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Madrid, 8 feb (EFECOM).- El complejo Eurovegas, un proyecto de convenciones y ocio del magnate estadounidense Sheldon Adelson que finalmente se ubicará en Alcorcón, desató una competición entre las comunidades de Cataluña y Madrid, atraídas por los 250.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, que se podrían crear.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha anunciado hoy en una rueda de prensa junto al presidente y consejero delegado de Las Vegas Sands, Michael Leven, que el lugar elegido para emplazar este complejo de ocio y casinos es la localidad madrileña de Alcorcón.

El grupo Las Vegas Sands propiedad del empresario norteamericano informó el 8 de septiembre de la elección de Madrid para construir su proyecto de ocio y juego, una decisión que ratificó el pasado 13 de diciembre Adelson junto con el presidente madrileño, Ignacio González.

Alcorcón, donde la mayoría del PP dio su apoyo al proyecto frente al PSOE e IU, competía por albergar Eurovegas con las localidades madrileñas de Valdecarros, Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz.

Según ha anunciado el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, para construir Eurovegas se usarán 750 hectáreas, aunque el alcalde de Alcorcón, David Pérez (PP), había ofrecido entre 800 y 1.000 con la condición que de se diera trabajo a los 15.000 parados que existen en la localidad.

En Cataluña, el PSC hizo pública su oposición al proyecto. La reunión del conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, con el magnate estadounidense Adelson en Las Vegas concluyó sin éxito.

Sobre su posible ubicación, se ofrecieron terrenos próximos al Aeropuerto del Prat, pero el 7 de septiembre se presentaba en Barcelona un nuevo proyecto frente a Eurovegas, "Barcelona World", que se situará en los terrenos adyacentes a Port Aventura.

El 2 de noviembre de 2011, los entonces ministros de Industria del gobierno socialista, Miguel Sebastián, y el vicepresidente del gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, del PP, confirmaron negociaciones con la empresa Adelson sobre la viabilidad de una "gran ciudad" de congresos y ocio en las inmediaciones del aeropuerto de Barajas, en Madrid.

Desde entonces Adelson ha estado varias veces en la capital de España, donde ha mantenido encuentros con la expresidenta Esperanza Aguirre y con el nuevo presidente, Ignacio González.

No obstante, durante estos catorce meses de negociación no han trascendido todas las condiciones exigidas por el empresario estadounidense para situar el complejo en España, ni las rebajas de carácter fiscal en la tasa autonómica sobre el juego.

No existe información certera sobre las condiciones laborales, fiscales y medioambientales del proyecto, lo que ha llevado a que desde algunos sectores se pida su paralización.

Asimismo, la negociación ha sido criticada por la falta de claridad sobre las cifras de puestos de empleo que se crearán.

Shelson Adelson, propietario de la compañía Las Vegas Sands, anunció el 22 de febrero de 2012, en una entrevista para la revista Forbes que espera ganar decenas de miles de millones de dólares en cuatro o cinco años.

Aseguró también que su idea es construir en Europa el equivalente a la mitad del Strip de Las Vegas que no pudo levantar en Macao, en referencia a la avenida de los casinos en la ciudad del juego en EEUU.

Según se recogía en el diario El País el 12 abril del año pasado, en otoño Adelson quería que se modificara el Estatuto de los Trabajadores para relajar la "rigidez de los convenios colectivos", y la Ley de Extranjería para tener "un trato preferente".

Además, solicitó la exención en las cuotas de la Seguridad Social durante dos años. Pero tras explicarle la reforma laboral del Gobierno, el tema quedó zanjado, tal como aseguraba Jaime García-Legaz, secretario de Estado de Comercio.

Según las cifras que se han publicado en diferentes medios, la inversión del complejo sería de 35.000 millones de dólares (26.690 millones de euros).

El grupo Las Vegas Sands pretende atraer a unos 11 millones de turistas en 15 años que gastarían unos 15.500 millones de euros; y respecto al empleo se habla de la creación de unos 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

El proyecto tendría doce complejos vacacionales, con 3.000 habitaciones hoteleras cada una, y sus clientes principales serían los provenientes de los países de Europa -tanto occidental como oriental- y de los de la extinta Unión Soviética.

Además, se ha señalado que la inauguración podría ser en 2016, y en 2022 se finalizarían las obras. EFECOM