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Los Yébenes, la intimidad, el interés y lo relevante

ÁLVARO GONZÁLEZ. 15/09/2012

MADRID. Cuando nada parecía poder desbancar el show de Cecilia como engendro noticiado del verano, llegó el incidente de Los Yébenes para poner de manifiesto que todavía podíamos llegar más lejos. No obstante, al contrario que con lo ocurrido en Borja, el problema al que se ha enfrentado esta concejala es bastante habitual. Descuido, robo, torpeza o insensatez cometidos con imágenes privadas comprometidas.

Normalmente es algo que parece que sólo le ocurre a las celebrities estadounidenses. Paris Hilton y Kim Kardashian se lanzaron al estrellato tras la aparición teóricamente accidental de sus vídeos porno caseros. El de Kim está rodado con varias cámaras, valoren la ‘accidentalidad' de su aparición. En cambio, otras famosas, como Jennifer López lleva gastado la intemerata en abogados para evitar que se difunda uno con ella como protagonista.

Tanta frivolidad con este asunto lleva a la prensa a tomarse a mofa ciertas cosas. A veces por error. Cuando a Scarlett Johansson le robaron las fotos del móvil en las que aparecía desnuda, muchos jalearon el incidente. Su culo pudo verse en múltiples medios de comunicación que se limitaban a ‘dar' la noticia de que se había producido un robo. Sin embargo, a los medios que han difundido el vídeo de la concejala se les tacha de canallas ¿Por qué la concejala tiene más derechos que Scarlett? Es una cuestión de cercanía o lejanía.

En su día, Berto Romero criticó duramente en su columna de Público las fotografías que publicó el Cuore de la actriz Elena Anaya desnuda en la playa. Lo que en el argot paparazzi se conoce como ‘un robado'. A las pocas semanas, aparecieron las fotos de Scarlett y lo que hizo fue fotografiarse en la misma postura que la actriz estadounidense. Aunque estemos a muchos años luz de las estrellas de Hollywood, lo mismo para la Johansson no era plato de buen gusto que se hiciera humor a costa de las fotos robadas de su móvil y su contenido.

Elena Anaya, en una secuencia de la película 'Una habitación en Roma'

Aunque Berto tiene también su defensa. Hace pocas semanas, un vídeo comprometido de una política costarricense, Karina Bolaños, apareció por las redes sociales. Fue destituida de su cargo por la presidenta del país. En consecuencia, como hizo el humorista español, cientos de partidarios de Bolaños colgaron sus fotos y vídeos desnudos, en la misma actitud que la política, para apoyarla. Cercanía y lejanía entendidas en sentido contrario. Aunque hay que subrayar que Karina es portada de Interviu esta semana y se entiende que su ‘tragedia' ya empieza a ser rentable. 

Lo que prueba que no es necesario que la víctima sea conocida previamente para captar el interés. Poco sabíamos en España de la nadadora Laure Manaudou, aunque en su país ya la perseguían los paparazzi, cuando aparecieron sus fotografías robadas y éstas fueron directas a todos los digitales de la piel de toro. Si es que bastaría el titular ‘Una mujer de Burgos fotografiada desnuda en su dormitorio mientras se cambiaba de ropa' para que esa fuese la noticia más vista en todos los medios aunque a Cristiano Ronaldo le diese por restaurar ese día El Caballero de la mano en el pecho.

"ALGUACIL ALGUACILADO"

Ejemplo ilustrativo como pocos de todo lo comentado es el famoso vídeo de Pedro J. Ramírez. Un atropello al director del diario El Mundo, que fue tildado de "alguacil alguacilado" por Joaquín Leguina en una tribuna en El País, o portada de El Jueves ataviado como aparecía en el vídeo. Eso se llama dar la puntilla. Todo lo relativo a este vídeo es muy aclaratorio sobre el respeto que existe en los medios de nuestro país con la intimidad, cuál es el interés del público y qué es lo verdaderamente relevante.

Por ejemplo, un colaborador del diario de Pedro Jota, Jorge Javier Vázquez, según Vanitatis, fue destituido cuando en su programa de televisión, Sálvame, y su cadena, Telecinco, volvió a aparecer el abogado Rodríguez Menéndez hablando de este vídeo. Volviéndolo a poner de actualidad. Automáticamente, aparecieron también informaciones sobre los problemas con Hacienda del presentador y se le eliminó de la listas de gays más influyentes de España que hace El Mundo anualmente. En esa lista, por cierto, apareció la actriz Elena Anaya sin haber dicho ella nunca que fuese lesbiana. La sacaron del armario sin más.

Y muchos artistas entonarán el virgencita que me quede como estoy de perseguido por los medios. Porque si se trata de dar información verdaderamente relevante sobre ellos ¿es relevante cómo acuden vestidos a la alfombra roja de las galas? Pues es lo que más interés tiene de una ceremonia, la noticia más vista y comentada del día en todos los digitales. Difícilmente luego los artistas podrían rodar anuncios de yogures que les reporten pingües beneficios sin este interés trivial del público detrás.

Pero a veces no hace falta ni servirse de los medios de comunicación. En Mérida hace unos años todos los coches amanecieron con fotografías comprometidas en sus parabrisas del hermano del alcalde con la concejala de Economía y la presentadora del informativo de la televisión local. Sirve de antecedente para valorar lo que ocurra ahora en Los Yébenes: al que difundió las imágenes le cayeron ocho años.

Parecen historias de la España negra, pero muy al contrario de lo que parece, en nuestro país se respeta la intimidad de la clase política más que en la vecina y siempre culta y aseadita Francia. Las vueltas que ha dado Sarkozy con Carla Bruni por los medios aquí serían impensables.

El triángulo amoroso del actual presidente, que dejó a su mujer cuando era candidata por la periodista que cubría su campaña, no tiene par en España. Ahora acaban de sacar a esa periodista, Valerie Trierweiler, en biquini. ¿Que Hollande ha prometido ser un presidente normal? Pues gracias por el titular: "Normales hasta en el bañador", salió en la portada, que ha sido multada. Y hace pocos años en Francia apareció ‘Sexus Politicus', un libro sobre la vida sexual de todos los presidentes. Sus amantes, escarceos y nostalgia de la vieja guardia, como Félix Faure, que cuenta la leyenda que murió mientras le daban sexo oral.

AL SERVICIO DE SU MAJESTAD

En Inglaterra, como todo el mundo sabe, no se respeta absolutamente nada. Se han colocado cámaras en gimnasios para espiar a Lady Di, se han publicado detalladamente cómo eran las orgías sadomasoquistas de Max Mosley. En Rusia la política del vídeo sexual robado ha sido el día a día. Sólo en los noventa cayó el ministro de Justicia, Valentin Kovailov, por un vídeo en el que aparecía en una sauna desnudo con una serie de mujeres también desnudas, y el azote de la corrupción, el fiscal Yuri Skuratov, tuvo un vídeo de dos prostitutas con un hombre "que se le parecía mucho". Hasta la cantante infantil Ангина (pronunciado Angina) era tan voluptuosa que la prensa no descansó hasta que entró en un vestuario en el que se hallaba desnuda con cámara y reportero micrófono en mano.

En definitiva, nuestros políticos no pueden quejarse de un acoso en los términos del que ha sufrido Olvido Hormigo. Peor lo tienen, como siempre, los ciudadanos de a pie. Cuando en los noventa comenzaron los programas de bromas con cámara de oculta más de una víctima denunció a las productoras por tener que ser sometido a la mofa pública sin su consentimiento. Estuvimos años luz de la MTV, que fue denunciada por encerrar en una habitación de hotel a una chica, objeto de una simpática broma, con un muñeco que simulaba ser un cadáver mutilado, o unas jóvenes a las que rociaron con excrementos humanos.

Fuera del entretenimiento, en la faceta periodística, recientemente, el Constitucional ha declarado "ilegítimo" el reportaje con cámara oculta aunque por ese medio se hayan obtenido informaciones relevantes. Una sentencia que ha echado abajo varios programas. Y eso que podríamos decir que estaban ‘empezando'. En un país donde la libertad de prensa es muy relativa, Serbia, el programa ‘Insider' de B-92 descubrió, con detenidos y todo a raíz del reportaje, cómo todos los partidos políticos habían robado cantidades ingentes de dinero durante años de la industria estatal del carbón, donde trabajan 600.000 personas en todo el país. Se conoce que en España, como el noventa por ciento de los municipios, han tenido asuntos sucios durante los últimos veinticinco años con el asunto inmobiliario, pues no sabían por dónde empezar.

También, con el auge de las cámaras en los teléfonos, ciudadanos de a pie han aparecido en programas manteniendo relaciones sexuales en lugares públicos con risas enlatadas de fondo. Y ya antes de que cada persona sea con su smartphone un tentáculo más del Gran Hermano, a finales de los noventa hubo un debate sobre la videovigilancia que trajo el Partido Popular colocando cámaras en lugares públicos para prevenir, o resolver, delitos. Ya estamos todos hechos a ellas, aunque no siempre esté convenientemente señalizada su localización. En los trenes, por ejemplo, han servido para identificar al joven patriota que le dio una patada en la cabeza a una inmigrante, o al soldado que apuñaló a Carlos Palomino, así como todas las agresiones que propició este asesinato después.Olvido Hormigo, concejala de Los Yébenes

En la parte mala, han vulnerado la citada ley numerosas empresas que grababan a sus empleados en los vestuarios. Desde Eroski hasta los trabajadores de la base de Rota. Porque, desgraciadamente, hay que concluir que el auge de las cámaras y las redes sociales ha ido en contra de los derechos ciudadanos.

No sólo por la parte escabrosa, fotografías comprometidas que se difunden, o burlas y vejaciones entre menores. También está la represión silenciosa. La de no poder acudir a ninguna reunión social sin saber que será relatada y acompañada de un reportaje fotográfico horas después en Facebook.

A veces, incluso antes de que acabe. Hay hasta quien disfruta informando con el GPS del móvil de en qué lugar se encuentra en cada momento. La libertad sin intimidad es un concepto bastante falaz, algo así como la libertad de los que no tienen dinero. Y parece que al paso que va todo la única defensa posible es estampar contra la pared al smartphone del ‘amigo' que te está dando la noche.

De todos modos, no se debe tampoco pintar un retrato apocalíptico, tan tentador, de estos tiempos modernos. El auge de dispositivos móviles con todo tipo de grabadoras también tiene sus ventajas. Pruebe a grabar una conversación con Recursos Humanos de su empresa. El juez la admitirá como prueba, no se preocupe. De hecho, no es una conversión ajena, es suya. Incluso se recomienda que ponga la grabadora encima de la mesa cada vez que acuda a su ETT, por ejemplo, a que le comuniquen una rescisión de contrato. Se puede hasta evitar el despido. Como es obvio, el problema no es ni el invento ni el medio, sino el uso que se le dé. La cultura y los principios, que no son cosa de microchips.

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1 comentario

ANTONI escribió
17/11/2012 21:00

PEDRO J.Ramirez es un oportunista que solo saca los casos de corrupcion que interesa a la derecha. Todavia tengo que verlo sacando algun caso de corrupcion del Partido de los ciudadanos, que tambien los tiene

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