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 Salamanca (VP/EFE).- Los sindicatos y los representantes de Caja Duero y Caja España rompieron ayer las negociaciones para alcanzar un plan laboral previo a la fusión de ambas entidades de ahorro. Las conversaciones se habían retomado ayer por la tarde, a las 16,30 horas, y una hora después se levantaban los asistentes a la reunión ante la incompatibilidad de sus propuestas.

Serán ahora los consejos de administración de las dos cajas de ahorros los que tengan que decidir si asumen los proyectos de los sindicatos, lo que implicaría un aumento de las cantidades a aportar para la reestructuración laboral.

Las fuentes consultadas han asegurado que los representantes de las dos cajas no han podido asumir las propuestas de los sindicatos por una cuestión económica, por lo que han decidido hablar con los principales directivos de las respectivas entidades para estudiar el coste económico que supondría asumir esos planteamientos.

La reunión se inició con el escepticismo de los representantes de los trabajadores, porque consideraban que se había llegado a un punto final, que implicaría "o la firma de un acuerdo o la ruptura", pese a que se afirmaba en medios sindicales que "todavía quedaban demasiados flecos".
Por ello, la ruptura "temporal" de las negociaciones "se veía venir", según fuentes de los sindicatos, aunque se confía "en ser capaces de retomar el camino del diálogo", según ha puntualizado Carlos García, portavoz del sindicato Csica en Castilla y León.

Jesús Olivar, secretario regional de la Federación de Banca y Afines de CC.OO, ha destacado que las divergencias con las empresas que se han producido esta tarde son un "jarro de agua fría", pero ha señalado que "puede ser el momento de que unos y otros lleguemos a la reflexión" que concluya en un futuro acuerdo.

El secretario de Ahorro de la Federación de Servicios de UGT y representante de este sindicato en Caja Duero, Antonio Muñoz, ha afirmado que el futuro lo ve "negro", aunque ha dejado abierto un atisbo de esperanza al señalar que "habrá que esperar a ver si las empresas deciden cambiar sus posiciones".

En este mismo sindicato se considera "inadmisible" que las dos cajas de ahorro condicionen el acuerdo laboral a determinados aspectos, como las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y la autorización de un proceso de extinción colectiva de contratos de trabajo.

Además, según UGT, éste ha sido "el único sindicato en no aceptar que el futuro laboral de los trabajadores quede condicionado a planes de viabilidad que no se han facilitado ni consensuado con la representación de los trabajadores".

Por parte de CCOO, Jesús Olivar ha añadido que habrá que buscar una fórmula "que beneficie a todos, porque lo que está claro es que la fusión es una necesidad para los trabajadores, para las cajas y para esta región" (Castilla y León).

Carlos García, de Csica, ha confiado en que se puedan "retomar las conversaciones" y ha añadido que este nuevo periodo que ha quedado abierto hoy, con la ruptura de las negociaciones, puede ser "bueno para que todos seamos capaces de pensar en el futuro de las dos entidades".

A la vista de esta situación, los consejos de administración de Caja Duero y Caja España tienen una parte de la solución en sus manos, la cual, según los sindicatos, pasaría por "un incremento económico para que llegue el acuerdo laboral".