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VALENCIA. Bancaja puso este jueves 22 de noviembre de 2012 el punto final a su historia como caja de ahorros y como sociedad mercantil. Aunque no será finalmente hasta este martes cuando, por ley y de forma obligatoria, la Caja de Ahorros de Castellón, Valencia y Alicante entre en liquidación tras haberse quedado sin negocio financiero, los órganos de gobierno de la entidad creada en 1878 celebraron sus últimas sesiones. Ya no se volverán a reunir y el próximo martes, dejarán de existir.
No fue el guión que había escrito la actual dirección de la caja, presidida por José María Mas Millet. El consejo de Bancaja había puesto en marcha todo el proceso para convertirse en una fundación de carácter especial, como le obliga la ley. Sin embargo, el cambio en la norma aprobado hace solo unas semanas abortó el proceso. Ahora todo quedará en manos de la Generalitat Valenciana, formalmente de la Conselleria de Justicia, responsable de las fundaciones, que deberá nombrar a una comisión que acabe el proceso.
Esa es, al menos, la voluntad expresada por el consejo de administración de Bancaja, que confía en que la Generalitat siga con el proceso en el punto en que se ha quedado. Y eso no debería suponerle mucho tiempo: los estatutos están redactados, y para hacerlo se contó con el asesoramiento jurídico del bufete Cuatrecasas y el acuerdo con el Instituto Valenciano de Finanzas. De mantener el articulado, como espera Bancaja, que le ha remitido el borrado, solo quedaría nombrar al patronato e inscribir en el registro la nueva fundación.
CAMBIO DE NOMBRE PARA DEJAR LIBRE 'FUNDACIÓN BANCAJA'
Para allanar ese camino, el patronanto de la actual Fundación Bancaja, que se reunió acto seguido al consejo de administración de la caja, aprobó una serie de modificaciones en sus estatutos. Las dos más destacadas afectan a su nombre y a la composición de sus órganos directivos.
El proceso es aparentemente complejo, ya que de la caja de ahorros actual surgirá una fundación que, según la intención manifestada por el consejo de la entidad, deberá fusionarse con la actual Fundación Bancaja. Para que la nueva pueda adoptar de partida el nombre histórico de la caja, la actual fundación cambia de denominación para adoptar una transitoria y aséptica, Fundación para la Obra Social de la Caja de Ahorros de Castellón, Valencia y Alicante.
El otro cambio tiene más trascendencia. Se ha modificado el artículo que obligaba a que un determinado grupo de patronos tuviera la condición de miembro del consejo de administración de Bancaja. El patronato de la actual fundación está formado por 37 miembros con voz y voto, de los que 20 son los miembros del consejo de la caja. Si no se hubiera suprimido esta obligatoriedad, imposible de cumplir a partir del martes, puesto que cesarán de forma automática, la fundación tendría un "vacío de poder" que se quiere evitar. Los miembros del patronato no perciben ninguna remuneración.
De esta forma, y mientras la Generalitat crea la fundación de nuevo cuño y se procede a fusionar ambas, la obra social y cultural de la caja valenciana seguirá presidida por José María Mas Millet, con Vicente Montesinos Vernetta, Mª Teresa Montañana Latorre, Javier Quesada Ibáñez, Joaquín Azagra Ros, Ángel A. Álvarez Martín y Francisco Muñoz Antonino de vicepresidentes, Ángel Villanueva de sercretario y Rafael Ferrando de vicesecretario. Entre los vocales hay algunos nombres históricos como José María Cataluña, Vicent Palacios, Eduardo Montesinos o Antonio Tirado.
FUTUROS PATRONES
Sobre la futura composición del patronato de la nueva fundación, poco se sabe, aunque en el entorno económico y social de Valencia ya suenan algunos nombres. En todo caso, todo depende ahora de la Generalitat. Si asumen la composición que se planteó en el consejo de Bancaja habrá un máximo de 25 patronos, cinco representando a la Generalitat Valenciana elegidos por Les Corts, siete con un perfil vinculado a la investigación, la cultura o los servicios sociales, y cinco (que tendrían carácter transitorio hasta amortizarse en un plazo de cinco años) representando a impositores, empleados y entidad fundadora. Esta última, la Real Sociedad Económica de Amigos del País, ha anunciado que renuncia a formar parte de cualquier organismo futuro.
En la redacción inicial también se situaban como miembros natos al conseller de Economía, o en quien delegue, y los dos responsables de las fundaciones de Sagunto y Segorbe (la de Castellón ha optado por seguir en solitario). Finalmente se reservaban cinco puestos para futuros patrocinadores de la fundación. Son puestos que en el caso de que, por ejemplo, Bankia cambiase de opinión en el futuro, decidiese financiar a la fundación o si otras empresas aportasen fondos
Un esquema que ahora está en el aire y que dependerá de la intención del Consell de mantener lo consensuado por los miembros del consejo y que contaba, al menos inicialmente, con el visto bueno de los dos grandes partidos políticos.
EL FUTURO DE LOS (POCOS) EMPLEADOS DE BANCAJA
Por lo que respecta al futuro de los aún empleados de Bancaja, y en especial del director financiero, Aurelio Izquierdo, no se dieron detalles este jueves. En la caja de ahorros no llega a la decena de empleados. El que fue director general de la caja y presidente de Banco de Valencia se ha dedicado en su última etapa en la caja a gestionar la liquidez de la entidad.
Tras renunciar a la mitad de la indemnización a la que tenía derecho, algo más de seis millones de euros que Bancaja tenía apartados y ya ha reintegrado en sus arcas, Izquierdo podría optar por salir de la caja sin pasar por la futura fundación, posibilidad que algunas fuentes ven como la preferida por el directivo. Otras fuentes no descartan que se siga contando con él para gestionar la los fondos de que dispondrá la nueva organización benéfico-social.
La reunión del consejo de administración, la comisión de control, y del patronato y la permanente de la fundación se celebraron en la sede de la Fundación Bancaja en la Glorieta y no en el edificio de Pintor Sorolla, sede de la caja y de Bankia, como era tradicional.
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