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VALENCIA. Se ha alargado más de la cuenta pero al final el Valencia se ha salido con la suya y ha sacado los 7 millones que pedía por Pablo Hernández al Swansea galés. El equipo de la Premier y el Valencia alcanzaron ayer a última hora de la tarde un acuerdo para el traspaso del jugador castellonense, cerrando una operación que era deseada por las tres partes. Pablo quería marcharse como así le había transmitido al club hacia días, el Swansea quería ficharle y el Valencia puso en el mercado al jugador al finalizar la pasada campaña. 

Manuel Llorente recibió de una vez la llamada del presidente del Swansea y este le transmitió de manera oficial la propuesta de 7 millones por el futbolista. Esa cantidad fue aceptada por el presidente valencianista, ya que unida a los más de cuatro millones que tenía que cobrar Pablo en los dos próximos años le suponen al club un cantidad muy importante.

Una vez aceptada esa oferta, Llorente se reunió con su entrenador, Mauricio Pellegrino y con su director deportivo, Braulio Vázquez y les informó de que había tomado la decisión de vender, ya que era una operación muy buena para la entidad en el apartado económico. Además, en esa reunión el presidente le dijo al míster que Braulio llevaba días trabajando para incorporar un jugador que pueda sustituir con garantías en la plantilla a Pablo.

El director deportivo llevaba días teniendo claro que Pablo terminaría traspasado y ha hecho diferentes gestiones para conocer las condiciones de jugadores de banda derecha que le interesan al club de Mestalla. Entre los muchos jugadores que han sido ofrecidos y que el Valencia ha tanteado están los franceses Boudebouz y Amalfitano. Dos jugadores que han sido seguidos por la secretaría técnica valencianista, pero que ahora mismo no están entre las prioridades porque se busca un interior español.

Según fuentes del club, Braulio quiere que el jugador que sustituya a Pablo sea nacional y que conozca la Liga española. Dentro de esos parámetros entrarían jugadores como los barcelonistas Tello o Cuenca o el jugador rayista Lass Bangoura, este a pesar de no ser español, juega en España desde su edad de juvenil y la pasada campaña ya fue muy seguido por los ojeadores valencianistas.

Sea el que sea, la realidad marca que el Valencia cuenta con un enemigo importante a la hora de poder cerrar un fichaje, el tiempo. Mañana a las 00.00 termina el plazo para poder realizar incorporaciones y ese es el tiempo del que disponen los valencianistas para poder encotrar el sustituto de Pablo. Un Pablo que abandona el Valencia tras cuatro temporadas en las que ha tenido momentos muy buenos y muy malos, pero donde su irregularidad no le ha permitido asentarse como un jugador importante del equipo.

ATENTOS AL MERCADO EN OTRAS DEMARCACIONES 

Aunque la idea es no hacer ningún movimiento que no sea el de reforzar la banda derecha, Braulio estará atento a las opciones que el mercado pueda deparar.

En la entidad saben que un central podría ayudar a subir el nivel de la zaga y a pesar de que es difícil, hay jugadores que podrían encajar. Uno de elloses el danés Simon Kjaer que quiere salir del Wolfsburgo y podría llegar cedido. Sin embargo, su alta ficha y algunos informes desfavorables sobre su vida personal desaconsejan su llegada.

En la delantera el club ha estado pendiente todo el verano de la situación de Álvaro Vázquez. El atacante del Español ha sido ofrecido insistentemente al Valencia, pero ayer a última hora de la noche parecía que su traspaso al Getafe estaba prácticamente cerrado por 2 millones de euros.

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