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VALENCIA. Otro año más lo ha vuelto a hacer. Manolo Salvador, director deportivo del Levante ha vuelto a conformar una plantilla de máximas garantías con mucha imaginación, mucho trabajo y como siempre con muy pocos recursos económicos. Con los mismos que lleva cinco temporadas consiguiendo superar con creces los objetivos deportivos que se marca el club, demostrando así que en el fútbol y en el deporte el dinero no es lo más importante. 

Por quinta temporada consecutiva el club granota prácticamente no ha tenido la posibilidad de pagar para contratar a futbolistas. De hecho, este verano Salvador ha podido invertir unos 320.000 euros en tres jugadores, Keylor Navas, Pape Diop y Míchel. La campaña anterior, la cantidad destinada a fichajes fueron los 100.000 que se pagaron por Pedro López al Valladolid. Es decir, desde el verano de 2008 el Levante ha destinado unos 470.000 euros para fichajes, una cifra irrisoria para un equipo profesional.

Para llegar a esta situación hay que remontarse a julio de 2008, ese fue el mes que el conjunto de Orriols tuvo que solicitar el concurso de acreedores de la sociedad ya que no podía pagar a sus futbolistas ni a sus empleados. Seguramente aquel verano fue uno de los más duros de la historia para el club y para sus aficionados. Aquellos meses el club estuvo muy cerca de consumar su desaparición. De hecho vivió situaciones dantescas como la de empezar la pretemporada en Oliva sin jugadores para hacer un once inicial y con algunos de 

ellos negándose a entrenar ante los impagos. Luis García Plaza, que acababa de tomar las riendas del equipo, se encontró con un club que no tenía ni jugadores ni dinero para fichar. Eso sí, lejos de asustarse se puso en manos del ‘genio de la lámpara', Manolo Salvador y juntos planificaron una plantilla llena de descartes de otros equipos.

Sin un euro que invertir el club fichó a 20 futbolistas con los que competir en la Segunda División del fútbol español. Entre esos veinte fichajes, destacaban nombres como Ballesteros, Rubén Suárez, Gorka Larrea o Líbero Parri. Con ellos el club consiguió el objetivo que se marcó la entidad que no fue otro que el de conseguir la permanencia en la categoría de plata.

La temporada siguiente el trabajo fue menor, ya que la base de la plantilla ya estaba hecha. De nuevo el equipo fue constituido para amarrar la categoría. El Levante era uno de los equipos que menos pagaba de la segunda División y no podía permitirse un coste de plantilla superior a los 3 millones de euros. Ante esas estrecheces el club tuvo que volver a contratar a jugadores sin equipo y normalmente que no vinieran en el mejor momento de sus carreras. Ese año el Levante incorporó a nueve jugadores, entre ellos a Javi Guerra, Xisco Muñoz y Juanlu. Ellos tres fueron piezas básicas en el ascenso del equipo a Primera División. Pasito a pasito y sin que nadie contará con ellos para lograr el ascenso, el equipo fue agrandándose hasta terminar logrando el regreso a la máxima categoría del fútbol español con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

Y llegó el retorno a Primera. Ese verano muchos fueron los que semanas antes del comienzo de la temporada vaticinaban el descenso levantinista con seguridad. Pocos confiaban en la capacidad de Manolo Salvador para armar un plantilla que fuera capaz de competir en Primera División sin poder fichar jugadores pagando, y contando además con que las fichas que podía pagar el club eran las más bajas de la Liga. Sin embargo, otro verano más la secretaría técnica se reinventó. Fichó a 12 jugadores, de los que algunos llegaron con la carta de libertad, como Nano o Valdo, y otros mediante cesiones, como Xavi Torres o Caicedo. Aquella plantilla, que completó una Primera vuelta horrible en la que sólo sumó 15 puntos se rehizo y terminó salvándose una jornada antes de la conclusión de la Liga.

Después de la primera permanencia en Primera, al club le desmantelaron la plantilla. Las salidas más importantes fueron las del entrenador Luis García y la del goleador Felipe Caicedo. Otra temporada más hubo que hacer contrataciones masivas y el club cerró 9 fichajes en verano más tres en invierno. Para sustituir al míster no se apostó por el glamour de nadie, ni tampoco por el caché a pesar de los muchos ofrecimientos que hubo para el banquillo. Manolo Salvador apostó por la humildad de Juan Ignacio Martínez, técnico que llegó del Cartagena de la Segunda División. Otro año más tuvo que tirar de imaginación y se sacó de la chistera a Barkero, un futbolista que estaba en segunda con el Numancia y que ahora rinde a nivel de Champions, y Koné, un delantero el marfileño que llevaba cuatro años sin jugar prácticamente y que en Valencia se recuperó para el fútbol.

Y así como si fuera el cuento de nunca acabar, la historia se ha repetido estos últimos meses de mercado. El director deportivo ha visto como algunas de la mejores piezas del puzzle se han marchado en busca de mejores salarios. Entre ellos Xavi Torres o Koné. Pero otro año más Salvador ha demostrado que de imaginación y de cartera (de jugadores) va sobrado. No obstante, ha fichado a seis jugadores con la carta de libertad, como Lell o Gekas, ha cerrado una cesión y ha fichado a tres jugadores como Diop, Míchel y Keylor por 320.000 euros. Además, una vez cerrado el mercado de fichajes, el director deportivo lejos de irse de vacaciones sigue trabajando para rastrear el mercado de jugadores que estén en el paro y cerrar alguna incorporación más si existe la oportunidad.

Otro año más el objetivo del club es la permanencia en la Primera División. Otro año más Manolo Salvador ha emulado a mítico ‘MacGyver', y con escasos recursos económicos ha vuelto ha poner en manos de su entrenador una plantilla que será capaz de competir este año por todos los estadios de España y de Europa. Manolo Salvador, y el Levante son la muestra más evidente de que en el fútbol no sólo cuentan los presupuestos ni las cantidades que se pagan por un futbolista. Si eso fuera así, no podría explicarse que un club en Ley Concursal, hubiera logrado ascender en dos años de Segunda a Primera y no contentos con ellos, hubieran logrado colarse en la fase de grupos de la Europa League.