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LA ESCOPETA VALENCIANA

¡Papá, ven en avión!

JOAQUIM CLEMENTE . 02/08/2012 Mientras todos mirábamos a la cabeza de la estatua de Fabra en el aeropuerto de Castellón, en Manises nos construían una terminal nueva pensando en ese futuro en que volveremos a atar a los aviones con longanizas

VALENCIA. Convendrán conmigo en que la presunta estauta de Carlos Fabra que domina los accesos al postnuclear aeropuerto de Castellón tiene un cierto efecto hipnótico. Uno puede llegar a pasar minutos mirándola, tan Ripollés toda ella, sin salir del asombro que provoca el feísmo como corriente artística.

Quizá por eso el día que el pintoresco artista colocó el remate de su creación, un avión que uno no sabe si aterriza o choca con la cabeza del político homenajeado (presuntamente), todos pasamos horas viendo aquellas fotos que tenían un punto de absurdo, sí, pero también de pornográfico.

Porque no me dirán que no tiene delito que, convertido en la imagen para ilustrar los gastos absurdos que hemos cometido ya no los valencianos sino toda España, nadie pensara que era mejor parar cuando no demoler esa afrenta estética (motivo por si solo suficiente). Como si no fuera suficiente que cada vez que alguien quiere señalar la espiral de nuevos ricos que protagonizaron nuestros gobernantea salga en la tele el el propio Aeropuerto de Castellón, o "el del abuelo", como le gusta llamarlo a su inspirador. ¡Ah!, quizá el avión de la estatua sale de su cabeza...

Y en esas estábamos todos, mirando a Castellón, oteando el horizonte por si, aunque fuese por error, alguien aterrizaba en las pistas más caras del mundo en relación a su uso, mientras, a nuestras espaldas se estaba produciendo un hecho insólito. Otra administración pública, en este caso el Ministerio de Fomento a través de Aena, como si fuera ajena al mundo que lo rodea (¿en las nubes?, perdonen el chiste malo) cumplía plazos y, como una hormiguita, en silencio, acababa las obras de la nueva T2 del aeropuerto de Manises.

Y aunque todos sabíamos que en el aeropuerto valenciano se estaba construyendo una nueva ampliación (la segunda tras la terminal de vuelos regionales), prácticamente se nos había olvidado. Quizá, nuestro subsconsciente nos jugó una mala pasada y nos hizo creer que, aunque las obras estaban empezadas, alguien podía haber pensado que, tal vez, no era el momento para acabar aquello. De hecho, ni tan solo de haberlo empezado.

La ampliación del aeropuerto de Manises se planificó hace ya varios años, cuando todos éramos felices. Copa América y Fórmula 1 mediante, se calculó que el aeródromo valenciano necesitaba crecer para lo que iba a venir. La ampliación se ejecutó por fases y cuando llegó el momento de construir esta terminal (que tiene de todo, oiga) se rebajaron las expectativas porque el patio ya se veía complicado.

Tan complicado que el aeropuerto de Valencia está estancado en cinco millones de pasajeros, sin perspectivas a corto de crecer y, desde luego, ni mucho menos está colpasado, de hecho la tendencia fuera de la época estival es muy poco esperanzadora con el golpe que ha recibido del AVE. Pero dicen que estas cosas se prevén a muy largo plazo, para 20 años vista, por ejemplo. Y quizá entonces ya estemos de nuevo atando aviones con longanizas o, quién sabe, ¡haya Boeing 747 aterrizando en Castellón!

Y como eso que usted se está preguntando ("¿Para qué demonios han hecho ahora esta terminal si no hacía falta?") los políticos lo escuchan, ayer decidieron que quizá ya cortarán la cinta otro día. Que "por aeropuerto no me viene nada y me van a disculpar que tengo trabajo". La terminal abrió y empezó a facturar maletas y a hacer sus cosas de terminal. Como hacían antes en la antigua, pero con todo más limpio y reluciente.

Que diferente hubiera sido de estar aún Francisco Camps en la presidencia. Hasta el Arzobispo de Valencia habría bendecido las cintas transportadoras de equipajes para evitar que nuestras maletas acaben en Buenos Aires. Y, sin dudarlo, Carlos Fabra, invitado especial por sus conocimientos aeroportuarios, nos reñiría a todos por no entender que los aeropuertos no son ni para los aviones (que no vuelan o vienen cada vez menos) ni para los pasajeros (que o no hay o no esperamos más de los que ya son). Será que los aeropuertos son para las personas. Nos despresurizamos...

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1 comentario

juanluis escribió
02/08/2012 18:28

Ya habeis quitado el parrafo donde decia que el aeropuerto tenia capidad para 9millones de pasajeros y se amplia a 12millones? Que ha habido presiones de arriba , de un lado y del otro? Viva la pandereta y las castañuelas. Ole.

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