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VALENCIA (EFE). El Valencia ha generado dudas en los cinco partidos oficiales disputados hasta la fecha, en los que algunos deméritos han pesado más que sus virtudes a pesar de que ya ha jugado como visitante ante tres de los clubes aspirantes a ganar la Liga de Campeones: Real Madrid, Barcelona y Bayern Múnich.

Pocas veces en su historia el Valencia ha tenido tres desplazamientos tan comprometidos al principio de la temporada, ya que ha acudido a los estadios de tres de los cuatros semifinalistas de la última Liga de Campeones.

Sin embargo, también pocas veces ha iniciado la temporada con dos partidos en casa ante sendos equipos recién ascendidos como el Deportivo de la Coruña y el Celta de Vigo, ante los que estuvo lejos de convencer con su juego.

El Valencia inicio la campaña con la visita al Real Madrid, contra el que empató a uno en el partido más completo que ha realizado hasta el momento.

A continuación el Deportivo le igualó en Mestalla a tres goles, en un partido que llegó al descanso con ventaja local por 3-1 y en el que la entrada de Dani Parejo por el lesionado Fernando Gago con 2-0 en el marcador fue muy cuestionada, a pesar de que Parejo dio el pase del tercer gol local.

El siguiente choque, en el Camp Nou, acabó con victoria por 1-0 del Barcelona en un partido consistente del Valencia. A continuación recibió al Celta en Mestalla y logró el único triunfo hasta el momento de la temporada.

El Valencia se impuso por 2-1, pero no convenció. Hizo una mala primera parte, en la que estuvo a merced del Celta, y sólo mejoró tras el descanso.

Tras cuatro partidos de Liga, llegó la Liga de Campeones. Debutar en el campo del subcampeón continental no es fácil y el Valencia perdió por 2-1, en un encuentro en el que neutralizó al rival, pero le faltó llegada e intensidad en el trato del balón, lo que propició los goles del equipo alemán, que no generó excesivas ocasiones.

El Valencia perdió ante un rival que no le arrasó aunque fue mejor hasta el descanso y al que le plantó, aunque tímidamente, cara en la segunda mitad. La falta de contundencia a la hora de asegurar el pase o meter la pierna condenó al Valencia.

Salir del Bernabéu, el Camp Nou y el Alianz Arena con un empate y dos derrotas por la mínima, con dos goles a favor y cuatro en contra no es el balance soñado, pero es fácil salir peor parado.

Sin embargo, los cuatro goles recibidos en casa ante el Deportivo y el Celta igualan en 180 minutos los tantos que le han encajado al Valencia en tres de las catedrales del fútbol mundial.

Por primera vez en la temporada, el tercer clasificado de la Liga española en las tres últimas campañas va a visitar el domingo a un equipo sin un presupuesto sideral, a un rival de su estatus futbolístico: el Mallorca.

Por primera vez jugara ante un club que, que comparte con el Valencia el objetivo de ser alternativa del Real Madrid y el Barcelona.

En el centro del campo concentra el Valencia sus principales problemas. Lesionados de larga duración Sergio Canales y Éver Banega, probablemente los hombres más creativos de la plantilla, el juego de contención también se ha visto lastrado con las ausencias por dolencias menos graves de Fernando Gago y David Albelda.

Por ello, todo el trabajo de la medular, tanto en defensa como en ataque, corre por cuenta de Tino Costa y Dani Parejo, el jugador en el que la afición concentra sus mayores críticas por falta de intensidad. El técnico, Mauricio Pellegrino, tiene pocas alternativas mientras no se recuperen los lesionados.

Arriba, las mejores noticias son la progresión de Sophiane Feghouli y el papel de revulsivo de Nelson Valdez. Las peores se centran en la falta de balones para Roberto Soldado y la ausencia en escena de Andrés Guardado, quien todavía no ha aparecido desde su llegada este verano.