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VALENCIA. El desgobierno y la falta de interés por los asuntos públicos que le corresponden están permitiendo a la conselleria de Economía y a su titular, Gerardo Camps, contemplar la pérdida paulatina y definitiva de sus dos grandes cajas de ahorro. La Asamblea de Bancaja esta semana y el día 24 lo hará la de la CAM, ha aprobado su ibntegración en minoría en un grupo controlado por una entidad financiera hasta ahora competidora.

Y si bien desde el punto de vista de Bancaja como entidad y de la óptica cartesianofinanciera la operación es más o menos irreprochable, desde el punto de vista 'nacional' valenciano -regional, si lo prefieren- resulta una pérdida irreparable para la economía del territorio achacable a la apatía y desinterés del conseller de Economía y de la Generalitat que le ampara, así como de los dos partidos políticos, el PP y el PSOE, sin cuyo apoyo la deslocalizacion de ambas cajas de ahorro habría sido imposible. En este terreno también, el financiero, la Comunidad Valenciana ha pasado a ser una nueva extensión de Madrid.

En todo caso, sirva esta tarjeta como despedida de una etapa de la historia económica de la Comiunidad Valenciana. A partir de ahora, borrón y cuenta nueva.