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La impugnación del laudo de Montalvo y el cierre de la línea con La Habana tensan las relaciones del Gobierno con Iberia

A.L.M.. 16/12/2012 Iberia y IAG ratifican sus planes al margen de presiones

MADRID. La decisión de Iberia de impugnar el laudo del mediador puesto por el Ministerio de Fomento, Jaime Montalvo, que ahora podría repetirse, así como su reciente anuncio de que la aerolínea dejará de volar a La Habana (Cuba) el próximo año por la falta de rentabilidad de ese vuelo, han sido los dos motivos principales por los que algunos ministerios del Gobierno, sobre todo Fomento, se han posicionado contra la aerolínea que preside Antonio Vázquez, según ha sabido este diario.

La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional tumbó recientemente el laudo arbitral que puso temporalmente fin al conflicto entre la dirección de Iberia y el sindicato de pilotos Sepla, y que había sido recurrido por Iberia Express por entender que le afectaba y no se había podido pronunciar.

Tras apreciar un defecto procedimental esencial en la tramitación del arbitraje hecho por el catedrático Jaime Montalvo, que había sido designado por el Ministerio de Fomento, la Sala consideró que debería escucharse a Iberia Express para asegurar su derecho de defensa, ya que lo establecido afectaría a sus relaciones laborales y jurídicas y no se había hecho.

Como se recordará, este arbitraje frenó la oleada de huelgas de pilotos de Iberia de finales de 2011 y principios de 2012 contra la decisión de la compañía de poner en marcha su filial de bajo coste Iberia Express. Iberia ganó la impugnación por un defecto de forma, pero con ello logró evitar la obligación de incluir a los pilotos de Iberia Express dentro del mismo escalafón de la compañía matriz, que era lo que no le gustaba del laudo emitido, y que obviamente se había celebrado desde el Sepla.

EL LAUDO PODRIA REPETIRSE

Ahora el auto tiene que repetirse y tras llamar Montalvo a la compañía para hacerlo, Iberia ha puesto en marcha todas sus baterías jurídicas para impedir que sea este catedrático quien lo haga. Por ello, la dirJaime Montalvoección de la aerolínea le ha instado a abstenerse formalmente de llevar a cabo cualquier actuación que pretenda dar cumplimiento al fallo de la sentencia de la Audiencia Nacional, al considerar que está "contaminado" y dudar de su imparcialidad.

Siguiendo esta estrategia, Iberia ha pedido al Gobierno que aclare si el arbitraje debe repetirse y que si es así, que adopte las decisiones pertinentes sobre este asunto. La compañía aérea recuerda al árbitro que la nulidad de un laudo exige, para que se reproduzca el arbitraje, la renovación del compromiso arbitral entre las partes o, en caso de arbitraje obligatorio, la adopción de un nuevo acuerdo al respecto por el órgano competente.

La dirección de Iberia ha querido dejar constancia expresa de que no reconoce la existencia de mandato arbitral alguno a favor de Montalvo, al que considera "objetivamente contaminado" como según la aerolínea ha quedado de manifiesto en el desarrollo del proceso, motivo por el que considera que no reúne las condiciones de "imparcialidad y neutralidad" requeridas. Por ello, ha pedido a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que si el procedimiento arbitral debe reproducirse, proceda al nombramiento de un nuevo árbitro.

Lógicamente, si a la ministra le sentó mal la impugnación del laudo, es previsible que tampoco haya recibido de buen agrado el misil de Iberia negándose a que Montalvo emita un nuevo laudo. Lo que parece claro es que hay batalla jurídica para largo.

El otro asunto de los actuales planes de Iberia que no ha gustado al Gobierno al margen del conflicto laboral que puede abrirse, ha sido la decisión de la aerolínea de anunciar que dejará de volar directamente a algunos destinos turísticos como Atenas, Estambul, El Cairo, Santo Domingo y La Habana.

Y en particular, que se suspenda el vuelo a La Habana, para algunas fuentes próximas al Ejecutivo algo que "ni Franco se atrevió a hacer". Además, la decisión de Iberia de suspender este vuelo se ha producido apenas una semana antes del anuncio del acuerdo con el Gobierno cubano para que el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, Ángel Carromero, cumpla en España la condena que se le impuso en Cuba por un homicidio imprudente.

APELACIONES A LA NEGOCIACIÓN

Tanto la ministra de Fomento, Ana Pastor, como el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, han realizado declaraciones pidiendo a Iberia y sus sindicatos que negocien antes de que se extienda la conflictividad laboral, ya que el Plan de Transformación prevé 4.500 bajas entre la plantilla de Iberia.

Pero también han opinado, con contundencia en algunos casos, sobre los planes de Iberia poniendo en tela de juicio algunos extremos e incluso dejando en el aire ciertas dudas sobre la forma en que se está realizando la fusión de Iberia y British Airways en el seno de International Airlines Group (IAG).

En este sentido, fuentes del sector aéreo consultadas por este diario han destacado la similitud de algunos de los mensajes de miembros del Ejecutivo con los del sindicato de pilotos Sepla. Y opinan que este sindicato profesional, sin ningún credo político, siempre ha estado mucho más próximo al PP que ahora está gobernando, que al PSOE, y que durante los años de Gobiernos socialistas con sucesivos planes de ajuste sobre Iberia, mantuvieron siempre unas especiales relaciones con la entonces oposición.

Desde la aerolínea hispano-británica no se están quietos y mantienen sus planes, pese a ser conscientes de la fuerte presión ambiental, que puede crecer exponencialmente si se abre un conflicto laboral y empiezan los paros. Pero hasta ahora, están contestando a los sindicatos e incluso al Gobierno.

Además, los gestores recinieron la pasada semana el apoyo de sus consejos de administración, en los que participan como independientes personalidades como el presidente de Telefónica, César Alierta o el exministro José Pérez-Llorca en el de AIG, según aseguraron fuentes de la compañía a este diario.

Las reuniones tanto del consejo de IAG como del de Iberia, según las mismas fuentes, se celebraron en medio de una total normalidad y se ratificaron los planes de la dirección y la necesidad de poner en marcha cuanto antes el plan de transformación, negociándolo siempre que sea posible con los sindicatos, para lo que hay convocadas ya reuniones.

CALMA TENSA

Pese a la determinación mostrada por la empresa, fundamentalmente a través de las declaraciones de su consejero-delegado, Rafael Sánchez Lozano, en numerosos medios, hay una preocupación en el seno del grupo por la deriva que están tomando los acontecimientos, ya que podrían terminar incluso afectando a las relaciones de España con Reino Unido por la ecuación entre Iberia y British en IAG, como ya ha avanzado Valenciaplaza.

Sobre todo ahora, que desde el Ejecutivo español se controla el 13% del capital de IAG que estaba en poder de Bankia al estar nacionalizado este grupo financiero y también el 3% de la SEPI en manos de Hacienda, aunque no sean participaciones de control.

PLAN QUE REDUCE LA CAPACIDAD UN 15%

El plan de transformación de Iberia incluye cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio de la compañía, con el objetivo de que deje de tener pérdidas y recupere la senda de los beneficios. Lo más destacado del mismo, según la empresa, es detener el deterioro de caja de Iberia a mediados de 2013 y mejorar los resultados en al menos 600 millones de euros para 2015, en línea con el objetivo de IAG de alcanzar un retorno sobre el capital del 12% para ese año.

También se aprobará una reducción de la capacidad en un 15% en 2013 para centrarse en las rutas rentables, motivo por el que se cerrarán las líneas anteriormente descritas y que según Iberia tenían pérdidas y, por supuesto, añade la empresa, no tienen la menor relevancia en el sector turístico nacional. Además también tienen previsto abrir nuevas rutas. Sobre todo, quieren transformar las operaciones de corto y medio radio para poder competir de forma eficiente con las compañías de bajo coste que ahora operan con gran éxito en el mercado doméstico de Iberia.

Asimismo, el programa de transformación prevé la disminución de la flota en 25 aviones -cinco de largo radio y 20 de corto radio- y un recorte laboral de 4.500 personas dejando un grupo con una plantilla de 15.500 puestos de trabajo. Esta reducción está siendo muy criticada por los sindicatos que alegan que no se puede plantear una reducción de capacidad que solo beneficia a British.

Por último, se suspenderá la actividad de mantenimiento a terceros que no sea rentable y se mantendrán los servicios de handling que sean rentables fuera del hub de Madrid, la T-4, a la que nunca se renunciará en beneficio de nadie, matizan en Iberia, también por las denuncias sindicales de que al final será British quien más crezca en la nueva terminal de Barajas.

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