29/09/2012 ¿Debe cambiar Fabra el Consell? ¿Y Rajoy solicitar el rescate? ¿La prensa extranjera cuenta la verdad sobre España? Joan Sifre y Joaquím Clemente se suman al debate iniciado por Andrés García Reche, Carlos Carlos González Triviño y Mariano Ayuso Ruiz-Toledo

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VALENCIA. El Foro Valencia Plaza de esta segunda quincena de septiembre intenta esta semana desdoblarse en algunos de los frentes informativos que acosan a la actualidad: la oportunidad que se le preenta al presidente Alberto Fabra de recrear su propio equipo de Gobierno una vez superado el Debate General; la urgencia o no de que Rajoy solicite el rescate finmancierlo y económico de la ecomnomía española a sus socios europeos; y la saturación de informaciones, análisis, crónicas y críticas en los medios informativos extranjeros hacia la economíaespañola.

Usted, lector, también puede opinar dejando sus opiniones al final de esta página o bien a través de nuestra página de Facebook: www.facebook.com/valencia.plaza

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JOAN SIFRE, Escola Sindical Ramón Paredes y exsecretario general de CC OO PV

-Acaba de finalizar el Debate General sobre la Comunidad Valenciana en Les Corts con un balance sin sorpresas y más bien decepcionante. ¿Cree que es el momento de que el presidente Fabra nombre un nuevo Consell de su plena confianza o es mejor que mantenga al actual hasta que terminen las reformas de la Generalitat?
-Lo que aqueja al Consell, en mi opinión, no es falta de unidad o de confianza, sino de saber por dónde va y si tiene capacidad para definir una estrategia de gobierno. Para ello necesita evitar la ambigüedad y el miedo escénico a aparecer contradiciendo las líneas impuestas en Madrid. No es coherente decir que los presupuestos y el sistema de financiación son injustos, pero que no hay otra alternativa que aceptarlos. Por otra parte, en mi opinión, sobran hooligans movidos por su ideología y faltan personas que tengan una visión global y que a la vez cuenten con conocimiento suficiente sobre las áreas de su responsabilidad.

-El presidente Mariano Rajoy está sometido a una doble presión acerca del llamado rescate de la economía española. Desde el exterior del país y desde el sector financiero le presionan para que lo solicite y aumente los recortes sociales. Desde el interior y desde la calle le exigen que ponga freno a la austeridad. ¿Usted qué le recomendaría?
-Con un rescate parcial a la banca, se mantendrá la situación de bloqueo de la economía real o productiva; por ser insuficiente para que se reactive el crédito y porque lastra el riesgo del Estado; con ello se mantiene el deterioro del sector público y del conjunto de la sociedad para acabar en un rescate total, más tarde y en peores condiciones.

Le recomendaría que forzase a los bancos y a algunas empresas del Ibex a renegociar vencimientos de sus deudas o entrar en venta/liquidación, condicionando cualquier apoyo a la recuperación previa del flujo de crédito: Los fondos de rescate deben garantizar los derechos de los impositores, servir para reordenar la deuda pública en una perspectiva de largo plazo y para acometer políticas estructurales a medio plazo o políticas activas.

-Arrecian estos días las críticas -en opinión de algunos, excesivas- de los medios informativos extranjeros hacia España y la Comunidad Valenciana, especialmente desde el Reino Unido y EE UU. ¿Opina usted que es normal o que podría estarse dando cierto enconamiento?
-Los datos que vamos conociendo son muy fuertes. Y si se conocen ahora también es porque interesa divulgarlos a quienes detentan los principales medios de comunicación, claro. En cualquier caso, se refieren a hechos y se alimentan también de ciertos episodios esperpénticos como, por ejemplo, aplazar la presentación de presupuestos a un calendario electoral o "sainetes" sobre quién presiona a quién con los rescates, o tratando de justificar lo que va contra el sentido común, etc. Superan el peor de los planteamientos para la gestión de este conflicto. Pero, con todo, si algo nos debe preocupar es que la información importante sobre España se sigue obteniendo antes fuera que dentro del país. Cualquiera se expone al ridículo si ahogado por las deudas y los apalancamientos, niega en su casa que sea así, mientras que el acreedor oye o lee atónito que no hay problema, sabiendo como sabe, que no le pagan... Así no se construye confianza y cualquier cambio, en lo micro y en lo macro, habrá de basarse en ella.

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JOAQUIM CLEMENTE, periodista y presidente de la Unió de Periodistes Valencians

-Acaba de finalizar el Debate General sobre la Comunidad Valenciana en Les Corts con un balance sin sorpresas y más bien decepcionante. ¿Cree que es el momento de que el presidente Fabra nombre un nuevo Consell de su plena confianza o es mejor que mantenga al actual hasta que terminen las reformas de la Generalitat?
-Si atendemos al discurso del propio presidente en el Debate de Politica General, la Generalitat quiera abrir una nueva etapa más centrada en políticas de estímulo de la economía tras las reformas y recortes de los últimos meses. Quizá aún no hayan terminado, pero de ser cierta esa intención, Alberto Fabra debería acometer una reforma de su Consell. 

Una remodelación que debe entrar en la estructura de las consellerias. Trabajo o Industria son departamentos clave, mientras que el cruce de competencias entre Economía y Hacienda merece repensar su separación. Si Fabra tiene en mente remodelar su Consell no debe retrasarlo más. Con la elaboración del presupuesto para 2013 en marcha, la participación en su confección de los que deberán aplicarlo es motivo suficiente para acometer la crisis de gobierno. 

Todo sin contar con que la distancia en la implicación en el proyecto de Fabra entre los consellers que llevan la voz cantante en estos momentos y los que se aferran al pasado empieza a ser casi insalvable.

-El presidente Mariano Rajoy está sometido a una doble presión acerca del llamado rescate de la economía española. Desde el exterior del país y desde el sector financiero le presionan para que lo solicite y aumente los recortes sociales. Desde el interior y desde la calle le exigen que ponga freno a la austeridad. ¿Usted qué le recomendaría?
-Que tome una decisión y que la explique. La incertidumbre es mala compañera. Y la diversidad de señales y mensajes que llegan desde su Gobierno, en no pocas ocasiones a través de terceros, solo contribuye a la confusión.

La necesidad o no de pedir la ayuda del fondo de rescate de la Unión Europea hay que afrontarla desde un punto de vista pragmático. ¿Puede España afrontar sus vencimientos teniendo en cuenta las tensiones de los mercados de deuda? Si la repuesta es sí, el Gobierno podría plantearse no someterse a las exigencias de un rescate. Pero si la respuesta es que no, España debería solicitar la ayuda de sus socios y hacerlo cuanto antes.

Lo que no parece viable es no pedir el rescate si hay dudas sobre la capacidad del pago de la deuda. Si las consecuencias del rescate sobre la economía son malas a corto o medio plazo, las de un impago serían devastadoras.

-Arrecian estos días las críticas -en opinión de algunos, excesivas- de los medios informativos extranjeros hacia España y la Comunidad Valenciana, especialmente desde el Reino Unido y EE UU. ¿Opina usted que es normal o que podría estarse dando cierto enconamiento hacia la situación económica española?
-Es lo que hay. Los medios de comunicación eligen las noticias que consideran relevantes. Se puede criticar si los reportajes que se han publicado en los últimos meses se ajustan más o menos a la realidad, pero negar que España es noticia, como lo fueron Irlanda o Grecia en su día, no tiene sentido.

La imagen de España la construimos los españoles y no se puede fiar un cambio de la percepción exterior a que los periodistas cuenten, o callen, lo que nos perjudica. La información, si es veraz, no perjudica a nadie ni a nada. Son los hechos que se narran los que verdaderamente afectan.

El cambio llegará cuando la tendencia de la economía española cambie. Mientras tanto, para los que buscan explicaciones a porqué España está en la situación que está seguirán fijándose en los excesos del pasado. Lo que parece menos normal es que en los medios españoles sea noticia que somos noticia en los medios extranjeros. 

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ANDRÉS GARCÍA RECHE, exconseller de Industria y profesor de Economia Aplicada de la Universidad de Valencia

-Acaba de finalizar el Debate General sobre la Comunidad Valenciana en Les Corts con un balance sin sorpresas y más bien decepcionante. ¿Cree que es el momento de que el presidente Fabra nombre un nuevo Consell de su plena confianza o es mejor que mantenga al actual hasta que terminen las reformas de la Generalitat? 

-Lamento decirlo, pero creo que un cambio en el Consell resultaría irrelevante a no ser que hubiera una voluntad política decidida de aprovechar este momento de precariedad presupuestaria para abordar una reforma en profundidad de todo el sector público, con el objetivo de mejorar su eficiencia (necesario, con y sin crisis) y para poner a punto una estrategia global de salida de la crisis. Mientras esto no ocurra, y no lo parece, es el propio Consell el que resulta irrelevante.

-El presidente Mariano Rajoy está sometido a una doble presión acerca del llamado rescate de la economía española. Desde el exterior del país y desde el sector financiero le presionan para que lo solicite y aumente los recortes sociales. Desde el interior y desde la calle le exigen que ponga freno a la austeridad. ¿Usted qué le recomendaría?
-Yo le recomendaría que dedicara la mayor parte de su tiempo a buscar aliados en Europa (comenzando por Hollande) y convencer a los socios más reticentes de Europa de que, junto a los recortes y reformas, se ejecute un programa de crecimiento urgente para los países en recesión, con mecanismos de financiación que no sobrecarguen el peso de la deuda.

-Arrecian estos días las críticas -en opinión de algunos, excesivas- de los medios informativos extranjeros hacia España y la Comunidad Valenciana, especialmente desde el Reino Unido y EE UU. ¿Opina usted que es normal o que podría estarse dando cierto enconamiento hacia la situación económica española?
-Bueno, lo que dicen fuera ahora, es básicamente lo que hemos dicho nosotros dentro. Lo que ocurre es que una vez admitido que "hemos vivido irresponsablemente por encima de nuestras posibilidades y que necesitamos un replanteamiento global de nuestro sector público", ello no elimina la necesidad perentoria de abandonar la recesión. Cuando las reformas se hacen bajo la presión de la coyuntura, todo se transforma en meros recortes y esto no garantiza en modo alguno una mayor eficiencia del gasto público.

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CARLOS GONZÁLEZ TRIVIÑO, abogado

-¿Cree que es el momento de que el presidente Fabra nombre un nuevo Consell de su plena confianza o es mejor que mantenga al actual hasta que terminen las reformas de la Generalitat?
-El equipo de cualquier lider es el indicador más importante de su credibilidad. En tanto el President Fabra no demuestre con hechos concluyentes que tiene equipo propio, será muy difícil creer que pueda tener un proyecto propio, porque una cosa se sigue mecánicamente de la otra y cualquier argumento que trate de atenuar la fuerza de esa deducción no debe ser tomado nunca en serio. Ximo Puig tiene mucha razón al pedirle al Molt Honorable que reduzca y racionalice su equipo de gobierno, y seguramente todos le creerían mucho más si no tuviese una ejecutiva con setenta miembros, donde la mayoría de los cargos se ocupan por puras razones de reparto y donde se reclutan casos aislados de curriculum y talento para intentar vender la excepción como lo que debería ser la norma. El momento que vivimos es fundamental y los equipos políticos de todos los partidos van a dejar huella, para bien o para mal.

-Desde el exterior del país y desde el sector financiero presionan a Rajoy para que lo solicite y aumente los recortes sociales. Desde el interior y desde la calle le exigen que ponga freno a la austeridad. ¿Usted qué le recomendaría?
-Que haya que recortar es solo una parte del problema. Los recortes se han visto tan magnificados en la psicología de la opinión pública no solo por su alcance cuantitativo y cualitativo, sino porque la confianza en el Gobierno se ha desmoronado y porque la gente tiene la sensación de que ni él mismo sabe a cambio de qué se les está exigiendo a los ciudadanos tanto sacrificio. Es un problema de mala calidad del guión. No se puede obligar a un país a correr un maratón si nadie sabe cuál es el recorrido, ni dónde está la meta. Si el Gobierno se limita exclusivamente a recortar, ¿dónde está el valor que le aporta a la sociedad? Lo que se necesita es un proyecto con talento suficiente para que se perciba con claridad en él la idea de crecer. Yo a Rajoy le recomendaría unas vacaciones intelectuales y que reclute directores generales en las colas de quienes están saliendo del país.

-¿Opina usted que es normal o que podría estarse dando cierto enconamiento de la prensa extrajera hacia la situación económica española?
-La imagen de España en el extranjero es el correlato de nuestra propia conciencia-país. En las situaciones de crisis no reaccionamos con demostraciones de un saludable pragmatismo, sino que profundizamos en los conflictos identitarios. No reflexionamos dentro de un esquema práctico de soluciones y problemas, sino en otro metafísico de contradicciones contra esencias. España es un país en que no existe un punto intermedio de sano afecto nacional, sino una minoría de exaltaciones patrióticas ridículas y excesivas y otra de exabruptos antiespañolistas. No existe un escenario desde el que articular hacia el interior y el exterior una narración templada sobre lo que sucede aquí. Y en momentos como éste, en los que la percepción internacional de España es un factor crítico para la recuperación, este problema se manifiesta con especial dramatismo.

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MARIANO AYUSO, abogado, socio de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira

-Acaba de finalizar el Debate General sobre la Comunidad Valenciana en Les Corts con un balance sin sorpresas y más bien decepcionante. ¿Cree que es el momento de que el presidente Fabra nombre un nuevo Consell de su plena confianza o es mejor que mantenga al actual hasta que terminen las reformas de la Generalitat?
-Vistas las importantes medidas que el presidente Fabra ha anunciado en el Debate General sobre la Comunidad Valenciana y que algunas de ellas conllevan reformas del organigrama del conjunto del sector público de la Generalitat, pendiente -por otro lado- de un análisis para su reforma en cuanto al sector empresarial, puede que lo más eficaz fuera adecuar la estructura del Consell a estas reformas. Que la reforma de esta estructura conlleve la entrada, salida o cambio de puesto de las personas que ocupan los cargos en el primer, segundo o tercer escalón lo veo secundario y depende de factores imponderables en un análisis externo riguroso: valoración, confianza y correlación de fuerzas interna del partido. Lo verdaderamente importante para la gestión del programa de gobierno es la adaptación de la estructura y -quizás- un cambio de rumbo en algunas de las políticas del Consell.

-El presidente Mariano Rajoy está sometido a una doble presión acerca del llamado rescate de la economía española. Desde el exterior del país y desde el sector financiero le presionan para que lo solicite y aumente los recortes sociales. Desde el interior y desde la calle le exigen que ponga freno a la austeridad. ¿Usted qué le recomendaría?
-Le recomendaría que solicitara el rescate -por supuesto, dado que es a mi juicio imprescindible la colaboración europea para salir del impasse-, pero negociando con dureza las condiciones. Probablemente, la demora en la decisión se incardine en el marco de esa negociación y -realmente- lo más importante del rescate son sus condiciones, en el sentido de que no supongan una desincentivación social y económica que haga estéril el apoyo financiero. Dentro del marco de la negociación y del margen de maniobra del Gobierno de España, lo más trascendente es la decisión de los puntos de aplicación de la política de recortes y de incremento de la presión fiscal. Creo que el éxito o el fracaso del rescate estarán en acertar en este punto y, para ello, tiene el Gobierno que hacer una labor de prospectiva y análisis muy rigurosa y científica, apartándose de intuiciones, prejuicios y presiones locales (esto último, la verdad, muy difícil con varios escenarios electorales autonómicos planteados).

-Arrecian estos días las críticas -en opinión de algunos, excesivas- de los medios informativos extranjeros hacia España y la Comunidad Valenciana, especialmente desde el Reino Unido y EE UU. ¿Opina usted que es normal o que podría estarse dando cierto enconamiento hacia la situación económica española?
-La cuestión es -obviamente- muy compleja, pues la tendencia de unos medios de comunicación en la creación de opinión puede tener varios y convergentes orígenes. Lo que sí resulta cierto es que hay una tendencia contraria a la buena valoración de España -dentro de ella de nuestra Comunidad y de algunas otras- y de su sistema económico y aparentemente orquestada, si es que no estructurada, en unos países que tienen intereses contrarios al euro. Esto parece indicar que nos encontramos en el centro de una estrategia no particularmente dirigida contra España -y menos contra la Comunidad Valenciana-, sino contra el euro, su fortaleza y estabilidad. Perspectiva distinta es la de las posiciones alemanas, en las que -de manera obvia- no hay un diseño estratégico referido al euro, sino a la correlación de fuerzas dentro la propia zona euro. Probablemente, nuestra mejor baza sería poner en correlación estas estrategias, distintas y en muchos aspectos contrarias, y provocar en lo posible -y en beneficio de España- la recíproca neutralización.