X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
HÉROES Y VILLANOS DEL DEPORTE

A Tour desierto, pocas palabras bastan

ALVARO GONZÁLEZ. 28/10/2012 "En fin, para qué seguir buscando un ciclista limpio a quien adjudicarle estos siete Tours, si lo que hay que preguntarse es si no habrá que dejar desiertos unos cuantos más..."

MADRID. Le quitan a Armstrong siete Tours y, ante la magnitud del asunto, hay prensa española que se frota las manos pensando que alguno de ellos, si no los dejan finalmente desiertos, podría adjudicársele a Joseba Beloki ¡Más gloria para el deporte español! Pero es la propia organización del Tour la que ha solicitado a la UCI que el palmarés de estos siete años quede en blanco. Tras quitarle la careta al estadounidense, ahora se les cae la cara de vergüenza.

Nuestro Beloki estaba involucrado en la Operación Puerto. Otros candidatos, como el alemán oriental Jan Ullrich, también están en la citada investigación, y dio positivo en su momento. Alez Zülle reconoció en una entrevista en televisión que había tomado EPO. Ivan Basso admitió que su sangre estaba en el piso franco de Madrid de la Operación Puerto. Y el alemán Kloden pagó una multa para que la justicia dejase de investigarle por su implicación en ‘el grupo de Friburgo' (dopaje de su equipo de 2004 a 2006) lo que, según el derecho alemán, no le convierte a uno en culpable. Pero todos sabemos un detalle de cajón: pagando se compra algo.

Esa es la situación de los segundos, pero la de los terceros en el palmarés de esos Tours tampoco es mejor. Ni la de los cuartos, ni la de los quintos. En el del 99, el tercero era Escartín. Su equipo, el Kelme, era el de Jesús Manzano, que denunció todas las prácticas dopantes de su grupo y fueron luego confirmadas por la Guardia Civil. El nombre de Escartín, además, también apareció en el caso de la farmacia de Bolonia ‘Giardini Margherita' donde numerosos ciclistas hacían acopio. Tuvo como preparador a Michele Ferrari, discípulo del famoso Francesco Conconi, "considerado el introductor de la EPO en el deporte europeo", reza la Wikipedia mismamente.

En cuarto puesto estaría Dufaux, positivo por EPO en el Festina. Quinto, Ángel Casero, en la Operación Puerto. Sexto, Abraham Olano, positivo de cafeína en 1994 en la Volta de Catalunya, después de ganar la primera etapa. Dijo que era por haber tomado Frenadol tres días antes. También estuvo en la lista de la Farmacia ‘Giardini Margherita'. Trabajó con Ferrari, como Escartín, otra vez el discípulo de Conconi que, ojo, también tuvo sus tratos con Indurain.

En fin, para qué seguir buscando un ciclista limpio a quien adjudicarle estos siete Tours, si lo que hay que preguntarse es si no habrá que dejar desiertos unos cuantos más. El anterior al primero que ganó Armstrong se lo llevó el malogrado Pantani. El de 1997, Ullrich. El de 1996, Bjarne Riis. Este danés reconoció en una rueda de prensa que se había dopado durante toda su carrera, pero especialmente durante el Tour de Francia que le ganó a Miguel Indurain, que no se lo han quitado.

Y en este punto con la Iglesia hemos topado. Los cinco Tours del navarro son hitos en la Historia de España más importantes que la conquista de Granada o el descubrimiento de América. Bueno, si ahora sale un estudio diciendo que la conquista de Granada no fue tal, que es un hecho falsificado, nadie se llevaría sus patriotas manos a la cabeza como si se pone en duda el legado de Indurain.

Pero no lo haremos aquí, porque vamos sobrados de rondas galas bajo sospecha. Hacia delante, los últimos tours ganados también tienen su miga. En 2006 ganó el español Pereiro porque el primero, Landis, dio positivo por testosterona. Pereiro también tuvo su asuntillo cuando pitó por Salbutamol, pero envío tardíamente el certificado que le permitía consumirlo. En el pelotón no son pocos los ciclistas con problemas pulmonares que necesitan broncodilatadores. Igual la solución de este deporte sería incluirlo como disciplina paralímpica, una categoría de asmáticos. Indurain, por cierto, dio positivo de esta sustancia en el 94.

Otro dato curioso de Pereiro es que defiende a Armstrong. En una entrevista en la cadena COPE tras el ‘desmantelamiento' del estadounidense, criticó que los que han declarado contra él ahora, en su día ganaban etapas "muy contentos". Un argumento de peso. Se conoce que no ha visto nunca cine de mafiosos, o los Soprano, por ejemplo, cuando los soldados declaran contra el capo.

Alberto Contador y Miguel IndurainEn 2007 y 2008, ¡arrea! ganó Alberto Contador. El primero, tras la descalificación de Rasmussen poco antes de terminar el Tour cuando tenía una ventaja de tres minutos. No había comunicado su paradero debidamente durante el verano. Se considera dopaje, punto. Pero Alberto, como todo el mundo sabe, dio positivo años después, cuando iba a por su tercer Tour.

El de Pinto no logró demostrar su inocencia. O mejor dicho, en el orden correcto de los acontecimientos, no fue capaz de argumentar nada sólido en contra de la prueba que demostraba su culpabilidad. Y lo que dijo, que llamó a un señor para que por favor le trajera un filete desde cientos de kilómetros, sólo lo ha hecho el futbolista francés Frank Ribery, pero con prostitutas menores de edad. Y de Francia a Alemania se las llevaban en avión, contó el diario Le Parisien.

Y todo esto son datos superficiales, sólo implicaciones directas. Analizando cada equipo en el que ha militado cada ciclista, los médicos que le han tratado en su carrera deportiva, si se emplea un baremo similar al utilizado para pelar las listas de Bildu en su día, los tours iban a quedar desiertos, pero de verdad, no porque nadie los declarase así. En cualquier caso, sería divertida una pelea judicial entre el 34º y el 35º que, tras hacer cuentas en su casa, crean ambos que alguna ronda les corresponde a ellos.

Todo esto es tan aberrante y desproporcionado que las batallitas por una etapa o el trazado del próximo Tour tendrían que ser noticias muy secundarias, de segunda fila, en la información deportiva sobre ciclismo. La prensa se comporta con todo esto como cuando, en el consejo de ministros de los viernes, llegan los correspondientes recortes escalofriantes y un periodista pregunta si ETA es mala o es cruel, o incluso malvada y cruel a la vez, que la ciudadanía quiere saber, no osen ocultar la verdad.

Victoria Ley, de la Agencia Estatal Antidopaje española, ha dicho en una entrevista en Jot Down hace una semana las verdades del barquero: que el dopaje en España "mueve más dinero que las drogas sociales", que con una supervisión médica oportuna se puede no dar positivo, que sospecha que hay laboratorios que trabajan en que ciertas sustancias no se puedan detectar. ¿Y por qué todo esto? ¿por la marca España? No: "porque mueve mucho dinero", repite sin cesar.

Paco GonzálezPaco González reveló en su programa de radio que el Real Madrid, según las investigaciones de la Guardia Civil, intercambiaba emails y muestras de sangre con Marcos Maynar, un galeno relacionado con diversas tramas de dopaje en lugares y deportes diferentes.

No obstante, echemos la vista atrás. 1994, Dani y Paco Sanz del Real Madrid B dan positivo de "efedrina, seudoefedrina, catín y phenilpropanolamina". Declaraciones del jugador catalán: "Yo no pedí nada prohibido para estimularme, sino algo que me ayudara para superar la debilidad. Estaba bastante cansado. Me pesaban las piernas ya antes de jugar. El doctor Neyra me dio dos cápsulas marrones que yo nunca había tomado antes". Muy buena praxis ¿aislada, común, institucional?

Un árbol, dos árboles, un galgo, tres árboles... al final va a resultar que en el deporte español hay un bosque. El delito contra la salud no es indetectable, como sí lo son las sustancias prohibidas convenientemente administradas. Pero en el pecado llevan la penitencia. Como dice Victoria Ley, "mueve mucho dinero". Y eso sí que se puede detectar. Otra cosa es querer y que te dejen. Porque si de lo que se trata es dar espectáculo, hay una película ochentera, ‘Perseguido', que deja caer sutilmente hacia dónde nos dirigimos. Y aunque sea cine de acción, tiene una lectura social y política bastante clara.

Comparte esta noticia

3 comentarios

Oskar escribió
29/10/2012 01:35

Cuando la diferencia entre ganar o ser segundo o quinto es tan pequeña en la carretera (cuestión de segundos tras 21 días de competición en muchos casos) y tan bestial a nivel de reconocimiento, popularidad, dinero y demás; y haya tan pocos cazados y tan tarde, doparse será una opción perfectamente racional para un deportista de élite. Así que si de verdad se quiere acabar con el dopaje (yo lo dudo, mas allá de un nivel superficial de cara al gran público) o bien aumentamos el número de cazados (y a ser posible también en otros deportes que no sean ciclismo y atletismo: hay que ver la risa de controles les hacen a los futbolistas) o bien aumentamos brutalmente los castigos al cazado. Porque de no ser así se seguirán dopando. Tres notas: 1. Ya va siendo hora de que todo el entramado de médicos, farmaceuticos y demás que están (estaban) paguen parte del pato. 2. todos esos señores de la UCI y demás, donde estaban cuando se les dopaba medio pelotón? Espero que esta gentuza tampoco se vaya de rositas. 3. Desde la operación puerto en adelante, si que da la sensación que los ciclistas llevan menos extras en el carburante que en todos los 90 y hasta 2005 - 2006. Algo si que parece que está cambiando...

Solidamente escribió
28/10/2012 18:49

Buen artículo. Hay que reconocer que es un tema muy difícil de afrontar, en este y en todos los deportes profesionales.

Simon escribió
28/10/2012 12:40

Indurain ganó 5, no 6.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad