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VALENCIA. "Exportando es como vamos a sobrevivir al tsunami", advierte Amparo Bertomeu, directora de la asociación de exportadores de mueble de España, Anieme, con sede en Valencia. Únicamente las empresas que están destinando a la exportación más del 70% de su producción se están librando de aplicar ajustes.

"Quedarse aquí y quejarse, no lleva a ninguna parte", asegura Juan Carlos Muñoz, presidente de Anieme. De hecho, la asociación ha asegurado que las empresas que se volcaron en el exterior y limitan su producción para mercado nacional por debajo del 30% no sólo no han recortado plantilla, sino tampoco tiempo de trabajo.

Actualmente, sólo el 25% de la producción del mueble se destina a la exportación, por lo que Bertomeu ha advertido que la dependencia del mercado español de muchas de ellas va a obligar a nuevos expedientes de regulación de empleo (ERE), concursos de acreedores y cierres.

MENOS BUROCRÁCIA

Según Anieme, la actual crisis de confianza de los españoles hacia la evolución de la economía se prevé que mantenga una atonía general del consumo interno, que abocará a muchas empresas a entrar en una lucha de precios y a una destrucción de empleo que puede terminar con buena parte de ellas.

Según Bertomeu, lo que el país necesita es más diplomacia comercial que permita abrir mercados y una acción sectorial unificada de las comunidades autónomas que termine con la actual dispersión de esfuerzos y recursos de las administraciones españolas.

Por su parte, Muñoz ha pedido al Gobierno el pago urgente del IVA adeudado a las empresas. Como ejemplo ha puesto el caso de la suya, que lleva desde septiembre esperando que Hacienda le abone las cantidades que le corresponden.

ARBITRARIEDAD DIPLÓMATIA

Igualmente, ha lamentado las trabas burocráticas que impone el servicio diplomático español, dificultando los visados y permisos de entrada a compradores extranjeros. Por citar un caso, el presidente de Anieme ha explicado como algunos de sus clientes han tenido que solicitar el visado para llegar a España a través del servicio diplomático italiano.

La razón de esta situación está en la arbitrariedad de algunas de las sedes consulares y embajadas, además de a la política de cupos, que afecta especialmente a los ciudadanos del Este de Europa. Esta situación especialmente dañina, ya que son el mercado ruso y el de las antiguas repúblicas soviéticas algunos de los puntos clave en la exportación del mueble valenciano y español.

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