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MADRID (VP/EP). Fitch Ratings ha situado los ratings de Caja Madrid en vigilancia 'negativa' y en 'positiva' los de Bancaja tras la aprobación del plan de integración de las cajas con Caixa Laietana, Caja Insular de Canarias, Caja Avila, Caja Segovia y Caja Rioja para formar un grupo a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP).

La agencia indicó que la vigilancia sobre los ratings de Caja Madrid, que podría ser rebajados en más de un escalón, se debe "a los desafíos asociados al proceso de fusión, que conllevaría altos riegos de la integración, junto a las débiles perspectivas de la economía española y al hecho de que se está integrando con cajas más débiles".

Además, la agencia señaló que el nuevo grupo constituido mediante la integración de las cajas seguirán teniendo concentración de riesgos en los sectores de la construcción y la promoción inmobiliaria en España, al tiempo que mantendrá su dependencia de la financiación mayorista.

Según Fitch, el mercado de financiación mayorista seguirá con dificultades y puede tener efectos importantes en la financiación y liquidez del grupo.

Además, la agencia de calificación ha situado en vigilancia 'positiva' los ratings a corto y largo plazo de otra de las cajas integradas en el SIP, Caixa Laietana.

Fitch indicó que resolverá sobre la vigilancia establecida sobre las cajas una vez cuente con más información sobre el contrato de integración, a finales de 2010.

PRIMER GRUPO DE CAJAS EN EUROPA

El SIP será la primera entidad de España en banca comercial y empresas por volumen de negocio, con 355.613 millones de euros, y el primer grupo de cajas de ahorros en Europa.

Además, el nuevo grupo será la primera entidad financiera en nueve provincias españolas y tendrá una posición de liquidez de casi 30.000 millones de euros.

Con la aprobación el pasado 14 de septiembre del proyecto en asamblea, las siete cajas culminaron su proceso de integración, que se dio a conocer en verano, y que ya fue aprobado el pasado 29 de julio por los consejos de administración.

El grupo resultante de la integración ha solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) un total de 4.465 millones de euros.