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MADRID. La creación y el desarrollo de nuevas empresas se ha convertido en el pan de cada día de la economía española, o al menos eso parece en la fachada. La regeneración de empleo, el enaltecimiento por parte de las instituciones públicas y privadas de la necesidad de emprender o la puesta en marcha de un nuevo modelo de negocio son algunas de las consecuencias que la situación de crisis actual ha provocado, y que han puesto en marcha un 'ecosistema emprendedor'.

Viveros, incubadoras y aceleradoras de empresa han ido instalándose en las calles de Madrid con fuerza, tanto por parte de la iniciativa pública como de la privada, con el fin de ayudar a emprendedores a desarrollar sus proyectos por la vía más correcta y sin cometer los errores básicos de principiante. 

El secretario general de la Asociación de Viveros e Incubadoras de Empresa (AVIE), José María González, aconseja dirigirse en primer lugar a los viveros de las instituciones y empresas públicas. "No hay requisitos para la entrada, en cambio en las privadas sí". Estos viveros 'públicos' se encuentran orientados a jóvenes emprendedores que están dando sus primeros pasos en el mercado. 

Suelen ofrecer un espacio de trabajo temporal a bajo coste, hasta que su proyecto de negocio adquiere la envergadura suficiente para seguir su camino en solitario. También facilitan servicios como la formación, el asesoramiento integral y el tutelaje, cubriendo todos los aspectos relativos al proyecto empresarial.

‘MADRID EMPRENDE', VIVEROS DE EMPRESA PÚBLICOS

‘Madrid Emprende', desarrollado desde el Ayuntamiento de de la ciudad, pone a disposición de aquellos que tengan una idea empresarial y que crean que es posible llevarla a cabo, la Red de Viveros de Madrid, con actividad en los Viveros de San Blas, Vicálvaro, Villaverde, Puente de Vallecas, Carabanchel y Moratalaz. Según explican desde la plataforma, la iniciativa está orientada a reducir las dificultades a las que se enfrentan las empresas en los primeros años de funcionamiento para abrirse en el mercado.

Lo curioso de este proyecto es que cada vivero de empresa se encuentra gestionado por una asociación y cada uno está enfocado a un tipo de emprendedor distinto. El Vivero de Empresas de San Blas va dirigido preferentemente al sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y está gestionado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). El situado en Vicálvaro recoge  una preincubadora y el Centro Internacional de Negocios de Madrid Emprende. Este centro está dirigido especialmente a alumnos universitarios, por ello está gestionado por la Universidad Rey Juan Carlos.

El Vivero de Empresas de Villaverde  es uno de los distritos de mayor importancia industrial. Se encuentra destinado a empresas del sector de inserción social y está gestionado por la Fundación Tomillo. El ubicado en Puente de Vallecas nace con la finalidad de ayudar a las jóvenes empresas del sector textil y se encuentra gestionado por la Asociación de Empresas Confeccionistas de Madrid (ASECOM).

El Vivero de Empresas de Carabanchel es el mayor de la Red de Viveros del Ayuntamiento de Madrid, está dirigido a trabajadores autónomos, profesionales, microempresas, cooperativas y sociedades laborales que estén madurando la puesta en marcha de un proyecto empresarial y está gestionado por las asociaciones representativas de Economía Social. Por último, en el caso del Vivero de empresas de Moratalaz su orientación sectorial es el diseño e industrias afines.

Los requisitos de acceso para poder incorporar una empresa a la Red de Viveros es que sean de nueva o reciente creación, con una antigüedad máxima del negocio 5 años. También deben ser royectos promovidos por empresas o grupos de personas no constituidas como empresas, pero que en el plazo de una mes lo hagan. Además, deben aportar un plan de empresa que justifique la viabilidad económico-financiera del proyecto y la generación de empleo.

PARQUES CIENTÍFICOS, LOS VIVEROS TECNOLÓGICOS

El Parque Científico de Madrid, fundado por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense, es similar a los viveros de empresas pero con infraestructuras específicas para las empresas científicas y tecnológicas. El secretario general de AVIE, José María González, también hace mención a los denominados Centros Europeos de Empresas Innovadoras (CEEIs) que incluyen a estos parques.

Desde el Parque Científico de Madrid, a través de un intensivo programa de preincubación, incubación y aceleración, las nuevas empresas obtienen el apoyo necesario para consolidar sus proyectos y hacer que éste sea competitivo para el mercado. 

INCUBADORAS Y ACELERADORAS, LA PARTE PRIVADA

Dentro del ámbito privado, son más habituales las aceleradoras de empresas, según explica el secretario general de AVIE. Estas se encargan de hacer crecer de forma intensiva los proyectos en el menor plazo posible. El objetivo: transformar una startup en una compañía atractiva y rentable en poco tiempo.

Una de estas incubadoras es Wayra, impulsada por Telefónica. Ésta busca startups y emprendedores de Latinoamérica y Europa. Como menciona el secretario general del AVIE, encontrar un hueco en este tipo de desarrolladores es más complicado que en los viveros públicos debido a la necesidad de pasar procesos de selección.

En Wayra no importa si se tiene o no una empresa constituida. Lo que importa es tener una innovación, una idea de negocio, un diseño web o un proyecto dentro del ámbito digital en entorno web o soporte móvil. También piden que sean ideas escalables, con potencial de crecimiento y un fuerte componente global. Además de que se basen en un modelo de negocio sólido y que sea viable su despegue comercial en un corto periodo de tiempo.

Otras iniciativas con repercursión en Madrid son las llevadas a cabo por Okuri Ventures, quien se presenta con la marca Tetuan Valley, con la escuela de startups Tetuan Valley Startup School y con la gestión de la aceleradora Startupbootcamp. En tres meses de aceleración, a través de un programa de mecenazgo, los mentores ayudan a los emprendedores a desarrollar sus proyecto y luego les ayudan a presentarse a los llamados 'angel invertors' para captación de capital con el fin de financiar sus empresas.

Mola también es otra de las alternativas a tener en cuenta, incubadora y aceleradora, especializada en empresas tecnológicas. Cink-Emprende es otra aceleradora de reciente creación, en la que optan por diferenciar entre varios tipos de desarrollo: la aceleradora social, la aceleradora Cink y el apoyo al emprendimiento. Dependiendo de las necesidades que presente la empresa, podrá optar por unos u otros mecanismos. 

La Fundación Repsol también ha creado un Fondo de Emprendedores. Éste se presenta como una incubadora, donde se adecuarán los proyectos empresariales al mercado evaluando las alternativas y proponiendo las mejores soluciones posibles para su desarrollo y evolución. El proceso de incubación tiene una duración de hasta 24 meses, en función de las características y necesidades de cada proyecto. Éste se desarrollará en el Centro de Tecnología Repsol. Durante el desarrollo del proceso, el Fondo les prestará apoyo económico, que oscilará entre 12.000 y 6.000 euros al mes por proyecto, así como asesoramiento tecnológico, empresarial y legal coordinado por un tutor.