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MADRID. La pretensión del Ministerio de Economía y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de elevar por encima del 10% las provisiones exigidas a la banca en las refinanciaciones de sus créditos a empresas, está levantando una tormenta en el sector financiero, según ha sabido este diario. 

El Ministerio de Economía y Competitividad justificaría la nueva norma por su preocupación por la calidad de algunas carteras crediticias de los bancos con empresas, sobre todo con pymes, tras sucesivos procesos de refinanciación, que podrían mantener compañías potencialmente muy peligrosas para la economía nacional.

NO ALARGAR LA VIDA INNECESARIAMENTE

Pero en el fondo, lo que intenta es evitar que ocurra lo que sucedió en el sector inmobiliario y promotor, donde hubo innumerables refinanciaciones que al final no consiguieron salvar a las empresas con problemas y apenas prolongaron artificialmente su vida.

Ahora mismo hay una guerra soterrada que lleva gestándose varias semanas, por lo que no hay nada decidido en firme. Además, esta idea de Luis de Guindos está enfrentando al Banco de España con el Ministerio de Economía, ya que algunos técnicos del regulador consideran excesiva la medida y piensan que pueden obligar a la banca a realizar otro esfuerzo extra en un momento muy complicado para el sector financiero.

ROLDÁN CONTRA CARRASCOSA

Al parecer, aseguran las fuentes, la idea defendida por el ministro Luis de Guindos y también por el director general del FROB, Antonio Carrascosa ha chocado frontalmente con el director general de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España, José María Roldán, al que estaría apoyando el subgobernador, Fernando Restoy.

 El gobernador, Luis María Linde está en otras cosas, añaden las fuentes, intentando encontrar puntos de equilibrio entre las actuales posiciones.

La medida, por supuesto dependiendo de hasta dónde y cómo se aumente el gravamen las refinanciaciones, puede tener un efecto demoledor en la banca y sobre todo en el sector empresarial español, ya que en los actuales momentos de crisis las empresas españolas, tanto las grandes como las pymes, no atraviesan su mejor momento y están permanentemente abocadas a procesos de renegociación de créditos.

CASO PESCANOVA

Un claro ejemplo de cómo puede afectar la medida a las entidades se puede entender con el caso actual del grupo Pescanova. Con deudas de más de 3.000 millones y en concurso voluntario de acreedores, con la norma que prepara el Gobierno, se forzaría a las entidades financieras a elevar las provisiones en los créditos que tenga con la firma pesquera, que ahora por ley están en un mínimo del 10% aunque pueden estar más provisionados, dependiendo de cada entidad.

De manera que, añaden las fuentes, sin los bancos acreedores tienen que elevar sus provisiones para abordar una nueva refinanciación ya que la empresa no puede estar al corriente de sus pagos, quizás se les forzaría a una ejecución del crédito que podría terminar matando a la empresa y ser muy negativo no sólo para los bancos, también para el tejido productivo y empresarial español.

YA SE HA PROBADO ESTA POLÍTICA

Se trata además de una política que ya se ha aplicado con las viviendas y el crédito promotor y que desgraciadamente no ha logrado resultados hasta la fecha. Los bancos provisionan y se quedan los pisos si los clientes no pagan, sin contar el problema social de los desahucios ¿pero luego que hacen con ellos si el mercado no los admite incluso mucho más baratos? Y todo termina en una Sareb seudopública con las viviendas de las entidades nacionalizadas y pseudonacionalizadas o en las propias inmobiliarias creadas por las entidades, Servihabitat, Altamira, etc.

 Y en el caso empresarial, es evidente que muchas ejecuciones irremediablemente llevarían al final a crear un sanatorio de empresas y que la pregunta que habría que hacerse es a quién le interesa hacer un nuevo INI o muchos.

EL 11% DEL PIB EN PROVISIONES Y CAPITAL

Para dar una idea de la magnitud del problema que puede plantearse, por supuesto dependiendo de las fórmulas y la intensidad regulatoria que se aplique en la nueva norma, a cierre de 2011 se habían refinanciado en España en torno a 130.000 millones de euros. Y entre provisiones y capital, las dotaciones efectuadas por el sistema financiero español el año pasado fueron de casi 115.000 millones de euros, más del 11% del PIB español, según declaró recientemente el propio ministro de Economía.

Estas cifras, ya lo ha dicho la Asociación Española de Banca (AEB) y su presidente, Miguel Martín, dan una idea del esfuerzo hecho por las entidades sanas españolas en los últimos años, lo que significa, a su juicio, que están al límite.

PRESIÓN A LA BANCA SANA

Y los grandes banqueros repiten el mismo mensaje a todas horas. Los sucesivos decretos les han obligado a provisionar todo su crédito promotor e inmobiliario por encima del 50%, han entrado en el capital del famoso banco malo, la Sareb (menos el BBVA) y además de arreglar sus propias preferentes parece que finalmente tendrán también que contribuir desde el Fondo de Garantía de Depósitos a solucionar el problema de otros.

Emilio Botín, presidente del Santander, y Ángel Ron, presidente del Popular ya ha dicho públicamente que no les gusta nada esta presión sobre las preferentes.

ÚLTIMO IMPUESTO LA PASADA SEMANA

Y para colmo, el Gobierno acaba de anunciar la próxima instauración de un nuevo impuesto a los depósitos bancarios que deberán pagar las entidades, dentro de la política para converger en tributos con la Unión Europea.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha cifrado entre 250 y 300 millones la posible recaudación por este nuevo impuesto.