Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Juan Roig inaugura Marina de Empresas: "Aspiramos a hacer algo único en España"
• La naviera Boluda incrementa sus conexiones con Canarias mediante un servicio directo desde Alicante
• El IVI abre sede en Roma

VALENCIA. Barclays ha abandonado su oficina central de la Plaza del Ayuntamiento en Valencia -la antigua sede del Banco Zaragozano- para trasladarse a la que tiene en la calle Barcas, tal y como pudo comprobar este diario ayer a media tarde viendo a los operarios metiendo sillas y mesas en un camión situado frente a la entidad.

Fuentes del banco inglés confirmaron a Valencia Plaza que la mudanza, que corresponde a una oficina en alquiler, se encuadra dentro de "un proceso de fusiones de un total de 28 sucursales repartidas por toda España iniciado el pasado año donde decidimos integrar las dos oficinas mencionadas y que han sido las últimas en dicho proceso".

EN PLENAS NEGOCIACIONES

Una operación que, de momento, no ha afectado a ningún trabajador de la sucursal cerrada, según las mismas fuentes consultada, pero que habrá que estar muy atento a las próximas dos semanas, dado que es el tiempo que Barclays tiene estimado para presentar su plan de recortes en España mientras siguen las negociaciones.

"Barajamos que los despidos en la Comunitat Valenciana alcance el 40% y lo mismo para la red de oficinas", advierten.

NO HAY NADA FIRMADO

Unos ratios que suponen la salida de una centena de personas y el cierre de cerca de una treintena de sucursales, pero "todavía no se ha firmado acuerdo y ERE alguno con los sindicatos".

La reorganización acometida por la división española de Barclays en la Comunitat viene hace justo un año. Fue entonces suprimió la territorial valenciana, lo que provocó que Valencia y Castellón formasen parte de la misma territorial junto a Baleares, mientras que Alicante pasara a integrarse en la territorial de España Sur junto a Murcia.

IDAS Y VENIDAS

Unos cambios que provocaron la salida de Manel Casanova como responsable de la Comunitat Valenciana pasando a manos de Genaro Millet, un ex de Bancaja. Para entonces Barclays España contaba con 49 oficinas en toda la Comunitat Valenciana, que eran atendidas por 239 empleados y tenía una base de clientes de 68.500, según los datos aportados desde la propia entidad.

Mientras tanto, Barclays, la primera de las entidades extranjeras que operan en España donde está presente desde 1974, tiene previsto poner en la calle a 1.100 trabajadores de una plantilla total de 3.370.

UN ERE EN VIGOR

Además del cierre de 162 oficinas de las 431 que tiene a día de hoy repartidas por todo el territorio español. Se trata de otro 'tijeretazo' tras el ERE firmado en junio de 2011, y que está en vigor hasta el próximo 31 de diciembre, que contempló medidas de salidas voluntarias y no traumáticas.

Así se explica que los sindicatos estén en pie de guerra y ayer mismo anunciaron por la tarde que hubo un "seguimiento masivo" del primero de los paros parciales convocados por los sindicatos UGT y CC OO para protestar por el "inmovilismo" en la dirección sobre la negociación del ERE.

JORNADAS DE PROTESTAS EN VALENCIA

Precisamente mañana los trabajadores valencianos han convocado una jornada de protestas justo enfrente de la nueva oficina principal de la entidad británcia en la calle Barcas a partir de las seis y media de la tarde. Lo harán bajo el lema 'Por el mantenimiento del empleo, no a los despidos en Barclays', con el fin de rechazar los despidos propuestos por la dirección y cierre de oficinas en la Comunitat Valenciana.

Asimismo, tal y como anunció la semana pasada UGT en su web, se contemplan otras medidas como asambleas de trabajadores, paros parciales y jornadas de huelga.

MIEMBRO DE LA BOLSA LOCAL

Todo ello dentro de su calendario de movilizaciones de una entidad que llegó a ser miembro de pleno derecho de la Bolsa de Valencia, si bien es cierto que apenas cruzaba operaciones.

Pese a ser uno de los gigantes de la banca mundial, la entidad lleva un tiempo en el ojo del huracán tras el escándalo de la manipulación del Euribor durante el pasado verano, que le costó la cabeza al que entonces era su presidente Marcus Agius y también a su consejero delegado Bob Diamond.