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VALENCIA. El mes de junio parece haber prometido salarios para 9.104 desempleados más entre los que se encuentran una gran cantidad de jóvenes que solo consiguen trabajo durante la época estival. Según los datos anunciados ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se situó al finalizar junio en 564.130 personas en la Comunitat, con un descenso del 1,59% respecto a mayo.

Pero estas cifras no se consolidan como las mejores de la región. A pesar de que en 2010 el descenso en el mes de junio solo fue de un 0,98%, en 2009 la cifra se redujo en un 2,58%, una variación muy alejada de la actual. Una contratación estacional que también se hace patente en el desempleo por sectores. Mientras que la contratación crece en actividades hosteleras, sanitarias y de servicios sociales, desciende en educación, construcción y comunicaciones.

La secretaria de Empleo de UGT-PV, Élvira Ródenas, apuntaba a ValenciaPlaza.com que el modelo productivo valenciano debe dejar de estar basado en el turismo. "Contratos de tres meses y después, vuelta a la pura realidad" se lamenta. Una reducción de más de 9.000 empleados, posiblemente estacionales, de los que muchos acabarán volviendo a su situación de parado a la vuelta de verano. Ródenas añade como parte del espejismo el gran aumento en la cifra de expedientes de regulación de empleo (ERE) en los últimos meses y que han mandado a un gran número de trabajadores a la calle para firmar contratos de carácter temporal que también quedan ocultos entre las cifras de paro.

LOS JÓVENES AL ACECHO DEL TRABAJO VERANIEGO

El paro juvenil cayó un 7% en junio respecto al mes anterior en la Comunitat. 3.908 desempleados menos entre los jóvenes de 25 años mientras que en el resto de España aumenta un 6,2%. Según afirma a este diario el secretario de Empleo de CCOO-PV, Josep Tomás, la relación del concepto jóvenes con sueldos precarios y el aumento de la consideración de juventud hasta los 30 años hacen que muchas empresas hosteleras y del sector turístico se decanten por este tipo de perfil. "Se dice que los jóvenes tienen poca preparación para esos puestos, pero estos contratos son en trabajos poco cualificados, por lo que es un argumento absurdo".

La experiencia se han convertido en un factor importante de cara al verano y una rutina de trabajo para muchos. Trabajador en verano, parado el resto del año.

Óscar Llorca, de 26 años y con estudios de Producción, ha sido contratado durante los meses de verano en una heladería de la población de Oliva (Valencia). Trabaja todos los días de la semana con contrato laboral y cobra mil euros al mes. "Llevo diez años, durante la época estival, trabajando en la hostería". Repite año tras año y le resulta mucho más fácil que le contraten en verano que en el resto de meses.

Lo mismo le ocurre a Begoña Almenara. Con 22 años y recién titulada en Periodismo, cuenta cómo ya ha sido contratada durante varios veranos en una importante cadena de supermercados por la zona de Gandía. Realiza unas 40 horas a la semana y cobra 1.000 euros limpios. "La tienda donde trabajo suele contratar a unas 15 personas de más en época de turismo, la mayoría ronda los 20 años". Begoña estudia el resto del año, pero en verano prefiere trabajar para conseguir algo de dinero. "Este es un trabajo fugaz, me llevan llamando durante varios años, pero solo en verano". 

Aunque fuera del sector hostelero y del turismo, Cintia Soriano empezó el pasado mes a trabajar como promotora para una firma de tabaco. Cada vez se ha vuelto más recurrente el contratar a jóvenes para cubrir las vacantes veraniegas de empleados. "Necesitaban empleados para cubrir el periodo de vacaciones de la plantilla". Cobra 25 euros diarios y trabaja media jornada de lunes a viernes. "Verano, estudiante y trabajo, es algo normal", cuenta esta recién graduada.

Lo mismo le ocurrió a Natalia Folgado. Recién diplomada en Enfermería la llamaron para sustituir a los trabajadores en periodo de vacaciones en una residencia de ancianos privada. Hace jornada completa de tres a nueve de la noche y cobra unos 800 euros al mes. Durante el año la requieren para hacer sustituciones, pero de forma muy esporádica. Solo durante los meses de verano consigue ser contratada de forma continuada, situación en la que se encuentran una gran parte de los empleados para la euforia veraniega.

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