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La justicia pone en jaque a la
'vieja Bankia' y derroca a Verdú,
última pieza de la era Rato

JOAQUIM CLEMENTE. 05/07/2012

El consejero delegado de BFA-Bankia renuncia a su puesto tras conocerse su imputación y la de la anterior cúpula del banco. Acaba una breve etapa de este financiero cuyas discrepancias con Rodrigo Rato ya estuvieron a punto de provocar su marcha con anterioridad

VALENCIA. Había sobrevivido al desembarco de José Ignacio Goirigolzarri y al radical cambio de equipo directivo que el enviado del Gobierno impuso en Bankia. Sin embargo, su cargo tenía fecha de caducidad. Él mismo la había pactado con el presidente: sería el 25 de julio durante la reunión del consejo de administración prevista para ese día.

Sin embargo, ese calendario saltó por los aires este miércoles después de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decidiera admitir a trámite la querella presentada por Unión Progreso y Democracia (UPyD) contra todos los miembros de los consejos de BFA-Bankia, entre los que se encuentra el propio Verdú, imputándolos a todos ellos. Verdú optó por presentar su renuncia de forma inmediata "para no perjudicar a la entidad", según fuentes oficiales del banco, renunciando "a cualquier indemnización a que pudiera tener derecho", informaron desde el banco.

La diferencia entre Verdú y el resto de imputados -a los que se les acusa de varios delitos vinculados a la valoración de la entidad y la veracidad de sus cuentas de resultados en el proceso de salida a bolsa, entre otros- es que el ya exconsejero delegado era el único de todos los que formaron el consejo de administración de BFA y de Bankia que seguía en el organigrama. El resto dimitieron (a la fuerza) tras la llegada del nuevo presidente. Goirigolzarri decidió mantenerlo en el puesto, aunque flaqueado por dos directores general y con menos competencias, al considerar que no es responsable de la crisis que ha llevado al Estado a tener que nacionalizar la entidad.

Sin embargo, la continuidad de Verdú tenía un aire de provisionalidad muy marcado. "Había que mantener a alguien que conociese los entresijos de la entidad para orientar a los nuevos gestores, y ese fue Verdú, de quién Goirigolzarri tenía buen impresión", explicaron fuentes financieras a ValenciaPlaza.com.

De hecho, en una carta dirigida a Goirigolzarri para justificar su dimisión, Verdú asegura que "habiendo concluido la fase inicial de incorporación del nuevo equipo y la definición de los planes de relanzamiento de la entidad, con la celebración de la junta general, tenía previsto dar por finalizada mi pertenencia a Bankia en el consejo de administración del próximo día 25 de julio".

Esta misiva, cuyo contenido fue confirmado por este periódico, incluye un agradecimiento explícito a la confianza depositada por Goirigolzarri: "Quiero agradecerte el trato cariñoso que he recibido en estos meses en los que he colaborado contigo y la distinción que me has dado al contar conmigo para facilitar la integración del nuevo equipo gestor en Bankia".

Francisco Verdú y Rodrigo Rato

AGRADECIMIENTO GENERAL AL PERSONAL SIN CITA EXPLÍCITA A RODRIGO RATO

En la carta, Verdú agradece de forma genérica "a todos los profesionales con los que he trabajado este último año", una mención genérica que no cita al anterior presidente, Rodrigo Rato, el hombre que le fichó para desarrollar el que iba a ser el 'primer banco de la nueva banca".

Este es un elemento significativo, ya que la relación entre Rato y Verdú se fue deteriorando hasta hacerse prácticamente insostenible. El talante personalista de Rato a la hora de gestionar la entidad chochó con el perfil puramente financiero del directivo. ValenciaPlaza.com tiene constancia de que el ya exconsejero delegado estuvo a punto de presentar su dimisión en varias ocasiones ante las irreconciliables diferencias de criterio.

Verdú, que había dejado su puesto de máximo responsable de la Banca March, la entidad financiera con mayor solvencia de España, encajó, con todo, desde las formas de Rato hasta unas cuentas de la entidad que pronto se revelaron como ingobernables. Pese a ello, y según hace constar en su carta de despedida, "a lo largo de este periodo he actuado en la mejora de la liquidez, la creación de un plan de ajuste de gastos y de reforzar la gestión comercial".

Esa defensa de su perfil técnico con más de treinta años de experiencia le llevó a tratar de consolidar una Bankia que fuera, de la manera más rápida posible, convirtiéndose en una entidad ajena a las presiones y exigencias de los consejeros provenientes de las cajas. De nuevo volvió a chocar con un Rato empeñado en extender el poder de Caja Madrid sobre la entidad, con nombramientos y ceses de directivos primero, y con la guerra abierta con Bancaja cuando ya la crisis empezaba a vislumbrarse con claridad, después.

AJENO A LOS HECHOS QUE SE DENUNCIAN EN LA QUERELLA

Aunque Verdú forma parte de los querellados, lo cierto es que la mayor parte de los hecho susceptibles de ser delito ocurrieron mucho antes de que este valenciano de Alcoy llegase a la entidad. Su incorporación a Bankia tuvo lugar un día antes de su estreno en bolsa, por lo que ni participó en el proceso de creación de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), ni en la creación de su filial ni en el proceso de elaboración de la oferta pública que devino en el debut en el parqué de Bankia. Es en estos tres procesos en los que se centra la demanda.

José Ignacio GoirgolzarriEl propio exconsejero lo recuerda en la carta remitida a José Ignacio Goirigolzarri: "No he tenido participación en el proceso de creación de BFA, ni en el de definición del proceso de salida a bolsa".

Sin embargo, el hecho de que una entidad que va a recibir multimillonarias ayudas públicas tenga a uno de sus altos directivos imputado y, por tanto, sometido al proceso judicial y mediático que lleva implicada la querella, parece poco aconsejable.

De momento, el puesto de consejero delegado de Bankia quedará vacante. Al menos hasta que la entidad decida si lo cubre o lo amortiza. Las competencias que tenía delegadas Verdú serán asumidas por Carlos Stilianopoulus (banca mayorista) y Fernando Sobrini (particulares), que pasarán a depender y reportar directamente al presidente.

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