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MADRID (EFECOM). El director general de Presidencia de Bankia, José Sevilla, ha afirmado hoy que "no había alternativa" al despido de 5.000 empleados que Bruselas exige a la entidad a cambio de 19.000 millones de euros del rescate bancario y ha pedido "responsabilidad a los sindicatos".

José Sevilla ha explicado en una entrevista a Gestiona Radio, que la Unión Europea ha exigido a la entidad un "esfuerzo adicional" en términos de reestructuración y reducción de tamaño como condición para recibir las ayudas públicas.

"Lo hemos tenido que aceptar porque para nosotros lo importante es tener un Bankia viable y con capacidad de futuro para los más de 14.000 empleados que van a seguir trabajando en este grupo", ha señalado Sevilla.

Bankia anunció el martes que despedirá a 5.000 empleados, 1.000 menos de los previstos inicialmente en el plan de reestructuración exigido por Bruselas como condición para otorgar a España 40.000 millones de euros, una cantidad que fue transferida ese mismo día al Frob para la recapitalización de las entidades nacionalizadas.

El recorte masivo de empleos, unido a la propuesta de Bankia de reducir las retribuciones de la plantilla que siga formando parte del grupo ha provocado el malestar de los sindicatos, que están dispuestos a movilizarse.

En este sentido, el director general de Presidencia les ha pedido "responsabilidad".

Entre las condiciones exigidas por Bruselas al banco está también la aplicación de una quita del 40 % a los clientes que compraron participaciones preferentes.

A este respecto Sevilla ha señalado que la entidad quería "una solución diferente, pero el marco que ha fijado Bruselas es el que es" y ha reconocido que las preferentes "no son instrumentos adecuados par ser vendidos entre particulares".

Sevilla ha asegurado que tras el plan de ajuste la situación de liquidez de Bankia será "óptima", lo que les situará en una posición "inmejorable" para desarrollar su plan estratégico.

La entidad quiere cerrar 2013 con beneficios y su objetivo es que en 2015 alcancen los 1.200 millones de euros.