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MADRID (EFE). La labor supervisora de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha logrado que en los últimos años seis entidades hayan compensado con 33 millones de euros a inversores perjudicados por prácticas no adecuadas, ha indicado el presidente de la entidad, Julio Segura.

En la inauguración de una jornada sobre cumplimiento de normas de conducta y que puede ser su última comparecencia pública, Segura ha destacado que pese a que la CNMV no tiene potestad normativa su labor supervisora ha propiciado acuerdos entre entidades e inversores, y ha conseguido que la Ley del Mercado de Valores incluya como normas antiguas recomendaciones del supervisor.

FIRMA DE PUÑO Y LETRA

Entre ellas, ha destacado la obligatoriedad de que el inversor firme de su puño y letra el consentimiento para adquirir productos complejos, algo que la CNMV recomendaba desde 2010.

Segura cree que el inversor español está ahora más protegido que antes de la implantación de la directiva europea de Mercados e Instrumentos Financieros (MIFID), aunque considera que aún es posible mejorar el volumen y la calidad de la información que reciben los inversores.

En ausencia de acuerdo, a los inversores sólo les queda la vía judicial, por lo que Segura sugiere la posibilidad de que se implante un sistema de arbitraje, obligatorio para las entidades y voluntario para los inversores.

ALINEANDO LOS INTERESES

El presidente saliente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, ha instado a la banca a ir más allá de las normas que regulan su conducta y alinear sus intereses con los de los clientes a la hora de venderles productos financieros.

Segura, cuyo mandato expira el próximo 6 de octubre y que será relevado en el cargo por Elvira Rodríguez, ha destacado este miércoles que la banca comercial tiene un papel preponderante en la prestación de servicios de inversión a un total de 12 millones de clientes.

En una conferencia sobre el cumplimiento de las normas de conducta por las empresas de servicios de inversión, Segura ha defendido que se requiere la máxima diligencia de las entidades en el cumplimiento de las normas que regulan las relaciones con su clientela.

AUMENTAR LOS RECURSOS PROPIOS

El cumplimiento "debe realizarse no solo desde una perspectiva formalista, sino estar dirigido a lograr una auténtica alineación de los intereses de la entidad con los de sus clientes", ha afirmado Segura.

El aún presidente del organismo supervisor de los mercados ha recordado que a raíz de la crisis financiera se ha incrementado la presión de los reguladores y los mercados para que las entidades aumenten sus recursos propios, a lo que se ha añadido una mayor dificultad para captarlos en el mercado.

En estas condiciones, numerosas entidades decidieron acudir a su clientela minorista para obtener los fondos precisos, comercializando instrumentos híbridos como deuda convertible, participaciones preferentes y obligaciones subordinadas, ha indicado.

"Ello ha puesto a prueba la capacidad de las entidades para cumplir las normas de comercialización y asesoramiento y, en general, para gestionar los importantes conflictos de interés generados por su doble condición de emisor y comercializador", explicó.

En su última comparecencia pública para hacer balance de sus más de cinco años al frente de la institución, en la que sustituyó a Manuel Conthe, Segura avanzó que la CNMV expedientará a seis de cada diez entidades que comercializaron participaciones preferentes por malas prácticas en la venta.

EXPEDIENTES SANCIONADORES A LA VISTA

La CNMV prevé abrir dos expedientes sancionadores por la venta de preferentes durante el mes de septiembre, más otros dos antes de que finalice el presente ejercicio. Éstos se sumarán a los siete que ya hay en curso y elevarán a once el total en 2012.

De las 19 entidades que emitieron preferentes desde 1999 hasta mayo de 2011 por importe nominal de 22.000 millones de euros, las once que se enfrentarán a posibles sanciones emitieron la mitad.