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MADRID. Si alguien tuviera que nombrar al principal artífice de la privatización, o como los precursores prefieren, de la externalización de servicios sanitarios, pocos tendrían duda en mencionar a Antonio Burgueño como creador del modelo público-privado que se está gestando en Madrid. El director general de Hospitales de la Comunidad de Madrid y propulsor del llamado Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, ha provocado que la región deje en manos privadas la gestión total de seis hospitales y veintisiete centros de salud.
Esta decisión no resulta nada extraña si se apunta a que fue uno de los padres del Hospital de La Ribera de Alzira, inaugurado en 1999, y que dio nombre al sistema, llamado modelo Alzira, donde se privatiza tanto la gestión sanitaria como la no sanitaria. Burgueño fue el director asistencial de la aseguradora Adeslas entre 1990 y 2001, empresa que junto a Ribera Salud formaba la Unión Temporal de Empresas (UTE) que ganó por concurso la gestión de este hospital cuando el ex presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, presidía.
Burgueño también participó en la creación del primer hospital con el que Madrid entró en el modelo Alzira, en Valdemoro, momento en el que trabajaba para la empresa de sanidad privada Capio. El actual director de Hospitales de la Comunidad de Madrid también asesoró al grupo Hospitales de Madrid en la apertura del centro Sanchinarro. Hasta el momento había sido concejal del PP en Mora (Toledo), pero en 2008 aceptó su dimisión ya que días antes había sido nombrado por el entonces consejero de Sanidad del Gobierno de Esperanza Aguirre, Juan José Güemes, como director general.
EXTENDIENDO EL'MODELO ALZIRA'
No queda escondida la gran participación que tuvo Burgueño en la conformación del modelo Alzira y su influencia en la concesión a Ribera Salud del hospital de Torrejón, actualmente vendido a Sanitas. También adjudicó a Capio los hospitales de Móstoles y Collado Villalba, éste último sin inaugurar por falta de presupuesto. Tampoco parece casualidad que su hijo, Antonio Burgueño Jerez, sea jefe de la Unidad de Desarrollo de Negocio y Calidad de Ribera Salud.
El gerente de Ribera Salud, Alberto de Rosa, escribe en su blog palabras de gratitud hacia el que fuera director asistencial de Adeslas y hace mención a "anécdotas" que dejan patente el papel que jugaba Burgueño tanto en la conformación del modelo Alzira como en las posteriores concesiones de gestión de hospitales de la región a la empresa.
"Antonio Burgueño fue el responsable del proyecto del Hospital de la Ribera desde su gestación hasta la apertura del Hospital" explica De Rosa tras la presencia de Burgueño en el ‘Foro Alzira'. "Su visita a Alzira fue un merecido homenaje a una de las personas a las que el modelo Alzira más le debe. Hoy en día el modelo ha crecido y se ha expandido gracias a Antonio Burgueño[...]".
El gerente de Ribera Salud también hace mención a una anécdota ocurrida en la visita del Consejero de Sanidad de Madrid al Hospital de Torrejón, gestionado inicialmente por esta empresa, que después acabó vendiendo la gestión a Sanitas. "Estábamos Antonio Burgueño y yo juntos y se acercaron un grupo de médicos y enfermeras para hacerse una foto. Antonio Burgueño hizo el ademán de retirarse y yo le dije que se pusiera en la foto porque gracias a él se podía hacer esa foto" apunta.
Para a continuación pedir por escrito al gerente del Hospital de Alzira que igual que la biblioteca se dedicó al Doctor Joaquin Farnós, "le busquemos un espacio del Hospital y se le dedique al Doctor Antonio Burgueño para hacer justicia y que todos nos podamos acordar de él como se merece".
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