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LA OPINIÓN PUBLICADA

La política como negocio: sobres, autopagos o favores rentables

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA. 27/01/2013 "La carencia de rendimientos económicos y de vocación por el servicio público, provoca en muchos políticos el afán por complementar sus ingresos regulares con otros de tipo irregular..."

VALENCIA. Cuando hablamos de la clase política como problema -y aquí lo hacemos a menudo-, uno de los aspectos esenciales de dicho problema es que a menudo nos encontramos con políticos cuya "vocación" resulta más bien de tipo pragmático y centrado en el beneficio personal. Pero, al mismo tiempo, los cauces oficiales de remuneración de la clase política, aunque sin duda son suficientes para vivir dignamente, en muchos casos resultan escasos para los profesionales del sector privado. Para ellos, dedicarse a la política puede suponer muchas renuncias -en términos económicos, profesionales y humanos-, lo que dificulta sobremanera que, en efecto, decidan incorporarse al servicio público, aunque sólo sea durante un tiempo acotado.

Esta doble carencia: de rendimientos económicos y de vocación por el servicio público, provoca en muchos políticos el afán por complementar sus ingresos regulares con otros de tipo irregular; y las noticias desveladas recientemente en los medios de comunicación son una clara prueba de ello. El caso Bárcenas puede evidenciar la existencia de un sistema de pago complementario, con dinero negro, a muchos políticos del PP.

A otra escala, pero también relevante, la espeluznante historia de la Fundación Ideas del PSOE, fundamentalmente financiada con dinero público, y los artículos de la mujer del director pagados a casi 3000 € la pieza es indicativa de qué grado de discrecionalidad y descontrol se alcanza en la gestión de este tipo de subvenciones, concedidas, en la práctica, a fondo perdido, para que sus gestores hagan lo que quieran con ellas.

Los hechos. recientemente desvelados por los medios de comunicación, son graves no sólo por lo que implican en términos económicos. Sino, sobre todo, por lo que desvelan del grado de enquistamiento, y de impunidad, al que había llegado la situación: sobresueldos que se cobran durante años, el director de una Fundación que se paga a sí mismo (o a su mujer, según la versión que nos guste más), sin ni siquiera molestarse en hacerlo con cantidades más razonables.... Este tipo de prácticas no aparecen de la noche a la mañana, y no pueden reproducirse y asentarse de no mediar un clima general de permisividad al respecto.

María Dolores de Cospedal

Otra historia es, por supuesto, la de aquellos que, como quieren ganar más, acaparan cargos y dietas más allá de lo razonable. En este caso el problema no es legal, sino "sólo" ético. Como es el caso de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y su acumulación de salarios, hoy teóricamente matizada; o de los salarios que en su día sumó la ex ministra de Sanidad socialista Leire Pajín; o el llamativo cobro de dietas complementarias al sueldo en concepto de manutención por parte del Presidente del Gobierno y varios ministros (cuyos cargos, por su propia naturaleza, ya cubren todo este tipo de gastos).

POLÍTICA - EMPRESAS: VASOS COMUNICANTES 

Finalmente, tenemos el caso de aquellos políticos que usan directamente su prominencia pública para beneficiarse económicamente, mientras están en política o cuando salen de ella.

Caldera y Mulas, responsables de la Fundación Ideas

En el primer caso, hablamos de prácticas ilegales y, desde luego, inmorales, que si salen a la luz pondrán en grandes dificultades al dirigente político; al menos, en un escenario como el actual, en el que los ciudadanos exigen rendición de cuentas. Entrarían aquí aumentos del patrimonio significativos, que pueden afectar directamente al político o a su entorno familiar inmediato, y también casos aparentemente muy poco importantes en la cuantía económica - pequeños regalos o prebendas-, pero de una importancia simbólica mucho mayor, al ser indicativos de una forma de hacer las cosas, en la que lo público, lo partidista y lo privado acaban mezclándose. Por ejemplo, lo sucedido con los famosos trajes del ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y su vinculación con el entorno de Gürtel.

Por otra parte, cada son más los dirigentes políticos que pasan a participar en el mundo empresarial una vez finaliza su labor. A veces, contraviniendo al menos en el espíritu el régimen de incompatibilidades, justo después de dejar el cargo, como hizo la exvicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado (actualmente en Endesa Chile), o el ex ministro de Trabajo Eduardo Zaplana, que pasó a trabajar en Telefónica al poco de abandonar su escaño de diputado. Otras veces, muchos años después de abandonar la política, como hicieron los ex presidentes José María Aznar (Endesa) y Felipe González (Gas Natural).

Esta es una decisión que, en principio, no tendría nada de censurable; es más, resultaría incluso conveniente, precisamente para no convertir la política en un compartimento estanco, ajeno a la sociedad civil. Sin embargo, no es nada sencillo discernir, en ocasiones, cuándo un político es contratado por una empresa merced a su experiencia y capacidad, a su prominencia pública y agenda de contactos o a motivos menos defendibles. Como, por ejemplo, la devolución de favores que eventualmente el político haya podido hacer en el pasado a la empresa en cuestión; o que, merced a su influencia en la clase política, pueda lograr en el futuro, quizás por vías o procedimientos irregulares.

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#prayfor... Necroposting de la petanca

La semana ha sido ciertamente pródiga en acontecimientos, y todos ellos han tenido su repercusión en Twitter. Desde la alucinante historia, ya mencionada, de los artículos de la Fundación Ideas a 3000 €, hasta las derivaciones del caso Bárcenas, la terrible tasa de paro, los correos electrónicos "cachondos" de Iñaki Urdangarin, o el ridículo del diario El País con la falsa foto de Hugo Chávez, ha habido material más que suficiente para comentar.

Sin embargo, y precisamente para no reiterar asuntos que de alguna manera ya han tenido una repercusión significativa por otras vías, quisiera aprovechar este espacio para recomendarle al lector esta noticia.

José Gómez, campeón juvenil de petacanca, posa para 'La Verdad'. :: VICENTE VICENS/AGM

Si ha cometido el error de no pinchar en el link, reproduciré el titular: "Volveré a estudiar; de la petanca no se puede vivir". Se trata de una entrevista con el campeón de Europa de petanca en categoría juvenil. Una entrevista que, en opinión de este humilde articulista, merecería alguna atención.

No sólo por el magnífico trabajo del periodista, en quien no se sabe a ciencia cierta si son elogios, o cierta cariñosa retranca, lo que desliza al reproducir frases como "antes de disputar la final contra el anfitrión, también tuvo que deshacerse del representante de Mónaco, el gran favorito". Sino porque, además, concurre en ella la circunstancia de que se trata de una entrevista de 2010, pero que ha "resucitado" misteriosamente, para felicidad de muchos, merced a su recomendación en las redes sociales (más de 400 tweets y casi 4000 recomendaciones en Facebook). Algo que no es, ni mucho menos, la primera vez que sucede, como ya comentamos en su día, y que viene propiciado por la falta de contexto y la velocidad con que se transmite a menudo la información en las redes sociales.

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(*) Guillermo López García 
es profesor titular de Periodismo 
de la Universitat de València@GuillermoLPD 

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1 comentario

emigrante escribió
28/01/2013 11:45

Que los políticos son corruptos porque cobran poco? Pues no serán estos http://www.publico.es/449629/madrid-barcelona-y-valencia-tienen-95-concejales-con-sueldo-de-ministros Claro que la Cospedal es de la opinión contraria y por eso ha decidido que los diputados trabajen por amor al arte.

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