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VALENCIA. La pregunta que encabeza el ciclo que presenta el Muvim para este mes se presenta interesante. En una charla-café auspiciada por el festival de cine DonesenArt y a la que asistieron algunas de las directoras que participaron en el certamen, se planteaba una pregunta de connotaciones quizá algo diferentes, pero parecido objetivo.

La cuestión que allí se dilucidaba era (más o menos, hablo de memoria) cuáles serían las singularidades que distinguían a un cine dirigido por mujeres en contraposición, como es lógico, a un cine dirigido por hombres. A saber, cuál era aquel punto de vista diferente que podíamos reconocer en un cine realizado por mujeres. Como es lógico suponer, el tema era lo suficientemente complejo, tenía las suficientes recovecos como para llegar a una respuesta contundente en el marco de una amena charla de café. Pero la pregunta quedó en el aire, prueba indudable del interés que esta cuestión despierta entre la concurrencia.

Desde una perspectiva diferente aunque, como decimos, muy similar en su fondo, el Muvim nos presenta ahora un ciclo de películas y coloquios en torno a este debate. La pregunta que encabeza el programa, literalmente, sería: ¿Por qué lo llaman cine de mujeres cuando quieren decir cine? Es decir, cuando hablamos de cine de mujeres, ¿existe alguna diferencia sustancial que nos obligue a destacar esta circunstancia (cosa que no ocurre cuando hablamos de cine de hombres) o este cine es solo cine y nada más?

Una cuestión peliaguda, como reconocen los responsables del ciclo al señalarnos en las notas de su programa que "aunque cada vez más mujeres dirigen películas y esas películas son muy diversas entre sí, parece que todavía hay que señalar ese hecho." Y es que, para ellos, el mismo planteamiento de este ciclo da buena cuenta de una realidad que, reconocen, cae "en la contradicción: por un lado, pretende decir que el cine que hacen las per­sonas del sexo femenino es cine y no ‘cine de mujeres', esa etiqueta re­duccionista, pero por otra, el único vínculo de unión de las películas que lo conforman es el hecho de estar dirigidas por mujeres".

Y sigue de esta manera: "Habrá que asu­mir que es difícil escapar de la trampa y eludir etiquetas y guetos." Asumida, pues, la contradicción, el presente ciclo nos invita a asistir a una interesante selección de largometrajes dividido en cuatro bloques temáticos o, mejor, de género (de género cinematográfico, se entiende): el autorretrato, representado aquí ,por la película Las playas de Agnes de Agnès Varda, el drama, con XXY de la argentina Lucía Puenzo, la comedia romántica, con la cinta El amigo de mi hermana de Lynn Shelton, el cine bélico con En tierra hostil de Kathryn Bigelow y, por último, el género documental, representado, en esta ocasión, por la película Paris era una mujer de Greta Schiller.

Como puede comprobarse, cine de todos los estilos y latitudes que nos dará una amplia panorámica de eso que, para bien o para mal, aún se sigue clasificando como cine de mujeres o hecho por mujeres. ¿O es cine simplemente? Veremos. Como siempre, cada una de las proyecciones, así como el coloquio posterior, estarán dirigidos por profesionales de reconocido prestigio del mundo académico y de la crítica. GERARDO LEÓN

Del miércoles 10 al martes 16/4
MuVIM · Quevedo, 10

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