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VALENCIA. Comienza la ofensiva. Después de los primeros tanteos, el presidente de la patronal de las pymes Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro (1964), ha iniciado la ofensiva por la presidencia de la entidad autonómica Cepymeval.

Aunque un pacto no escrito ha dejado tradicionalmente la jefatura de esta entidad en manos alicantinas, la sustitución en la secretaría general de Cierval del castellonense Rafael Montero por el alicantino Javier López Mora y la situación de la SGR (tradicionalmente presidida por un castellonense) ha hecho que desde La Plana se plantee un cambio en la estructura de mandos.

El afectado por esta reorganización resulta el presidente de Cepyme Alicante, enfrentado a la sazón a López Mora y al actual presidente de la patronal alicantina Coepa, Moisés Jiménez. Sin embargo, Navarro no se resigna a someterse a las cuotas: "no podemos vivir secuestrados por las ideas de los demás", ha asegurado a Valenciaplaza.com.

LIBRE COMPETENCIA POR EL PODER

Con un año en el cargo, asegura que él no firmó ningún acuerdo y los miembros de la asamblea de Cepymeval deberán actuar en función del proyecto de cada candidato. En su caso, defiende el afianzamiento de la organización frente a Cierval en el ámbito autonómico y la independencia de las provinciales frente a las patronales homólogas de grandes empresas.

Esta actitud choca con las propuestas de concentración que se animan desde Valencia, donde las patronales CEV y Cepymev ya comparten presidente, Salvador Navarro; secretario general, Ricardo Miralles; y avanzan hacia una concentración de recursos que lleve prácticamente a la fusión para optimizar costes.

Sin embargo, el alicantino se opone a este modelo de raíz. "Nadie puede representar a la vez a la petroleras y a las gasolineras", defiende gráficamente. De hecho, asegura que un alto porcentaje de empresarios que se encuentran al frente de pymes "no se ven representados por la CEOE. No todos los intereses son comunes e, incluso, están en ocasiones enfrentados".

Esta actitud no está reñida con la aceptación de una cierta integración con fines prácticos, pero no en una unión que condene a la desaparición a las de las pequeña y medianas empresas. Sin embargo, "¿qué se ahorra haciendo todo desde Valencia?", plantea antes de añadir que él, por ejemplo, no cobra dietas por acudir a un reunión fuera de Alicante por lo que el emplazamiento no repercute, en su opinión, en los costes.

ENEMIGOS ÍNTIMOS

En todo caso, a esas demandas suma su exigencia de plantear nuevos proyectos, acompañándolos también de nuevas personas. En este caso, no ahorra críticas a su paisano Javier López Mora, secretario general de Cierval desde julio de 2011, pero secretario general de Copea durante 16 años.

Esta crítica no viene de nuevas, ya que Navarro ha heredado la vara de mando en las revueltas contra las distintas directivas que ha tenido Coepa desde hace más de una década, cuando ocupó la presidencia Modesto Crespo (posteriormente presidente de la CAM y hoy imputado por la Audiencia Nacional).

Cuando la patronal alicantina atraviesa una situación económica extremadamente delicada, que le ha hecho barajar la declaración del concurso de acreedores, considera que "a la patronal alicantina no se le permita decir lo que tiene que decir". A esto atribuye que su presidente, Moisés Jiménez, haya rechazado la opción de la fusión con Cierval, pero sí haya admitido ciertas concesiones que, en opinión de Navarro, resta autonomía a Alicante.

CAMPAÑA EN MARCHA

La asamblea de Cepimeval está convocada para el próximo 25 de febrero y los distintos aspirantes ya han iniciado sus movimientos. Mientras que Navarro se reunió con el presidente de CEV y CEPIMEV el pasado jueves; los impulsores de la candidatura castellonense hicieron lo propio este lunes. Por su parte, el alicantino tiene previsto reunirse con el presidente de Cierval, José Vicente González, la próxima semana y exponer su proyecto a la junta de la valenciana Cepimev en los próximos días.

Respecto a ese proyecto, se estructura en propuestas centradas en materia laboral, tributaria y de financiación, además de un replanteamiento de la gestión de la formación. En su opinión la actual reforma laboral no está cumpliendo las expectativas porque se pactó con las grandes empresas y no lucha por la creación de puestos de trabajo.

También propone reivindicar la deducción del impuesto de sociedades, ya que su retirada ha perjudicado especialmente a las pymes frente a las grandes compañías. A su vez, plantea crea fondos de inversión específicos para pymes con incentivos fiscales y la puesta en marcha de una cooperativa de crédito, como la que han desarrollado en Alicante, pero de alcance autonómico.

En materia de formación, propone que sea canalizada por las patronales sectoriales, pero recurriendo lo menos posible a las subvenciones públicas, cuyo impago ha sido el quebradero de cabeza de muchas organizaciones.