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el lenguaje del cine

'El Hobbit', la franquicia turística de Tolkien

MANUEL DE LA FUENTE. 15/12/2012

VALENCIA. Si alguien tenía alguna duda de que el negocio del cine va más allá de la recaudación en la taquilla y de lo que se proyecta en la pantalla, el estreno, hace 11 años, de El señor de los anillos sirvió para aclarar del todo las cosas. Porque la adaptación de la trilogía de J.R.R. Tolkien fue, ante todo, una macro operación de promoción turística de Nueva Zelanda.

No era ya que Peter Jackson, el máximo responsable del proyecto, fuera neozelandés, sino que, además, la saga se rodó en localizaciones del país, y el gobierno se encargó de asumir la campaña promocional. De este modo, Nueva Zelanda creó toda una industria alrededor de El señor de los anillos, con rutas turísticas a los paisajes que salen en las películas e infinidad de productos y promociones de marketing.

El hecho no resulta ni novedoso ni escandaloso. La ruta del Quijote en España o la de Drácula en Rumanía son importantes reclamos turísticos de estos países, construidos a partir del impacto de la literatura y la cultura en la sociedad. Y en el cine, hay numerosos ejemplos de manual. Ahí está el caso de King Kong, la película de 1933 en la que un gorila gigante era capturado en la selva y transportado para su exhibición en Nueva York. El mono acababa subiéndose a lo alto del Empire State, en una famosa secuencia en la que luchaba contra unas avionetas que trataban de abatirlo.

Precisamente la promoción del rascacielos es lo que explica la existencia de esa película: inaugurado dos años antes, sus promotores vieron que la crisis de 1929 iba en serio, y al ver que quedaban vacías la mayor parte de las oficinas del nuevo edificio, decidieron promocionarlo con el cine. Los ejemplos llegan hasta el cine actual, con directores como Woody Allen adaptando sus guiones a las ciudades donde encuentra financiación.

El éxito de la operación de El señor de los anillos fue incontestable y Nueva Zelanda se ha situado como destino turístico internacional. Además, Jackson era totalmente consciente de la delicadeza del material con el que estaba trabajando, ya que Tolkien es el maestro de las novelistas de elfos, trolls, orcos y todos esos bichejos, es decir, maestro de una comunidad friki que no para de crecer y que incluso organiza congresos y encuentros para que sus miembros hablen en élfico. Así, desde el primer momento, Jackson fue compartiendo la evolución del proceso en diversos foros de internet, preocupados como estaban los frikis de que nadie mancillara la inmaculada obra del Maestro Gurú.

De este modo, Jackson pudo cumplir esa máxima hollywoodiense de "hacer una buena película a partir de una mala novela". Y cuando en la novela había cosas demasiado lamentables, pasó de los frikis y llegó a eliminarlas. El caso más claro es el de Tom Bombadil, el personaje bobalicón de la primera novela, de quien convenientemente no aparece ni una mínima mención en la película. El estreno en 2001 de la primera película (La comunidad del anillo) supuso un agradable acontecimiento: Jackson se situaba en la mejor tradición del cine de aventuras clásico, el de directores como Raoul Walsh o Richard Fleischer, para ofrecer una película muy entretenida y desenfadada, que no se tomaba demasiado en serio el universo Tolkien, hasta el punto de que, en la edición en DVD, incluyó un sketch paródico en el que aparecía el cómico Jack Black caracterizado como Frodo Bolsón y exhibiendo a sus compañeros lo que había hecho con el anillo: ponérselo como piercing en el pene.

Las otras dos películas ya eran otro cantar: la seriedad de la operación y los tiempos ajustados de postproducción (ya que cada película tenía que estrenarse en las sucesivas navidades) hizo que la saga se resintiera: tanto Las dos torres como El retorno del rey carecían de la agilidad de la primera película y apostaban por una mayor exhibición de los trucos: que hubiera escenas de combates que duraran más media hora refleja mucho esas ansias de grandilocuencia de un proyecto al que le sobraba pesadez. Jackson seguía mostrándose un tipo inteligente (en estas películas había ecos de directores como Orson Welles o S.M. Eisenstein) pero iba perdiendo sentido del humor.

Y precisamente el sentido del humor es lo que ha querido recuperar con esta vuelta al universo de Tolkien con su última película, El Hobbit. Consciente de que la trilogía se le había ido un poco de las manos, Jackson no para de referirse en las entrevistas promocionales de esta película a su carácter alegre y menos grave con respecto a El señor de los anillos. De hecho, recurre a un elemento propio de las películas de John Ford: incluir canciones de camaradería en la historia, con los personajes arrancando a cantar en mitad de un banquete o recordando su pasado. Además, el protagonista, Bilbo Bolsón, se nos muestra como un personaje más audaz, imprevisible y escéptico que Frodo.

Eso sí, Jackson recupera de la saga original, especialmente de la primera película, lo que funcionaba, y era su estructura narrativa. Aquí sigue al pie de la letra el esquema de La comunidad del anillo: arranque amable y hogareño en La Comarca, primera expedición del grupo, escala y descanso para recabar toda la información de la aventura (en ambas películas, en la tierra de los elfos), inicio de la aventura dura, batalla final como elemento de clímax y final abierto que anticipa más aventura y más películas: en El señor de los anillos, asistíamos a la separación del grupo y, aquí, al despertar del dragón. Al reproducir este modelo de narración habitual del buen cine de aventuras, El Hobbit consigue superar el problema de partida con el que contaba: no jugar ya con el efecto de fascinación y sorpresa que supuso El señor de los anillos.

La película se presenta también como un homenaje nostálgico a lo que supuso la trilogía original. Y por ello se ha contado con el mismo equipo técnico, con apariciones de los mismos actores (incluso aparece en una breve secuencia Christopher Lee) y referencias a la historia que sucedería después, ya que El Hobbit es una precuela de El señor de los anillos. El grado de profesionalización del equipo queda patente en secuencias tan espectaculares como la lucha de los gigantes de las montañas o el vuelo final a lomos de los pájaros gigantes hacia la luz del alba, un eco de las películas del Oeste con los vaqueros cabalgando por el desierto.

Sin embargo, el peligro vuelve a radicar en que el proyecto quede demasiado largo. El material de partida no son ya tres novelas, sino una, de manera que algunos momentos están alargados (como los acertijos entre Bilbo y Gollum) y este film se presenta como el primero de una nueva trilogía. Así que la maquinaria se ha puesto de nuevo en marcha, con el gobierno neozelandés implicándose de nuevo en un proyecto cultural que es todo un asunto nacional de primer orden, dado que los gobiernos escocés e irlandés pretendieron llevarse esta vez el gato al agua y que la nueva trilogía no se rodase en Nueva Zelanda. No han podido y las cosas siguen como estaban, volviendo al centro turístico original. El dinero manda.

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Ficha técnica

El Hobbit: un viaje inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journey). E.UU. / Nueva Zelanda, 2012, 169'

Director: Peter Jackson

Intérpretes: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Christopher Lee

Sinopsis: El hobbit Bilbo Bolsón abandona su hogar para acompañar en una aventura a un grupo de enanos desterrados. Por el camino, se encontrarán con otras criaturas que habitan la Tierra Media.

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12 comentarios

Manuel de la Fuente escribió
18/12/2012 18:13

Hola JoJo: Aun a riesgo de ser pesado, explico lo que indicas. Yo creo que es obvio que una crítica de una película puede hacer referencia a aspectos de la trama, como el final, que pueden desvelar información. Lo que no entiendo es que se haya dado tanto la vuelta a la tortilla y que se haya producido el efecto contrario: que le pidamos, en última instancia, a una crítica que no nos cuente demasiado de la película. Lo de los "spoilers" ya responde a esa vuelta de tuerca. Yo creo que lo lógico sería que se pusieran "spoilers" similares a éste: "Le garantizamos que el artículo que va a leer a continuación no cuenta ni el final ni aspectos relevantes de la película ya que no es una crítica, sino un texto que, disfrazado de crítica, sólo pretende darle al lector una orientación rápida para decirle si tiene que ver la película". Un abrazo.

marc escribió
18/12/2012 17:47

ufff cuánta críica interesada veo por aquí... que si soy un friki (Karraspito, tu nombre ya indica algo), que si me he leído el Hobbit qué más da que me cuenten el final de la peli (te has enterado de que son tres películas, con lo que el final de la primera nada tiene que ver con el final del libro?), que si El Señor de los Anillos es una novela "regular"... Perdón? Ah... claro, 50 shades of Grey o El Código Da Vinci son novelas impresionantes, verdad?. En fin, veo a gente interesante escribiendo para ValenciaPlaza. Y veo, también, otra gente que tan interesante no es. Quizá, eso sí, interesada.

JoJo escribió
17/12/2012 21:10

Manuel, de acuerdo en lo que dices de que una crítica puede incluir comentarios sobre el final de la película. Hay películas buenas que se estropean por un final cutre y películas malas que salvan un poco la honrilla con un final digno y un crítico puede hablar de ello. Pero piensa que mucha gente no quiere enterarse del final así que te sugiero que pongas mensajes "puede contener spoliers" como hacen otras webs. Te lo sugiero como amiga. Respecto al anillo de marras, es un McGuffin ¿no? La excusa para contar unas aventuras... y para vender bisutería barata.

Eye escribió
17/12/2012 15:32

Yo también iba a decirlo: si has leído "El Hobbit" y ya conoces la historia, no tiene mucho sentido quejarse porque te cuenten el final de la película. El único misterio es saber cómo lo ha narrado exactamente Peter Jackson.

Editorial Blume escribió
17/12/2012 15:31

Si os gusta todo lo relacionado al lenguaje "tolkiano", Blume acaba de publicar "El mundo hobbit": una exploración de la brillante red de palabras mágicas que J. R. R. Tolkien teje en El hobbit y El Señor de los Anillos. http://www.blume.net/catalogo/993-hobbit-9788498016857.html

Manuel de la Fuente escribió
17/12/2012 08:02

Estimado Carlos: Ante todo, muchas gracias por tus palabras, y por tu crítica constructiva, que es más que bienvenida. Pero permite que no esté de acuerdo con ella. Las críticas cinematográficas deben ser reflexiones y análisis sobre las películas, no un trailer ni una pieza publicitaria. Leer una crítica puede desvelarte aspectos de la trama al contar la sinopsis, y el final es una parte importante de ella que, además, define el mensaje de la película. Es imposible hablar de “El capital” sin el final, que es el que define la psicología del personaje y el sentido último de la película. En el caso de “El Hobbit”, si lees la novela, que lleva décadas publicada, ya conoces el final. O si ves “El señor de los anillos”, donde ya sabes cómo acaba el protagonista de “El Hobbit”. Hablar del final no siempre supone, por lo tanto, develar un secreto. En las críticas que publicamos no nos dedicamos a contar el final porque sí, pero si es relevante para la reflexión, es un elemento que debe aparecer. No vamos a sucumbir a esa dinámica marcada por las productoras y distribuidoras cinematográficas que, al poner publicidad en los medios de comunicación, imponen los contenidos de las críticas, exigiendo que no se desvelen aspectos de la trama o que se pongan puntuaciones numéricas a las películas, de manera que se ha pervertido el ejercicio mismo de la crítica cinematográfica, convirtiendo las reflexiones en pequeñas guías “for dummies”. Un abrazo.

Carlos escribió
16/12/2012 22:14

Hola Manuel: He leído tus últimas críticas y he de decir que, aunque no siempre esté de acuerdo, son bastante interesantes. Me gustó mucho tu crítica de Costa Gavras, y no me ha gustado esta que haces del Hobbit. No puedo estar de acuerdo en que El Hobbit o El Señor de los Anillos sean malas novelas. Lo que ya te anticipo es que no voy a leer las críticas de películas hasta que las haya visto, porque tienes la inaudita costumbre de contar el final de una película de estreno, a ver si hay suerte y le jorobas la peli al lector. Me pasó el otro día con tu artículo sobre Costa Gavras, me molestó bastante. También te lo afeó un lector. Ayer estuve a punto de leer este artículo y pensé..."y si me joroba el final como el otro día..???" Acerté. Hoy he visto El Hobbit (muy buena, la recomiendo. Pedazo de peli de aventuras. No para ir con niños pequeños..eh?..que también es un poco bestia) y al leer tu crítica he comprobado que habías vuelto a contar el final. También hoy te lo ha afeado un lector. Te sugiero que cambies esa costumbre...si aceptas las críticas constructivas, vamos...

starky escribió
15/12/2012 21:52

A mí la parte del bosque viejo, Tom Bombadil, y los tumularios, junto a las primeras apariciones de los jinetes negros, y la historia del anillo de Gandalf a Frodo en la hoguera, me parecen lo mejor del Señor de los anillos, mucho mejor que las charlas entre reyes y príncipes con lenguaje rimbombante de la segunda o la tercera parte. Esa mezcla de extraños seres malvados, naturaleza que se puede tocar y chavales de un pueblo que no dan crédito a lo que les ocurre, para mi es perfecta. Con ingredientes parecidos a los de El hobbit, por cierto, a la que se está dando bastante cera estos días, cuando es una novela para niños deliciosa. También esta parte del Señor de los anillos tiene cierto parecido con las buenas historias de terror de adolescentes como It o Pesadilla en Elm Street, el paso a la edad adulta, la perdida de la inocencia. Yo el relato todavia lo sigo teniendo en la cabeza y aun hoy miro mal a los sauces llorones. Otra cosa que me gusta del Señor de los anillos, es precisamente, su desmesura. Está escrita para su ombligo, como una canción de psicodelia de 10 minutos. Exige al lector paciencia para ir entrando, desde luego no tiene que ver nada con el típico best seller de cadena de montaje. En cuanto a la moda del tiro al friki, las artes se disfrutan más cuanto más flipao sea uno y más capaz de entrar en los mundos que propone el artista. Tampoco se trata de disfrazarse en convenciones, pero estar en la parra en el tiempo libre de cada uno, ocupando la mente en chorradas, me parece mejor que la gimnasia sueca. Tom Bombadil es un jipi viejo, no me lo convirtais en Jar-Jar Binks..

Guillermo escribió
15/12/2012 19:37

Marc, la verdad es que me he leído el Señor de los Anillos y no puedo sino coincidir con la opinión de Manuel en ambos aspectos. La novela es floja porque le sobran muchas, muchas páginas, sobre todo en la parte final. Y, sobre todo, la parte de Bombadil no aporta absolutamente nada a la trama general de la obra. En una película se trata de ofrecer una trama coherente que guste al público, no de satisfacer las necesidades de los fans a ultranza de la novela. Porque puede que ellos disfrutasen de Bombadil interpretando canciones, una detrás de otra, pero ya le digo yo que el gran público seguro que no

Eye escribió
15/12/2012 19:07

He leído el Señor de los Anillos y Tom Bombadil me parece un personaje execrable. Y el caso es que no creo que sea una mala novela. Consigue crear intriga, sobre todo en la primera mitad, y el estilo es impecable: a mí me encantaban esas descripciones coloristas que se alargaban durante páginas. Contrasta bastante con el de otras novelas más "aceleradas" que lo despachan todo con frases y párrafos cortos. Ahora bien, hay trozos que simplemente sobran. Insisto, Tom Bombadil. O la presentación de los hobbits en La Comarca. O las cancioncillas élficas... Ah, ahora que lo recuerdo, siempre me quedé con ganas de saber cuál era ese gran poder del Anillo Único. Porque en la práctica sólo servía para crearte problemas y hacer de tu vida un infierno. En la serie de "objetos mágicos para dominar el mundo" puede que sea uno de los más absurdos.

15/12/2012 11:25

Oh, pobres frikis, que se soliviantan cuando su querido coñazo de novela recibe una mala crítica. Pobrines.

marc escribió
15/12/2012 07:44

Manuel de la Fuente: es usted quizà un gran conocedor del cine, pero al mismo tiempo es usted un absoluto ignorante del mundo Tolkien. No soy ningún friki ni mucho menos, pero llamar a El Señor de los Anillos 'mala novela' (y que lo diga usted, que nos pone un spoiler como un dragòn de grande, gracias por estropearme el final de la peli), y decir que Tom Bombadil es un personaje bobalicón...cuando precisamente es el mâs misterioso de toda la historia. En fin, creo que deja mucho que desear esta su reflexión. Intente mejorar, conocer mâs de lo que escribe, y no contarnos, por favor, el final de la pelîcula. Gracias.

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