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OPINIÓN PUBLICADA

El tripartito valenciano de izquierdas: ¿una nueva esperanza o la amenaza fantasma?

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA*. 28/10/2012

VALENCIA. La semana pasada comentábamos los factores que podrían estar deteriorando rápidamente la fidelidad del voto al PP en la Comunidad Valenciana: la sempiterna crisis económica, el fracaso del modelo de "ladrillo y eventos", los escándalos de corrupción y despilfarro y la situación de indefensión en la que parece hallarse el actual Consell frente al Gobierno central, que ejerce un "ordeno y mando" indiscutido y que sólo ha merecido algunas protestas, débiles y esporádicas, desde las instituciones valencianas.

Todos estos factores, añadidos a un panorama económico que se aventura muy poco propicio durante, al menos, el próximo año, pueden provocar que nos hallemos, por primera vez en mucho tiempo, ante una situación de posible vuelco electoral en la Comunidad Valenciana. Es muy pronto para que dicho vuelco se produzca, y es poco probable que se produzca un adelanto electoral, pues la situación en la Comunidad Valenciana, para el PP, dista mucho de ser la que se le presentaba a Núñez Feijóo en Galicia. Pero no está de más preguntarse por la situación de partida de la oposición frente a un eventual Gobierno tripartito que sucediera al Gobierno monocolor del PP.

PSPV: No somos Alarte, ni Zapatero. Pero... ¿qué somos?

En principio, el PSPV sería el partido destinado a liderar un Gobierno tripartito de izquierdas. Digo "en principio" porque el acelerado deterioro del voto socialista en toda España, desde las últimas elecciones municipales y autonómicas de 2011, parece capaz de socavar cualquier "suelo" electoral habido y por haber, como hemos visto recientemente en Galicia (siete puntos menos, de 27% a 20%, en apenas un año).

El PSPV tiene dos problemas fundamentales los próximos años, en sí entrelazados: parar la sangría de votos -y, sobre todo, impedir, por todos los medios, un sorpasso electoral por parte de Compromís o EU-; y constituir una auténtica alternativa política, social y de Gobierno al PP, que en estos años ha logrado casi monopolizar el discurso y la relevancia públicas en amplísimas capas de la sociedad valenciana.

Ximo PuigPara ello, el PSPV cuenta con más medios, recursos y cuadros profesionales afines -al menos, por ahora- que sus dos hipotéticos socios de Gobierno. Pero, naturalmente, arrastra el pesado legado de los gobiernos de Zapatero, como todas las agrupaciones regionales del PSOE, y el no menos pesado legado del propio PSPV, sus perpetuas guerras intestinas y la inconsistencia programática en épocas muy recientes. Al menos, parece que Ximo Puig sí que juega a algo y da cierta imagen de seriedad, de tener un proyecto o, como mínimo, de estar articulándolo, más allá de explicar lo malvado que es el PP.

Compromís: No somos el PSPV

La coalición Compromís, que ya cosechó magníficos resultados en los últimos procesos electorales (locales, autonómicos y a nivel nacional), se ha beneficiado de su capacidad para concentrar la atención mediática en torno a sí, sobre todo en relación con distintas iniciativas de oposición frente al PP, aunque a menudo más centradas en la protesta (formal) que en la propuesta (de fondo). Compromís constituye, hoy por hoy, la opción "antiPP" más nítida para muchos votantes, en especial jóvenes.

En tres años, Compromís podría estar incluso en condiciones de disputarle la hegemonía de la izquierda al PSPV, merced a su inteligente estrategia de sumar proyectos y difuminarlos en un planteamiento general de "mirad qué malo es el PP", al que le falta un discurso programático más coherente (porque es ciertamente difícil que lo haya, dada la amalgama de partidos que se han reunido en la coalición).

Su problema, probablemente, llegaría a la hora de gobernar, cuando tendrían que responder a una serie de preguntas, interna y externamente: en particular, responder a la doble cuestión de quiénes gobernarían (quiénes se harían con qué puestos de responsabilidad) y cómo lo harían (con respecto a qué programa: nacionalista o ecosocialista).

EU: Somos lo que ya éramos

La misma dinámica que está afectando con fuerza al voto del PSPV (y del PSOE en toda España) afecta también, pero en sentido contrario, a las expectativas electorales de Esquerra Unida (y de IU en el conjunto de España): muchos de los efectos de la crisis económica, y sobre todo muchos de los abusos y profundas desigualdades que está poniendo de manifiesto, llevan años siendo denunciados por Izquierda Unida. Los demás partidos políticos, en su mayoría, en su día se subieron alegremente al carro del ladrillo y las recalificaciones. Nunca han puesto mínimamente en duda ninguno de los postulados básicos del funcionamiento de la economía de mercado "postsoviética" (una economía de mercado que ya no tiene por qué estar embridada por un Estado del Bienestar creado para contener el peligro comunista).

Pues bien, el mismo proceso que hacía que la mayoría de los dirigentes políticos de otros partidos, de medios de comunicación, y del público, ignorasen las propuestas de IU, e incluso las tomasen, candorosamente, como muestra de su absoluto alejamiento de la realidad (recuérdense, por ejemplo, las abundantes referencias a Julio Anguita, coordinador de IU en los noventa, como una especie de loco iluminado), ahora les benefician. Aunque no se benefician en la medida en que podrían hacerlo por una cuestión, tanto en la Comunidad Valenciana como en el conjunto de España, de carencia de referentes.

Por decirlo claramente: ni Cayo Lara ni Marga Sanz tienen la misma capacidad de arrastre que Julio Anguita o Joan Ribó (hoy encuadrado en Compromís, aunque como independiente). EU, a diferencia de Compromís, no es vista por la mayoría del público como un partido moderno en las formas, en sus planteamientos públicos o su relación con los votantes, y eso les perjudica (por más que los efectos de la crisis económica sigan, en cualquier caso, nutriéndoles de votantes).

UPyD: No somos el PP

Por último, en cuanto a los partidos políticos con razonables posibilidades de conseguir representación en Les Corts, nos queda UPyD. Una alternativa para muchos votantes conservadores, con cierto aire de modernidad y sin historial mancillado por la corrupción, la gestión de gobierno o el despliegue de redes clientelares.

UPyD constituye un problema y una oportunidad para el PP. Por primera vez en mucho tiempo, el votante conservador tiene una alternativa frente al PP. Por otra parte, si el PP no consigue mayoría absoluta, tal vez sí sume lo suficiente con UPyD. Pero, vistos los antecedentes, la capacidad del PP para absorber tanto a los votantes como a los cuadros de los partidos regionalistas con los que se alía, UPyD haría bien en no dejarse dar ese "abrazo del oso", si no quiere acabar donde acabó en su momento Unió Valenciana.

La amenaza fantasma del regionalismo

V. Glez. LizondoEl PP ha comenzado, muy recientemente, a agitar el espantajo del catalanismo como supuesto problema de los valencianos, frente al cual el PP, en teoría, nos defendería. La maniobra es tan vieja como la propia Comunidad Valenciana, y ha sido recibida, por ahora, con indiferencia y cierta perplejidad por parte de la opinión pública: olvidad la crisis, la intervención de la Generalitat Valenciana o la indefensión frente al Gobierno de Madrid; aquí lo grave es que los catalanes nos quieren robar la paella y quién sabe qué más.

Desenterrar el fantasma del catalanismo tiene el riesgo añadido de que, con él, tal vez se desentierre otro fantasma, con mucho más músculo electoral (y mucho más peligroso para el PP): el del regionalismo "blavero" en su día representado por Unió Valenciana, y hoy asimilado (al igual que la mayoría de sus votantes) dentro del PP. Un riesgo minúsculo, pero que podría aflorar en el futuro en virtud de cómo gestione Alberto Fabra tanto la Comunidad Valenciana como las disensiones internas en su partido.

#pray for... Mariló Montero y la ubicación del alma

El pasado miércoles, la presentadora del magazine matinal de TVE-1, Mariló Montero, conmocionó las redes sociales con unos comentarios rayanos en el surrealismo. Al hilo del suicidio del asesino del Salobral, la presentadora comenzó a discutir las implicaciones filosóficas de un hipotético trasplante de órganos a otras personas, y lo hizo en estos términos: "¿Qué quieren que les diga? Yo no puedo negarles que he sentido tranquilidad al saber que los órganos de este hombre no van a dar vida a nadie, sinceramente. Yo no querría esos órganos. No está científicamente comprobado, pero nunca se sabe si ese alma [sic] está trasplantado también en ese órgano".

Unas declaraciones que no sé ni cómo catalogar. Aunque, previsiblemente, esta no será la última ocasión en la que Mariló Montero deleite al dilecto público con sus ocurrencias. De hecho, ya logró "cautivar" a los internautas hace unos meses, cuando protagonizó un sonoro desencuentro con la también presentadora de TVE Anne Igartiburu, que estaba presentando su nuevo de su programa, y que se llevó una serie de comentarios despreciativos, bastante inusitados, por parte de su compañera de cadena: "¿Te ves oxidada?", "Parece que estás enfadada Anne. Hija que estás hablando conmigo".

*Profesor titular de Periodismo en la Universitat de València

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3 comentarios

Manuel Márquez Lucena escribió
30/10/2012 22:55

Le animo profesor López a que haga un exhaustivo estudio de cómo se trata a la izquierda en general y al PSPV en particular en los Medios de Comunicación Social. Vd. sabe, tan bien como yo, Quien y Cómo se dirigen hoy los medios. ¿Hablamos de Canal 9? Aunque hoy ya está "desactivado" pues sus escandalosas bajas audiencias! ya no "comen nada a nadie". Pero leo, escucho, veo y es un hecho: ahora ya es ir a por la aniquilación de los Sindicatos y los partidos de izquierda. Y es sistemático cual martillo pilón. Así, hasta que toda la población esté más que depauperada, jodida, jodida, no y entonces... ¿cambiará el voto? O lo contrario: ¿Conviene a ciertas mayorías mantener el status quo? Lo peor pensar que esas "mayorías" no están en la inopia. Soy encima de la Plana ¿No saben en Castelló las correrías, mangas y mangoletas de don Carlos? ¿Y en Cabanes que 10-12 inmigrantes no pueden estar empadronados en casa del mismísimo alcalde? ¿Eso que es? Un abyecto agujero en la mismísima linea de flotación de la DEMOCRACIA. Y si los cimientos están podridos ¿El resto qué? Y pasa... ¡aquí al lado!

emigrante escribió
29/10/2012 10:43

Creo que la situación de los partidos chicos es aún muy precaria. Según encuestas IU apenas recoge uno de cada ocho votos que pierde el PSOE. Los porcentajes de voto que ahora disfrutan son artificiales. La mayoría del voto de los dos grandes está en la abstención esperando una excusa para volver a elegir a los suyos. Y si eso ocurre las alternativas volverán a la marginalidad aunque no pierdan e incluso ganen algún voto más. Cosa de las matemáticas. El posible sorpasso está más avanzado en Valencia pero sigue siendo muy incierto a pesar del desgaste del PSPV que ya viene de lejos y podría ser ya irreversible. Lo veo más probable en Galicia, por ejemplo, allí IU está unida y la alternativa tiene un líder carismático.

valencianet escribió
29/10/2012 07:11

Vaya tela... ¿no da la cara el "profesor" de la UV? A veces me pongo triste por leer estas opiniones.

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