibir una retribución que debían haber percibido entre el 29 y el 30 de abril.

La Conselleria de Hacienda atribuye el problema a un error técnico del Banco de España a la hora de escribir los códigos bancarios de Bankia y Sabadell CAM, por ser la primera vez que se recurre este año para pagar a la universidades del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), ya que los recursos convencionales se tuvieron que destinar a otros fines que no están recogidos entre los abonables por este fondo.

Aunque las universidades habían sido advertidas de que los pagos de abril no vendrían de la Generalitat sino del Banco de España por orden del Instituto de Crédito Oficial (ICO), el hecho de que no se produjeran en el día previsto disparó las alarmas en las cinco universidades públicas valencianas, a las que ya se adeuda 1.024 millones por parte del Consell.

EL COMPLEJO ENCAJE DE LOS PAGOS DEL CONSELL

Desde la Conselleria de Hacienda se reconoce el fallo, atribuyéndolo exclusivamente al Banco de España, y se advierte que al problema se sumó el obstáculo de ser festivo el miércoles 1 de mayo, retrasando un día más el pago de los salarios de parte de los 15.000 trabajadores de estos centros.

Mensualmente, la Conselleria de Hacienda asegura pagar una media de 650 millones de euros entre gasto corriente, retrasos y otros conceptos; dejando fuera un buen número de aspectos que pasan a engordar la lista de aspirantes al nuevo plan de proveedores con el que la Generalitat confía pagar lo que debe de 2012 y parte de 2013.

Actualmente, el Estado transfiere al Consell 618 millones de euros, según lo dispuesto en el actual modelo de financiación; más otros 57 millones de euros, que vienen del reparto mensual del montante del FLA. Con estos últimos no se pueden cubrir determinados aspectos como las deudas con los ayuntamientos o la puesta al día de las subvenciones atrasadas, por lo que en abril se optó por apuntar ahí a las universidades, igual que en meses anteriores se optó, por ejemplo, por las farmacias.

MEJOR CON EL FLA

Se da la paradoja que, si no fuera por el retraso, desde las universidades no se ve con malos ojos cobrar por esta vía, teniendo en cuenta las alternativas. En lo que se lleva de año, la Generalitat sólo pagó directamente de sus fondos los meses de enero y marzo, mientras que en febrero se optó por el confirming, una fórmula financiera de pago cuyos intereses corren a cuenta de las universidades, en este caso.

La demora significativa en los pagos a la Universidad comenzó, como en buena parte de las entidades, patronales, sindicatos y demás instituciones, en el año 2010. Como alternativa se empezó a optar por el confirming, que ha ido en aumento desde entonces, generando un coste en concepto de intereses para las universidades que supera ampliamente los 4 millones de euros anuales.

Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la satisfacción de los pagos está siendo complicada ya que, pese a los recortes de gasto, el problema de la Generalitat es la caída de los ingresos, fruto del hundimiento de la actividad económica, el repunte de desempleo y el desplome de la capacidad adquisitiva de los contribuyentes.

Aunque de cara al verano se puede producir una contención del aumento del desempleo, gracias a la actividad turística, la aplicación de los ERE en el sector público, con el efecto que esto tendrá en el paro y en las cuentas de la Generalitat, y el fin de los contratos estivales en septiembre hacen prever una recta final de año que compliquen aún más la situación.

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