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MADRID. Antes, la televisión pública, cuando se enfrentaba a los televidentes que estaban en sus casas esperando la muerte, emitía espectáculos de revista. Esos programas del tipo de los de José Luis Moreno, con un público en directo formado por señores con su copa de coñac, su mesa con lamparita y su mujer enjoyada al lado; programas que, entre chiste y chiste, servían esencialmente para ver tetas. La justificación que tenían esas emisiones era que en los pueblos perdidos, la gente mayor, de poca cultura, ya se sabe, también tenía derecho a entretenerse y no les ibas a poner documentales checos. Querían tetas.

En verano, ocurría tres cuartos de lo mismo. La parrilla se nutría de tonterías sin más fin que enseñar tetas con refrescantes excusas variopintas. Había que pensar que mucha gente estaba en su casa sola durante las vacaciones de verano, algunos sin poder moverse, también tenían derecho a disfrutar del jolgorio playero y... eso, de las tetas.

Sin embargo, ahora nos hemos encontrado con un fenómeno nuevo. Con temperaturas de no más de diez grados y chubascos generalizados por toda la península, la televisión nos ha dado... más tetas. Y además, contraprogramándose. La oferta de Splash ‘Famosos al agua' de Antena 3 adelantaba su estreno para arruinar el ‘Mira Quién Salta' de Telecinco, programado para el 13 de marzo, otro programa de... tetas, con Olvido Hormigos famosa por su incansable labor como concejala de los Yebenes y, en menor medida, por un vídeo en el que se le ven las... ídem.

Y hay que decir que la idea ha sido un éxito. Seis millones de personas vieron ‘Splash', que venció al todopoderoso Gran Hermano. Los chicos de la casa de Guadalix hicieron sólo un 16% de share, aunque nunca hay que subestimar este formato. En cualquier momento, si se le ven a alguien las tetas por ejemplo, puede repuntar, y estos datos tan bajos son como los resultados en las encuestas del PSOE; bajos, pero que no pueden bajar más.

Aunque, en honor a la verdad, ‘Spash' no es un programa de tetas exclusivamente. Lo es de saltos de trampolín. La gracia no está tanto en las tetas como en el hecho de ver a un pseudofamoso hacer el ridículo. Emilio Ratia, saltador olímpico de esta disciplina, se congratulaba al inicio del espacio de que por fin los saltos estaban donde se merecían. Viendo a Falete dejarse caer al agua a peso muerto... ¿Qué le ha hecho el salto olímpico a este señor para que lo quiera tan mal? 

Con bakalao a tope, el público enfervorecido, el espacio comenzó con el salto de Daniela Blume. La locutora de radio dio lugar al primer debate o polémica de calado. El jurado le recriminó que no iba a ganar el concurso gracias a sus tetas. Todo por unas presuntas palabras de ella en las que aseguraba que se valdría de sus tetas para ganar. No obstante, dijo que no, que lo que había dicho es que no veía bien por culpa de sus tetas. Aclarado el equívoco, el bakalao a tope subió el volumen y el certamen siguió su curso.

Cabe destacar la presencia entre los jueces de José María Gutiérrez Guti. El indómito futbolista del Real Madrid ya ha consagrado lo que le queda de vida al mundo de la farándula y lo lleva más que con dignidad, con galones de general. Se mueve en este terreno con la misma visión estratégica que tenía sobre el césped. Sabe que para permanecer hay que hacerse querer. Su secreto, sencillo. Cada vez que abre la boca parece el papelito de una galleta de la suerte china. Lo importante es que uno sea uno mismo, viene a decir tanto en la televisión como en su cuenta de Twitter, y caray, no invita al odio escucharle. Su perilla platino a lo Hulk Hogan hace el resto. Da colorido, impacto, eso que te hace no cambiar de canal.

También hubo otro momento de máxima emoción. El actor Juanjo Ballesta, le recordarán de ‘7 vírgenes' o ‘Entrelobos', estuvo a punto de quedarse desnudo. No se ató el bañador, se le salió y tuvo que volver a subírselo bajo el agua. Una emoción... algo parecido al gol de Iniesta ante Holanda en Sudáfrica. Si se le llega a ver el culo, los seis millones de espectadores hubieran podido ser catorce. 

Aunque con el salto de Toñi Salazar, ex integrante del dúo musical Azúcar Moreno, esta oferta televisiva ya mostró todas sus cartas. Es, en realidad, como ver crecer a las plantas. Los famosos inician un que si salto que si no, que si me da miedo que si allá voy, y finalmente saltan. Los espectadores que vibren con esta mecánica ¿También ven las fotos de las vacaciones de sus vecinos con especial interés?

La esencia de este juego es que los famosos aprendan a hacer saltos olímpicos con un entrenamiento. El gancho es la superación, tipo Karate Kid, para alcanzar una meta. Pero la caída de Falete al agua, momento más celebrado por la audiencia con un 41% de share -¡medio país!- tuvo la misma base técnica deportiva que arrojar una cabra por un campanario el día de la patrona.

Ya no hace falta torturar a los famosos para que la gente goce, como en Supervivientes, donde también estuvo Daniela Blume, en biquini, claro. Basta con verles dar un salto. Es como un circo para niños, muy niños, de teta. El gato es un animal que puede montar una fiesta espectacular si le acercas el cordón de una zapatilla. Sólo con eso. Visto lo visto ¿conseguirá la televisión en 3D cautivar a la audiencia si un famoso les menea un cordoncito delante de las narices? Luis García Berlanga no quería morirse, decía, sólo por la curiosidad de ver qué vendrá. Seguro que tenía esto en mente.

El presentador, Arturo Valls, recordó con sus gritos de vendedor de calcetines al peso en el Rastro madrileño a los peores años de Enrique Simón. Cuando encadenó dos joyitas de programas, ‘No te lo pierdas' en TVE y ‘Supermarket' en Antena 3, que allanaron el camino para la introducción del Whisper XL en el mercado español.

Ahora la gran duda que queda es saber si Telecinco logrará superar con su Mira Quién Salta a Antena 3. Es digno de interés averiguar si todavía este formato sigue teniendo tirón después de la primera entrega. Lo natural sería que, pasada la novedad, fuera perdiendo interés, pero nunca se sabe. Visto el percal, lo mismo además de desbancar a Gran Hermano también termina superando al fútbol.