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VALENCIA. Cinco de las empresas de la familia Mondragón han sido declaradas en concurso de acreedores, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), en su edición de este sábado. Se trata de la matriz del grupo, Sociedad de Negocios Mondragón y Mondragón Soluciones, Ramonso, Ruraline y Twin Drops Industrial.

En el plazo de un mes, los acreedores deberán comunicar sus créditos con las empresas del grupo al administrador Magdaleno-Ramos y Asociados para su inclusión en la lista de acreedores. El Grupo empresarial valenciano Mondragón Soluciones nació hace más de medio siglo centrada en la transformación de termoplásticos de ingeniería.

Tradicionalmente, la empresa ha contado con dos grandes divisiones de negocio, una destinada a ferrocarriles y otra para la gestión de agua. En su producción, Mondragón desarrolla desde la investigación y diseño del producto, hasta su fabricación, instalación, modelos de financiación y gestión.

En tecnología para regadío, la firma esta especializada en el diseño y construcción de sistemas colectivos de riego a presión. Además de contar entre sus clientes con administraciones públicas, comunidades de regantes y destacadas compañías de ingeniería, la empresa participa en la contratación y ejecución de grandes proyectos en licitaciones internacionales.

ENFRENTAMIENTO ENTRE LOS SOCIOS

En lo que se refiere al ferrocarril, Grupo Mondragón Soluciones negoció la venta de este área a la multinacional francesa Delachaux en 2011, lo que llevó a un recrudecimiento del enfrentamiento entre los hermanos. Concretamente, Elvira Mondragón García, propietaria del 26,98% de Mondragón Soluciones, presentó una demanda para la anulación de la operación.

La hermana menor de la familia, que dejó de trabajar en la compañía en 2008, consideraba que se habían vulnerado sus derechos de información, acusando a sus hermanos de haber actuado de espaldas a ella. Además, aseguraba que la venta no se había acordado en el consejo de administración de la sociedad holding del grupo.

Por otra parte, advertía de la posible existencia de un conflicto de intereses, ya que tras la venta, sus hermanos Andrés y Antonio Mondragón pasaron a trabajar para Railtech Sufetra, la filial de la marca francesa a través de la cual se había hecho la operación.

Para entonces, Elvira Mondragón García ya había presentado cinco demandas contra sus hermanos en relación a diversas decisiones tomadas por sus hermanos en la gestión de la compañía.