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María José Ferrer: "Hoy en día resulta muy difícil 'enamorarse' de un partido político"

MARÍA COSTA. 31/12/2012

VALENCIA. "La búsqueda de fraude en pensionistas y parados no va a resolver la crisis", según María José Ferrer de Sansegundo (Valencia, 1962), "hay que mirar con lupa el capítulo de gastos públicos y el sentido que tienen algunas instituciones públicas en el siglo XXI". Analista política, pero sobre todo abogada en ejercicio, considera que en estos momentos de crisis ni se pueden aplicar medidas disuasorias, como las tasas judiciales, ni concebir que por ser de izquierdas o derechas tienes que pensar únicamente de una manera. "Gallardón debería pensar que cuando estamos todos en contra debe ser por algún motivo".

Pero además es una mujer con muchos recursos. Violinista. En su juventud tocó en la Joven Orquesta de Cámara de España. Ha sido presentadora en Canal 9 con el programa Parlem Clar, columnista de prensa y profesora de Derecho Civil de la Universitat de València durante 16 años. En su casa la música es imprescindible y tanto su marido, que "canta como los ángeles", como sus hijos, que tocan el piano y el violín, amenizan las veladas familiares que en estas fechas son tan habituales.

-Jurista y politóloga, ¿de qué ejerce más últimamente?
-Mi actividad principal ha sido la de jurista. Desde hace 27 años ejerzo como abogada y como profesora de Derecho Civil en la universidad, empecé a los 25 años.

-¿Y además es violinista?
-Sí, hay quien dice que soy renacentista y polifacética, pero no son definiciones muy modernas.

-¿Le gusta más friki?
-Bueno, bueno. La verdad es que siempre he necesitado hacer muchas cosas a la vez. Formé parte de la Joven Orquesta de Cámara de España y por casualidad, más tarde, empecé a hacer análisis políticos.

-¿Cuál fue el azar?
-Una persona que me invitó a participar en tertulias televisivas en Tele 7. Digamos que me gustó tanto que decidí formarme en Ciencias Políticas y de la Administración, con cierto esfuerzo por la edad, pero ya que estaba, quise formarme mejor.

-¿Qué tiene de apasionante el análisis político actual?
-Por un lado tenemos una crisis económica sin precedentes, una crisis política y otra institucional. Se está resquebrajando la confianza y algo que me parece grave e importante es que asistimos a una desafección de los ciudadanos por la clase política. La entiendo porque a mí misma me pasa. Hay muchos problemas, la gente lo está pasando muy mal. La paciencia ya no es suficiente. Por otro lado creo que la sociedad civil tendría que implicarse más. Los que hemos tenido la suerte de formarnos en ella, éste es el momento de devolver a la sociedad lo recibido.

-¿Se volvería a apuntar a un partido político, como ya lo hizo en su juventud con el Partido Reformista Democrático?
-Ni lo contemplo ni lo descarto. Para mí la política es como un matrimonio al que se llega muy enamorado. Aunque actualmente es muy difícil enamorarse de los partidos políticos existentes. Pero a la vez, y aunque sea una contradicción, siento la necesidad de ayudar y aportar algo. El problema es cómo.

-¿Cambiando el sistema?
-Si la coyuntura fuera distinta, el sistema no se vería tan imperfecto, pero las malas situaciones evidencian más los defectos. Lo que está claro es que el sistema tradicional necesita una revisión porque el problema, más que las personas, es el proyecto. ¿Cómo se llega a ser candidato? ¿tendremos listas abiertas o no? Otro cambio tiene que llegar por los modos. No puede ser que un político mientras actúa, la mitad de él esté pensando en cómo preservar su escaño. De todos modos presumo buena fe a una parte de los políticos, excepciones personales aparte que acaban en los tribunales. Dinamitar lo conseguido no es el camino.

-¿Cómo construimos la sociedad?
-Para empezar no pensando que el otro no tiene razón en nada. Estadísticamente es imposible que esto ocurra. Esto lastra el sistema. Esta polaridad se reproduce como una plaga entre partidos políticas, izquierda o derecha, y en el resto de sectores, periodismo, medicina, derecho, etc. De tal modo que llegas a vivir situaciones enloquecidas, como, que antes de contratarte para participar en una fundación, revisen qué dijiste en tal o cual medio de comunicación. No se puede etiquetar tanto a la gente. Pensar de una manera en un tema y de otra en otro, es normal y también sano. Lo contrario, la polaridad, empequeñece el desarrollo de la política, el diálogo y la posibilidad de encontrar soluciones. En un momento tan grave como el actual, cambiar estos mecanismos de convivencia es muy necesario.

-¿La debacle del PDR no la animó a seguir en política?
-En mi juventud además de seguir con entusiasmo los debates televisivos, me inscribí en el Partido Reformista Democrático de Antonio Garrigues Walker y Miguel Roca con el que fui candidata al Congreso de los Diputados. Pero el fiasco fue tal que no quedaron ni las brasas y tuve que abandonar esta vertiente personal. El PDR se presentó antes de tiempo a las elecciones, pese a contar con un gran apoyo mediático y financiero. Fue tal la decepción, porque para una vez que me enamoraba hasta las trancas, que me fui a mi casa. También es verdad que algunos pasaron a otros partidos y han tenido grandes responsabilidades en esta comunidad.

-¿Cómo ve la situación del PSOE en España?
-El PSOE está en el peor momento histórico. Va a tardar mucho tiempo en poder superar el lastre de la pésima gestión de Zapatero, tanto a nivel económico como con respecto a las crisis territoriales que se abonaron en sus años de gobierno.

-Pese a los intentos de algunos sectores del partido por cambiar la dirección parecer ser que otros se resisten
-El problema va más allá de cambiar a Rubalcaba por Chacón o García Monje. Mantener los estilos y las formas de circular producirá más de lo mismo. La sociedad habla, pero no la escuchan. Las elecciones catalanas han dado unos resultados, pero ellos, tanto PP como PSOE hacen lecturas equivocadas. Es decir para ellos como el fracaso en relación a lo que era la expectativa ha sido de CiU los demás no han fracasado. También creo que Rubalcaba debería darse cuenta de que su tiempo ha pasado.

-¿Y la situación del PP?
-Es evidente, y lo dicen las encuestas, que su modo de gobernar ha generado una gran decepción en la sociedad. No sé si tendrán tiempo para mejorar la economía, pero lo que se ve es desencanto y desconcierto en sus votantes. Muchos de los compromisos políticos con los que llegaron al poder no se han cumplido y si lo han hecho ha sido en sentido inverso. Les ha fallado la comunicación. Ni lo han comunicado, ni ha sabido cómo hacerlo.

-En su faceta como periodista presentando debates en TV como Parlem Clar o el Agora ¿se ha sentido libre ejerciendo esta profesión?
-En la etapa de Ágora en Tele 7 dirigí los debates, no así en Parlem Clar, de Canal 9, donde mi función fue simplemente de presentadora. En Tele 7 tengo los recuerdos más gratificantes de mi vida. Me apasiona la política y la comunicación. Y allí sí tuve absoluta libertad para elegir temas y contertulios. En Parlem Clar fui simplemente presentadora. Aprendí mucho, aunque no siempre fue fácil, pero hice grandes amigos.

-¿En Parlem Clar daba la sensación que siempre iban los mismos contertulios?
-A veces se podía pensar esto. Siempre he pensado que los debates son más enriquecedores cuando se presentan ideas distintas, pero en el momento en el que se emitió el programa, durante el tema Gürtel, no tuvimos que recordar ninguna interpelación parlamentaria y se hizo con bastante dignidad. Aunque insisto fui una simple presentadora, no tenía voz ni voto en la elección de ponentes ni de temas.

-¿Volvería a hacerlo en esas condiciones?
-En este momento y dada la situación de Canal 9, no. Me prorrogaron la temporada, pero por otra serie de circunstancias finalmente prescindieron de mí.

-Hablemos de actualidad. Se anunciaba hace unos días que el Gobierno iba a buscar en empresas, pensiones y paro si había fraude, ¿cree que deberían buscarlo también en el capítulo de gastos públicos y analizar qué sentido tiene en el siglo XXI instituciones como el Senado o las Diputaciones?
-Absolutamente de acuerdo. El problema está en el gasto, no en el ingreso. Un artículo alemán se refería a ello recientemente recordando que nuestro sistema territorial en lo que es multiplicidad de gasto es insostenible. Hemos querido hacerlo así para cumplir una serie de compromisos políticos y no agraviar a las regiones, pero al final tenemos una situación insostenible. La búsqueda de fraude en pensionistas y parados no va a resolver la crisis.

-Ya que le toca de cerca ¿tiene ya claro cómo va aplicar las tasas judiciales a sus clientes?
-En esta cuestión soy muy crítica y muestro mi público desacuerdo. La cuantía es desproporcionada, tanto para el nivel como para los recursos económicos que tiene la clase media. Las tasas son justas cuando son disuasorias no cuando su fin es recaudatorio o inhibitorio. No me gustan los criterios aducidos para aplicarla, porque no son ciertos. Las personas no abusan a la hora de acudir a los tribunales. Nosotros somos los primeros en informar a un cliente si vale o no la pena reclamar. Además esta medida ahogará más a los despachos pequeños de abogados. Gallardón debería pensar que cuando estamos todos en contra debe ser por algún motivo.

-¿Dónde se quedó la violinista que lleva dentro?
-Está. Un músico nunca deja de serlo. Empecé a los seis años. Estudié varios instrumentos, compuse obras y la dejé porque en un momento de mi vida estudiar Derecho fue la única opción. Quería estudiar periodismo, pero había que salir fuera de Valencia. Estudiaba con becas y al no poder irme a Madrid me matriculé en Derecho pensando en cambiar al año siguiente. Me enriquezco mucho con lo que te da la vida. No tengo miedo al cambio. En la facultad me conocían como la violinista y en cuarto de Derecho me percaté que la vida del músico no era tan divina como la había imaginado. Soy la abogada que soy por el músico que fui. Todo lo que hemos sido no desaparece, se integra. De hecho utilizo los signos musicales cuando hago escritos.

-¿Entonces sus navidades están siendo musicales?
-Tengo dos hijos. El mayor estudió piano, ha estado en un grupo musical y mi hija toca el piano. Ah! y mi marido canta fenomenalmente. Sus amigos le llaman Sansinatra y además es sobrino nieto de Joaquín Rodrigo.

-¿Lo veremos en la próxima edición de La Voz?
-Eso le digo, que se presente.

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3 comentarios

Guillem escribió
02/01/2013 11:56

Att Carlos: A mi también me lo ha parecido, unos hace una gestión pésima (que según que cosas es indudable) y los otros tienen "problemas de comunicación"...y se queda tan pancha..... y eso que ambos gobiernos están sufriendo la peor crisis mundial por encima del 29...... Eso sí nada de la corrupción que tenemos por estas tierras...problemas de comunicación ¿verdad?

Anabel Estivalis escribió
31/12/2012 20:47

Es lo más razonable, inteligente e interesante que he leido sobre la situación politica de nuestro pais. Lastima que esta chica no siga apareciendo en TV, porque intentaría no perderme ninguno de sus programas. Me encanta lo que dice, y lo bien que lo dice.

Carlos Ruz escribió
31/12/2012 08:21

Curiosa politóloga. La de Zapatero fue una pésima gestión, pero el modo de gobernar del PP ha generado una gran decepción en la sociedad, según la encuestas. No sé, para entrevistas amables y que no repregunten, ya tenemos los otros periódicos, ¿no?

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