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DIARIOS DE COCINA / OPINIÓN

Esta 'roja' no será campeona del mundo (casi con toda probabilidad)

SERGIO ADELANTADO. 20/04/2013 Ha nacido la Selección Española de Gastronomía. Suena bien e incluso impone cierto respeto, pero es como el restaurante No de Madrid, mucho ruido y... poco más. Sucedáneos de la realidad

Los cocineros que forman parte de la Selección de Cocina Profesional (De izda. a dcha. y de arriba a abajo) Antonio Arrabal, Carlos Durán, Chema De Isidro, Toni Pérez y Antonio J. Gras; y abajo, Sergio Fernández, Alberto Moreno, Félix Manso y Juanjo Padilla, posan para los medios durante su presentación como integrantes de "La Roja de la Cocina Española", un equipo de profesionales cuyo objetivo exportar la gastronomía española mediante su participación en concursos internacionales, en un acto celebrado en Madrid. EFE/Pilar Salas

VALENCIA. Todo empezó con el reencuentro de un viejo amigo, gran gurú de la gastronomía española. Parecía que había un buen nivel de entendidos, gastrónomos, prescriptores y algún empresario del sector. Al observar con un poco de detenimiento, me di cuenta de que faltaban "ellos", los actores principales, los cocineros de prestigio internacional que tenemos en España.

Es ahí donde empecé a dudar. Todo olía a deporte, a sucedáneo de selección nacional de fútbol, a la famosa roja pero con cocineros, todos con bastante sobrepeso. La presentación de los miembros del equipo fue al puro estilo yanqui: jaleando sus nombres entre los aplausos, silbidos y gritos del público y de sus compañeros.

 

Todos vestían chaquetillas de cocina de un color rojo indefinido con el nombre del cocinero impreso en la espalda y demás detalles futboleros. Todo un poquito cutre, la verdad. Cada vez que se pronunciaba el nombre de un cocinero miembro del equipo, las caras de mis compañeros y la mía pasaban de la sorpresa a la sonrisa. Sólo conocíamos a uno de ellos y lo recordábamos de un restaurante en Castilla en donde cocinaba arroces mediocres.

Los buenos de Juan Echanove y Rafael Ansón no podían evitar una cara de circunstancias al pronunciar sus discursos. Parecían pensar, ¿que hago yo aquí? Fue el punto más surrealista de la mañana junto con los 'guiris' vestidos con ropas veraniegas que se mezclaban entre los asistentes a la presentación e incluso hacían fotos del escenario, buscando un recuerdo que llevar a su país.

La presentación no podía haber sido en otro lugar: fue el mercado de San Miguel. Parodia de un mercado gourmet: llena de turistas de guías baratas impresas en pdf y en el que los puestos de pinchos precocinados y artificiales con productos de baja calidad van colonizando todo, desterrando lo poco realmente gourmet que existe en el seudomercado.

Vamos que ni es gourmet, ni es mercado. Ahora bien, estaba lleno. Una vez más, los españoles vendemos mal uno de nuestros mayores tesoros, la gastronomía. No debemos permitir que la gente piense que lo que venden allí es paella, encurtidos, pescadito frito o pinchos de calidad. La fuerza del turismo cutre nacional y extranjero ha terminado por hacer vulgar una apuesta interesante en la que muchos confiábamos.

No quiero ser injusto y quizás nuestra nueva selección nos dé muchos títulos y éxitos profesionales, aunque sus miembros no jueguen en la primera división española. Es esto lo que no termino de entender, ¿es esta selección y este equipo la mejor representación de nuestra gastronomía? ¿son el medio y los embajadores apropiados para mostrar lo que somos capaces de hacer por todo el mundo? ¿trasmiten la marca España de calidad y excelencia, que debemos mostrar en el extranjero?

El presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón (c), acompañado por el actor Juan Echanove (a su derecha), y el televisivo cocinero Chema de Isidro (a su izquierda) posa con los cocineros que forman parte de la Selección de Cocina Profesional, durante su participación en la presentación de los integrantes de "La Roja de la Cocina Española", un equipo de profesionales cuyo objetivo es exportar la gastronomía española mediante su participación en concursos internacionales, en un acto celebrado en Madrid

Más bien creo que el interés que despierta la gastronomía y la crisis, que agudiza el ingenio, han desembocado en esta selección de segunda división. Igual que pasa con cierto tipo de restaurantes a los que no vamos a comer sino a mirar y a que nos miren, por su ambiente y su color. Sujetos a modas pasajeras y a tendencias importadas de otros países.

REINOS DE LA PIJERÍA

Todavía no se sí estos restaurantes son buenos o malos para el sector, para la cultura gastronómica y para el turismo. No aportan mucho pero tampoco hacen daño. Todos conocemos el famoso Ten con Ten de Madrid, reino de la pijería, en donde tener mesa es casi un muestra de estatus social.

El otro día mi anfitriona madrileña me sorprendió con un nuevo local. Después del sofoco en el mercado de San Miguel y de la testosterona gastronómica de nuestra selección masculina de gastronomía, me llevó al No. Restaurante para los más bien de Madrid, centro neurálgico de mamis desfaenadas, empresarios con ganas de lucimiento y casaderas de alta alcurnia.

¡Nunca había visto tanta cirugía estética junta! 22 mujeres desde los 30 hasta los 70 y con un solo varón, el que esto escribe. La verdad es que fue divertido, aunque la comida desde luego pasaba a un segundo o tercer plano. (las imágenes que acompañan esta información están tomadas del blog de Caritina Goyanes...).

Todo lo que pedimos era bastante correcto. Todo servido al instante de pedirlo como en un fast food. Comida aséptica, sin pasión, sin vida, como los pechos turgentes, las narices estilizadas y los pómuCroquetas en la mesa con freidora y todo. ¡Qué cool!los empalmados de sus clientas. Una mezcla de italiano, japonés, americano y tapas españolas. Increíble pero cierto.

Lo peor de estos locales son las copias de segunda que generan por imitación en provincias. Estos sí que perjudican el nivel gastronómico en pueblos y ciudades en donde lo auténtico debería reinar por encima de lo importado y superficial.

Os recomiendo una visita al No, vestidos con vuestras mejores galas y siempre después de como mínimo haber pasado por un centro de estética la tarde anterior. Seguro que se alimenta vuestro ego y además podréis contarlo.

Por otra parte, ¿alguien piensa que se puede comer mediocremente en el segundo mejor restaurante del mundo y además ser atendido de manera disciplente y poco profesional?

Pues la próxima semana respondo a esta cuestión.

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1 comentario

Paco Alonso escribió
21/04/2013 10:00

Comparto el ADN de cuanto expones en tu artículo pero en un país como el nuestro consciente (por fin) de la importancia de la gastronomía como motor económico. Es absolutamente normal que hasta el apuntador se sienta habilitado para ejercer de tenor. El mejor ejemplo lo tenemos en nuestra tierra valenciana. Dicho esto, que no me preocupa, ni debería preocuparte y menos indignarte, hago una reflexión. ¿Existe alguien en España para liderar una 2ª Revolución de nuestra cocina? ¿En que consistirá? El panorama no es muy halagüeño y menos cuando la clase política se mete de por medio. ¿Marca España o Marca Hispánica? Quizás debamos de fijarnos en el caso peruano, liderado por Gastón Acurio. Este gran cocinero a convertido la cocina peruana en el motor social y económico del país andino. Quique Dacosta admira mucho a Gastón, y Gastón a Quique.

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