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VALENCIA. Hacia ya unas temporadas que el Valencia no echaba tanto de menos a un futbolista. Concretamente desde la etapa de David Villa el equipo no se veía tan debilitado cuando le faltaba un jugador. Ahora el gran añorado no es el asturiano sino el argentino Éver Banega. El mediocentro se rompió casi de manera cómica pero al final su baja ha terminado siendo dramática para el club. 

La gran diferencia entre Villa y Banega, es que mientras el delantero siempre cumplía y fue uno de los mejores delanteros de la historia del club, el sudamericano nunca ha terminado de consolidarse como un puntal imprescindible dentro de la entidad.

Todo el mundo conoce su potencial. Desde todos los estamentos futboleros se reconoce su valía como jugador. Sin embargo, su cabeza nunca le ha dejado terminar de triunfar. Y esa es la gran incoherencia. Desde el club se señala al argentino como la gran esperanza para que la dinámica del equipo cambie, pero Banega nunca ha conseguido ser un jugador que haya destacado por su regularidad, virtud que precisamente es la que ahora necesita el equipo.

Esa regularidad será la que tratará de sacarle Pellegrino. Un entrenador que tiene marcado en rojo el día de su regreso. Desde su llegada a Valencia el entrenador valencianista puso especial interés en conocer el estado de Éver y conocer cuando sería el momento en que podría contar con él. Pellegrino está ‘enamorado' del fútbol del buen Banega y está convencido de él va a ser el míster que sea capaz de sacar la mejor versión del ex de Boca. Esa confianza se basa en la forma de trabajar que está mostrando el medio desde que se lesionara. Ya que ha seguido a rajatabla las indicaciones médicas y de momento está acortando los plazos de recuperación.

Si la confianza de Pellegrino en Banega es máxima, no es menos la que hay en la planta noble del club. Según fuentes de la entidad valencianista "este va a ser el año de Banega, junto a Gago va a formar una de las mejores parejas de medios de Europa", esa es una frase repetida entre los mandamases valencianistas. "La llegada de Gago le ha venido de perlas tanto en lo personal como en lo deportivo", en la entidad están encantados con el cambio que ha dado el argentino a su vida privada. Según indican desde el club, desde que se lesionara, Éver ha ordenado su vida y está plenamente centrado en triunfar como blanquinegro.

Todavía no ha jugado y ya hace meses que se le espera con los brazos abiertos. Ahora que el equipo ha entrado en una crisis de juego y resultados su vuelta todavía se antoja más necesaria. Ahora sólo falta que el futbolista reciba el alta médica y que a su vuelta su cabeza este bien centrada, de ella tiene que salir el fútbol de un equipo que ahora mismo no lo encuentra. De su cabeza saldrá el fútbol y de sus botas la guía que debe llevar al club hacia la zona noble de la clasificación.

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