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VALENCIA. La sicav Inversions Etiques de Balears ha seguido los pasos de Bankia Cooperación Ética y Solidaridad y ha reducido su capital en circulación un 20,76%, tal y como ayer se recogía en la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Dicha sicav, que fue registrada en noviembre de 2002, acusó "entre los pasados días 8 y 10 de enero ventas por valor de 373.720 acciones", según rezaba el hecho relevante remitido al organismo supervisor que preside Elvira Rodríguez.

La sociedad está presidida por Juan Antonio Soriano Diego, director de la territorial Barcelona y Cataluña Sur de Bankia y antiguo director de Negocio de Baleares de la entidad dirigida por José Ignacio Goirigolzarri.

CERCA DEL MÍNIMO LEGAL

Entre los consejeros que figuran en este vehículo de inversión para grandes patrimonios aparece Javier Lucas Pérez, tal y como se observa en la web de la CNMV, que recientemente fue fichado por Mirabaud para formar parte del equipo valenciano.

Al cierre del tercer trimestre del pasado año -últimos datos que ofrece el supervisor- contaba con 2,09 millones de acciones en circulación (vs. los 2,23 millones del periodo anterior), mientras que el número de accionistas totalizaba 104, apenas cuatro por encima del mínimo legal establecido. A esa fecha un titular mantenía una participación significativa de 569.016 acciones, lo que representaba el 27,21% de las acciones en circulación.

UN PATRIMONIO EN FRANCA CAÍDA

Tal y como sucede con su sicav 'hermana' Bankia Cooperación Ética y Solidaridad -ambas están domiciliadas en Madrid-, el patrimonio se ha visto mermado considerablemente en los últimos cuatro años, al pasar de los 32,97 millones que tenía al cierre de 2009 hasta los 9,26 millones que mantenía a 30 de septiembre pasado.

La rentabilidad aculumada a esa fecha arrojaba un dato negativo del 4,22% en línea con la pérdida del 7,71% en 2011 y del 3,35% en 2010.

CARÁCTER DEFENSIVO

Todo ello después de haberse disparado un 12,21%, según recoge su último informe trimestral. Una caída pese a tener prácticamente la mitad de sus inversiones en renta fija.

Entre las mismas figuraban participaciones en deuda soberana y privada española, pagarés del Popular y Banca March, bonos de Unión Fenosa, además de acciones de hasta una docena de cotizadas nacionales -entre ellas los 'blue chips', BME, Técnicas Reunidas y Ferrovial, por citar algunas-; y participaciones en cotizadas extranjeras de la talla de Total, Allianz, Siemens, ENI, France Telecom y Suez.