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‘La Puglia suona bene’, por J. Á. Vela del Campo

19/02/2013 No es la región de Puglia –en el sureste de la península italiana, denominada a veces por su forma y situación como la del tacón– una de las zonas de la admirada Italia preferidas de los españoles...

VALENCIA. No es la región de Puglia –en el sureste de la península italiana, denominada a veces por su forma y situación como la del tacón– una de las zonas de la admirada Italia preferidas de los españoles. Sin embargo goza de una estimación en cierto modo mítica por los que la visitan con cierta frecuencia, tanto desde el punto de vista paisajístico como arquitectónico. Lo cierto es que posee fuertes dosis de misterio en términos poéticos. En el terreno musical quizás los tres polos de mayor atracción son Lecce, la ciudad del barroco, donde vino al mundo el gran tenor Tito Schipa, cuyas canciones se recuerdan todos los días a las 12 horas en una plaza céntrica; Martina Franca, cuyo exquisito festival veraniego del Valle d’Itria es diferente a cualquier otro (para este verano, en su 39ª edición, ya han anunciado un homenaje a Gesualdo da Venosa, en el cuarto centenario de su muerte, con la primera ejecución italiana de Maria di Venosa, de Francesco D’Avalos), y, last but not least, Bari, la capital, que siempre ha aspirado a ser la Milán del Sur y que últimamente es centro de atención de muchas miradas con la resurrección del bellísimo teatro Petruzzelli, felizmente restaurado después del incendio provocado intencionadamente en 1991. Se habla de este teatro en muchos círculos de la ciudad como un icono cultural, y se le adjudican propósitos de reanimación artística similares a los que, pongamos por caso, ha mantenido en las últimas décadas el museo Guggenheim en Bilbao. El pasado 19 de enero tuvo lugar en el teatro Petruzzelli la apertura de la temporada operística con una representación muy estimable de Otello, de Verdi, dirigida escénicamente con un gran magisterio teatral por el lituano Eimuntas Nekrosius, con un reparto vocal más que razonable (una gran Desdémona de la californiana Julianna di Giacomo, con el tenor canario Francisco Corujo en el papel de Cassio), un coro de muchos quilates a las órdenes de Franco Sebastiani, y una orquesta del Teatro casi debutante después de una época de transición, que no solamente estuvo estupenda a las órdenes de la canadiense Keri-Lynn Wilson sino que tiene la característica insólita de que la media de edad de sus instrumentistas es de 25 años. No les falta razón a los aficionados locales cuando afirman con orgullo que “la Puglia suona bene”.

No es, en cualquier caso, la juventud el único rasgo original del colectivo orquestal. Entre sus planes para la próxima temporada está la formación de dos conjuntos estables dentro de la orquesta, que atiendan los repertorios barroco y contemporáneo, algo bastante fuera de las convenciones de los teatros líricos. En esos grupos los instrumentistas seleccionados estarían reforzados por especialistas profesionales y también por alumnos de los cinco conservatorios de Puglia. A tal efecto se han seleccionado ya 40 aspirantes. La idea, con un carácter solidario y social, además de cultural, es que los conciertos barrocos se extiendan a iglesias y edificios históricos de la zona, y que los conciertos contemporáneos se acoplen a espacios en sintonía con su dimensión musical. Los dos grupos comenzarían su actividad en octubre-noviembre, estando previstas las primeras actuaciones en el extranjero de la modalidad barroca en la Capilla de la Trinidad en Lyon, la Opéra Comique de París y el Festival de Ambronay. Dentro de la proyección local se está elaborando asimismo un plan de conciertos en hospitales, prisiones, asilos y otros centros cuyo acceso a la música es muy limitado o nulo.

De momento, la temporada lírica de 2013 en el Petruzzelli de Bari se centra en Verdi, a propósito del segundo centenario de su nacimiento, con títulos como Rigoletto y Falstaff después del inicial Otello, pero no olvida a Mozart, Bellini o Auber. Hay además una atractiva estación de ballet con coreografías que van desde Marius Petipa a Pina Bausch. El comisario extraordinario Carlo Fuertes, procedente del Parco della Música de Roma, está realizando un sólido trabajo de organización y proyección cultural. Con todo ello, la Puglia no solamente “suona bene”. Cada día está sonando mejor. 

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