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LA CIUDAD Y OTROS VICIOS

Mapa del 'show business'

VICENT MOLINS. 01/12/2012 El circuito de salas de espectáculos en Valencia, como en cualquier otra parte, está sobreviviendo con muchas dificultades en un contexto de crecientes problemas económicos

VALENCIA. Valencia es una ciudad muy dada al show por múltiples y variadas circunstancias. Hay espectáculos de distinto cariz continuamente. Y luego está el show business, cuyo mapa habría tal vez que delimitar en varias áreas.

El edificio para todo

A principios de este año irrumpió un nuevo templo con condiciones para convertirse en el eje central de los espectáculos culturales de la ciudad. Se llama Espai Rambleta. Construcción pública, explotación privada, como el hospital de Alzira.

El edificio es sobrio en sus formas -diseñado por Carmel Gradolí y Arturo Sanz- y fogoso en las entrañas. Tiene presencia icónica al frente de un barrio, San Marcelino, por tradición deslabonado. Constituyó una fuente de polémica a causa del retraso de las obras, del preceptivo sobrecoste y de un repentino cambio de dirección artística a los cinco meses. Y probablemente debe definir sus Espai Rambleta, el nuevo icono del show bussines de Valenciaexpectativas. Pero aún con todo, y sin todavía cumplir su primer aniversario, ya logra atraer buena parte del movimiento escénico y musical hacia un área en hipótesis poca propicia para las iniciativas culturales.

Seis plantas de Espai Rambleta que abarcan desde el teatro con 675 localidades -y todavía más posibilidades-, y el café teatro con aforo para medio millar, hasta una última estancia prodigiosa en el sexto piso. Pretenden acentuar la apuesta por una cultura aventurada a nuevos géneros, manteniendo su vinculación con el cine, los espectáculos familiares y el definitivo encaje de conciertos y festivales musicales. En el bagaje, su conexión al barrio a través de la Unió Musical l'Horta de Sant Marcel·lí; conciertos de Christina Rosenvinge, Tindersticks, Niños Mutantes; muestras y festivales como el Mimaa, Deleste o Sens; apariciones como Los Vicancos, Protocolo Harket...

Un nuevo continente cultural que ha hecho modificar el índice en el atlas de espacios del show business local.

Los grandes escenarios comodín

Musicalmente no existe un escenario hito. Alguno de los que lo fueron, como el Arena Auditórium, sigue en pie, pero abandonando y en estado fósil. Un almacén de patatas que, reconvertido, acogió a Los Ramones, Radiohead, Iggy Pop, The Cult, David Byrne (Talking Head) Radio Futura... Desde hace años yace sin actividad en Emilio Baró 71 (Benimaclet). Ahora acoge incendios, como el de hace unos días, con tres focos interiores.

Los conciertos con público más copioso se celebran en el Auditorio Marina Sur del Puerto de Valencia, donde tuvo lugar el más taquillero de 2011, de Shakira. En aquel enclave incierto la colombiana gritó "Valencia, esta noche soy toda tuya". También allí Iron Maiden congregó a 20.000 personas en su cierre de gira.

Concierto de Shakira en el Auditorio Marina Sur del puerto de Valencia

El apabullante Palau de les Arts será capaz de encadenar en un giro radical 'La Bohème', dirigida por Ricardo Chailly, con el concierto que ofrecerá el 'faraón' David Bisbal el sábado 19 de enero a las 22 horas. Concesiones al mainstream.

El Palau de la Música hace lo propio recibiendo, desde la misma hornada, a Rosa López en su sala Iturbe el 29 de diciembre y a Chenoa en abril. Y el Palacio de Congresos (la nomenclatura palaciega abunda...) sustancia su polivalencia con las llegadas de Ismael Serrano, Fito y Fitipaldis, y una de las más esperadas: Les Luthiers a finales de febrero y principios de marzo.

Salas urbanas

Entre las salas urbanas más concurridas prevale con regularidad la Noise junto a lugares más reducidos como Wah Wah o el íntimo Jimmy Glass.

Sala Noise ha cambiado más de nombre que un equipo ACB (Roxy, Cormorán, Mirror). Con una capacidad superior a las mil personas, es sede habitual de alguno de los conciertos más febriles de la ciudad. La Habitación Roja, Pollock, Patti Smith en lo reciente. Y M-Clan, Antonio Orozco y La Casa Azul en las próximas fechas.

La sala Wah Wah es un activo de la calle Campoamor. Programación continua e inequívocamente indie. Sala cálida, con una estructura que mitiga las diferencias entre el escenario y el público. Una buena animadora de la escena.

Sala Wah Wah, rock a primera vista

Por su parte, Jimmy Glass, desde 1991 entre penumbra, es el reducto del jazz en la calle Baja. Sin grandes competencias, pero con la efectividad de siempre. En el caso bien improbable de que Valencia contratara a Woody Allen para perpetrar un rodaje en sus calles, Allen pasaría por los conciertos del Jimmy Glass.

Los nuevos escenarios

En la otra orilla, los teatros. La resistencia de los clásicos Principal y Rialto (en manos de la Generalitat), del Olympia (Familia Fayos), o en diferente rango del Carme Teatre y el Micalet, coincide con la incertidumbre en torno a El Musical (con las puertas municipales cerradas a la espera de nuevo gestor) y el Talia, que el 31 de diciembre dejará de estar tutelado por el ente autonómico. Al tiempo que una escalada de nuevos teatros, varios de ellos emparentados a compañías escénicas, ha revitalizado por necesidad propia el paisaje: Teatro Flumen, sala Russafa, sala Ultramar, el renovado Espai Inestable, los nómadas de Caterva Teatre...

Teatro Flumen, delante del edificio PROP, es buen ejemplo de reconversión. El antiguo cine, abierto desde 1958 hasta 2007, dio paso en 2010 a un teatro joven en sus formas bajo la gestión del grupo Pinkerton, que abunda en obras ligeras y divertidas.

En 2011 nació la sala Russafa, un momento simbólico por tratarse del regreso décadas después de un teatro al barrio. Arden Producciones convirtió 1.500 metros cuadrados de un antiguo depósito de maquinaria industrial, en un teatro sostenido por funciones de corte clásico.

Una de los escenarios más nuevos se localiza en el viejo Teatro Gran Cielo, hoy renombrado como Sala Ultramar. Proyecto cocinado por dieciséis profesionales de lo artístico que ha desembocado en una batidora de géneros en la que caben teatro, danza, música en directo, recitales o cine.

Y regateando cualquier estabilidad geográfica, la opción nómada. Caterva Teatre, la compañía valenciana que tras su primer espectáculo "Transacción/es" estrena "Qué sabrás tú lo que yo puedo aguantar" bajo los mismos condicionantes: sesiones privadas en pisos particulares.

El show continuará.

- Espai Rambleta. Bulevar Sur - C/ de Pío IX. VALENCIA.
- Sala Noise. Calle San Vicente, 200. VALENCIA. 
- Sala Wah Wah. Calle Campoamor, 52. VALENCIA.
- Jimmy Glass. Calle Baja, 28. VALENCIA.
- Teatro Flumen. Calle Gregorio Gea, 15. VALENCIA.
- Sala Ultramar. Calle Padre Jofre, 7. VALENCIA. 
- Sala Russafa. Calle Denia, 55. VALENCIA.
- Espai Inestable. Calle Aparisi y Guijarro, 7. VALENCIA.
- Caterva Teatre. 645437029.

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