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El Ejecutivo valenciano es uno de los gobiernos con más consellerias de toda España, algo que deberá cambiar en breve el presidente de la Generalitat dada la imagen de austeridad institucional que se pretende dar desde Madrid

VALENCIA (X. AGUAR). Remodelación del Consell sí o sí con septiembre como fecha límite. El Gobierno que preside Mariano Rajoy quiere que las duras medidas de recortes e impuestos que viene aplicando también vengan acompañadas de una imagen de austeridad institucional que el Ejecutivo valenciano, con diez consellerias, debe corregir.

Precisamente la Comunitat ha sido la primera que ha solicitado el acceso al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que anunció días atrás el Gobierno. Pese a que desde el Consell aseguran que no habrá condiciones especiales o adicionales a las del cumplimiento del déficit, fuentes del Gobierno valenciano sí apuntan a que, aunque sea una cuestión simbólica, la reducción de consellerias es una de las exigencias que se plantea desde Madrid.

Desde su llegada al poder, Alberto Fabra, sólo ha realizado pequeñas variaciones sobre el gobierno heredado de Francisco Camps. Construir un equipo propio de máxima confianza y redistribuir las competencias son dos tareas que el jefe del Consell debe abordar. No obstante, en una coyuntura máxima tensión socioeconómica, el retraso de la fórmula del gobierno para ayudar a las autonomías o el estancamiento de la reforma sanitaria, entre otras, han implicado que Alberto Fabra no se haya decidido a acometer una reestructuración integral de su gobierno.

La última semana de julio era la que aparecía en el mayor número de 'quinielas' para la remodelación. Los nervios han estado presentes en las diferentes consellerias a lo largo de las últimas semanas e, incluso en las redes sociales, se ha llegado a vaticinar la crisis para este mismo jueves.

No obstante, fuentes oficiales de la Generalitat insisten en que no habrá reforma del Gobierno valenciano en este mes de julio. Tiene lógica si se atiende a un cambio de estructuras competenciales y relevos en determinadas carteras que se encuentran en medio de la tormenta de ajustes y reformas.

Ahora bien, según palabras del conseller de Economía, Máximo Buch, se espera que el acceso al fondo de liquidez se produzca entre agosto y septiembre. En ese momento, si es que Fabra no decide acometer los cambios antes, el Consell deberá adoptar una estructura más reducida y una distribución de competencias definida para afrontar el resto de la legislatura.

LA REDUCCIÓN DEL ‘MACROCONSELL' DE CAMPS, INSUFICIENTE

Tras las elecciones autonómicas del pasado año, los presidentes regionales del PP fueron los que más ahínco pusieron en la reducción de consejerías.  Así, José Ramón Bauzá en Baleares o María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha fueron dos ejemplos de austeridad al dejar en siete el número de carteras, algo que también ocurre en Extremadura. Otros gobiernos autonómicos del PP, como el de Esperanza Aguirre en Madrid, el de Alberto Núñez Feijoó en Galicia, o el de Ramón Luis Valcárcel en Murcia, disponen de ocho consejerías.

En cambio, en la Comunitat Valenciana, Francisco Camps rediseñaba su 'macrogobierno' -catorce consellerias y tres vicepresidencias- hasta dejarlo en un número todavía alto de diez departamentos. Además, acometía una reorganización de las competencias de un modo cuya funcionalidad, a día de hoy, sigue siendo discutida y que, atendiendo a la organización de otras regiones, sitúa al modelo valenciano fuera de onda en relación a los otros ejecutivos del Partido Popular.

La reforma llevada a cabo por Camps y todavía mantenida por Alberto Fabra, dejó a la Comunitat Valenciana como la región con mayor número de consellerias de todos los gobiernos del Partido Popular y sólo superada por Andalucía o Cataluña.