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VALENCIA. El pasado 27 de abril, la Generalitat anunciaba una profundización en la privatización sanitaria que se centraría en la agrupación de servicios para buscar la rentabilidad y, además, implicaría el cobro de un canon o tasa de utilización a las empresas adjudicatarias de 360 millones de euros antes de 2013. Todo este proceso se abordaría, según revelaron, en el marco de un diálogo competitivo con las compañías interesadas en entrar en el nuevo modelo.
Cuatro meses después, el Gobierno valenciano se reúne a marchas forzadas con las empresas para constituir un modelo cuyas condiciones han variado sensiblemente tras reconducir y rectificar en varias ocasiones las líneas maestras del anuncio realizado en aquel mes de abril.
A día de hoy, fuentes del Consell aseguran que hay "luz al final del túnel": el proyecto de reforma sanitaria se hará público en un plazo menor a tres semanas, aunque no en las condiciones anunciadas inicialmente. El Gobierno valenciano, asediado por los plazos necesarios para abordar el diálogo competitivo y la necesidad de poner en marcha el modelo en enero de 2013, ha prescindido de este paso -como ya informó este diario- y lo ha cambiado por encuentros puntuales con determinadas empresas interesadas.
Además, la Generalitat ha asumido que no podrá cobrar directamente a las empresas que entren en el modelo el total del canon o tasa de utilización que había programado. Un montante de 360 millones este año (780 en su conjunto) que se está negociando a la baja con las empresas. Esta situación está obligando al Gobierno valenciano a buscar otras vías de financiación dado que en el Plan de Reequilibrio enviado al Ministerio de Hacienda se daba por hecho el ingreso de esa cantidad. Los fondos del copago o la venta o concesión de algunos hospitales son otras fórmulas estudiadas para llegar a la cifra prometida.
CRONOLOGÍA DE CUATRO MESES DE INCERTIDUMBRE
Desde que se anunció el proceso en abril, precisamente en la rueda de prensa en la que se presentaba el Plan de Reequilibrio que iba a ser remitido al Gobierno central para acceder al Plan de Pago a Proveedores, la incertidumbre y los virajes han sido una constante de la Conselleria de Sanidad para alcanzar los cambios prometidos.
Un mes después del anuncio, las empresas sanitarias ya ponían sobre la mesa algunas de sus condiciones para entrar en el modelo: principalmente, la inclusión del personal sanitario para tomar parte en el modelo. algo que el conseller de Sanidad, Luis Rosado, ha rechazado públicamente en reiteradas ocasiones aunque sí se ha barajado en conversaciones con el sector empresarial.
También en esos momentos, Valenciaplaza.com desvelaba que la consultora PwC era la que se encontraba asesorando a la Conselleria de Sanidad en el proceso. Precisamente, este prestigioso despacho había elaborado recientemente un informe que recomendaba la colaboración público-privada en este ámbito y apostaba por la inclusión de la gestión del personal en este tipo de procesos.
El rechazo de los trabajadores ha sido constante, como han demostrado los sindicatos plantando a la conselleria tras no tener posibilidad de influir en los cambios dictados por Sanidad.
El pago de la tasa de utilización, el canon que las empresas deberían pagar a la Generalitat para encargarse de la gestión de servicios, se dio a conocer. Una cifra alta que el sector empresarial recogió con escepticismo, algo que recrudeció la intención de las compañías a gestionar el personal.
A mediados de junio, Rosado anunciaba que el documento descriptivo de la reforma sanitaria se haría público en una semana. A finales de ese mes, se destapaba la paralización del documento por los servicios jurídicos de la Generalitat, que no veían factible el modelo diseñado desde Sanidad.
Desde entonces, ‘comidos' por los plazos, se han estudiado diversas fórmulas que se han dirigido a la eliminación del diálogo competitivo y la búsqueda de otro tipo de licitación más convencional y con plazos más reducidos. Ahora, la Generalitat ultima el cambio de modelo con reuniones con empresas interesadas para pisar el acelerador y presentar el proyecto este mismo mes de septiembre.
Otra vez, eso NO ES DIÁLOGO COMPETITIVO. El dialogo competitivo comienza con un anuncio de licitación, que se pública en los boletines oficiales, en que la administración da a conocer los requisitos y sus necesidades, luego entre las que se presenten o con algunas empresas de ellas que se preseleccionan se produce el diálogo hasta concretar los medios necesarios para cubrir estas necesidades. Cuando eso lo tienen claro se invita a la empresas a que presenten su oferta final basada en las soluciones definidas en la fase de diálogo y se selecciona la mejor. ¡Psss!.¡Ppssst! ¡Minguillón!, ¡Salvador! ¡Comisión de Defensa de la Competencia!: ¡Qué están pactando bajo manga los pliegos con algunas empresas antes de iniciar el procedimiento! ¡Qué se los están haciendo a medida/repartiendo! (Técnica de contratación propia de la famosa Escuela Valenciana). ¿Hay alguien?..... Sí pero, ¿hay alguien más?
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